Las fuerzas de ocupación en Afganistán bombardearon ayer un lugar donde se varios civiles estaban reunidos para solventar una disputa entre dos familias, según informaron fuentes policiales afganas. Siete personas murieron y seis estaban desaparecidas. Estados Unidos, en cambio, insistió en que era un refugio de militantes de Al Qaeda. El mando militar de EEUU […]
Las fuerzas de ocupación en Afganistán bombardearon ayer un lugar donde se varios civiles estaban reunidos para solventar una disputa entre dos familias, según informaron fuentes policiales afganas. Siete personas murieron y seis estaban desaparecidas. Estados Unidos, en cambio, insistió en que era un refugio de militantes de Al Qaeda.
El mando militar de EEUU en Afganistán informó ayer de que mató a siete supuestos «terroristas» de Al Qaeda, mientras que autoridades locales afganas aseguran que todos eran civiles. Un niño de entre 10 y 12 años falleció en el ataque que fue llevado a cabo a primera hora de ayer en el distrito de Shegal, en la provincia de Kunar (este de Afganistán), cerca de la frontera con Pakistán, según un comunicado de EEUU.
Fuentes oficiales y policiales afganas en la zona aseguraron que se produjo un bombardeo aéreo causado por «información errónea de inteligencia» sobre un lugar en el que Estados Unidos pensaba que se habían reunido un grupo de supuestos insurgentes. Un alto responsable policial, que no quiso ser identificado, afirmó que en el lugar había un grupo de personas mayores para tratar de resolver una disputa entre dos familias y que como consecuencia del ataque murieron siete civiles. Esta información fue corroborada por el jefe y el subjefe administrativo del distrito de Shegal, que aseguraron que tras el bombardeo están desaparecidas otras seis personas.
Tom Collins, un portavoz militar de EEUU, declaró que no tiene constancia de la muerte de civiles más que del niño fallecido. «Los simpatizantes de Al Qaeda pusieron en riesgo, de forma deliberada, a mujeres y niños en un esfuerzo por proteger sus operaciones ilegales e inmorales», apuntó Collins.
Hace una semana, el pasado día 17, doce policías afganos murieron cuando un avión de las fuerzas de ocupación lideradas por Estados Unidos lanzó una bomba «erróneamente» sobre dos vehículos policiales en la provincia de Paktika, en el este de Afganistán.