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Guatemala: Ejército asesina a campesinos que protestaban contra TLC

Fuentes: Comité de Unidad Campesina

El Comité de Unidad Campesina – CUC – denuncia que el ejército disparó contra campesinos y campesinas indígenas que protestaban contra el TLC en la carretera Interamericana a la altura de Colotenango, Huehuetenango, asesinando a 2 personas. Desde las 6:30 de la mañana de hoy 15 de Marzo de 2005, se concentraron integrantes del CUC, […]

El Comité de Unidad Campesina – CUC – denuncia que el ejército disparó contra campesinos y campesinas indígenas que protestaban contra el TLC en la carretera Interamericana a la altura de Colotenango, Huehuetenango, asesinando a 2 personas.

Desde las 6:30 de la mañana de hoy 15 de Marzo de 2005, se concentraron integrantes del CUC, CONIC, CEIBA, MAMÁ MAQUIN, MAGISTERIO y CONDEG para continuar protestando pacíficamente en rechazo al TLC. Un contingente de policías provenientes de la cabecera departamental de Huehuetenango se apostó agresivamente frente a los manifestantes, mientras el ejército se desplazó por veredas para tender les un cerco. Alrededor de medio día y sin mediar palabra los efectivos gubernamentales comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas hacia donde se encontraban mujeres y niños y niñas y a disparar sus armas de fuego contra los hombres.

Producto de la acción represiva del ejército y la policía fueron asesinado a tiros dos dirigentes comunitarios del Comité de Unidad Campesina – CUC – Juan López de la aldea de Xemal, Colotenango y José Sanchez Gómez de la aldea Ical quien falleció en el hospital.

Hay varios heridos, algunos de ellos se encuentran en el hospital de Huehuetenango, entre ellos, los miembros del CUC Marcos Torres, Santiago Morales y Domingo Ramos; dos se encuentran gravemente heridos.

Este hecho sucedido el día de hoy en Huehuetenango, la represión del día de ayer y la semana pasada; los hechos represivos en la aldea el Corozo, Suchitepéquez, Los Encuentros, Sololá y Nueva Linda, Retalhuleu donde las fuerzas gubernamentales asesinaron a varios campesinos y las decenas de fincas que habían sido ocupados por campesinos y campesinas para poder producir sus alimentos y que fueron desalojadas violentamente por las mal llamadas fuerzas de seguridad ponen en evidencia que el gobierno de Berger está desarrollando una política de represión en contra de la población indígena y campesina, similar a los años de la guerra, que ha tratado de disfrazar como excesos o hechos fuera de control.