De forma amenazante, problemas muy graves gravitan sobre la sociedad panameña. Se trata de un conjunto de medidas y políticas que empujan los sectores de poder económico y político, es decir, la clase dominante, -a través del Gobierno de Martín Torrijos- y que comprometen el futuro y la vida misma de todos los panameños. Grupos […]
De forma amenazante, problemas muy graves gravitan sobre la sociedad panameña. Se trata de un conjunto de medidas y políticas que empujan los sectores de poder económico y político, es decir, la clase dominante, -a través del Gobierno de Martín Torrijos- y que comprometen el futuro y la vida misma de todos los panameños. Grupos populares aglutinados en el El Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO), vuelven a denunciar lo que ellos señalan como ‘los peligros del momento actual’, y están llamando a sus bases a unirse, organizarse y luchar, para frenar de una vez por todas lo que llaman ‘aberrantes y humillantes planes’.
En primer lugar, están denunciando el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, firmado a lo yegua rota en diciembre pasado, víspera de Navidad, por la delegación panameña desesperada ante la inevitable pérdida de control del Congreso norteamericano por parte del bando de los republicanos de George Bush hijo, control ahora en manos del Partido Demócrata.
Publicado sólo en Internet en su versión (no oficial) en español hace escasos días, el texto del TLC sigue siendo un secreto, para la inmensa mayoría de los panameños. Según FRENADESO, un rápido análisis del mismo confirma las preocupaciones y peligros que en el pasado reciente advirtió a la ciudadanía.
En efecto, el TLC es la estocada final al esfuerzo productivo nacional, especialmente, al sector agropecuario. Entrega nuestra economía en bandeja de plata a las grandes corporaciones gringas, permitiendo la entrada indiscriminada de productos sin controles ni barreras de ningún tipo, incluyendo los transgénicos. De inmediato, el 88% de los bienes industriales y de consumo de Estados Unidos ingresarán al país libres de aranceles. Más de la mitad de los productos agrícolas podrán entrar libres de impuestos.
El TLC establece medidas que afectarán a los consumidores, encarecerá los precios de algunos productos de primera necesidad, incluidos los medicamentos. Elimina la exclusividad a los panameños de atender el comercio al por menor. Con este TLC Panamá renuncia a ser soberano en aspectos estratégicos de nuestra economía como lo son las telecomunicaciones, el sector energético y la minería, entre otros. Estados Unidos se asegura, además, una jugosa tajada dentro del proyecto de ampliación del Canal de Panamá.
Ahora, los demócratas señalan que para la aprobación del TLC deberán considerarse otras medidas onerosas para el país, incluido el aspecto laboral. Los gobernantes panameños, sin conocer todavía el alcance de estas exigencias, ya expresan, lacayunamente, su determinación de seguir aprobando lo que sea.