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Informe de la ONU acusa a Israel de genocidio en Gaza: un hito en el derecho internacional

Fuentes: Rebelión

Una comisión de investigación independiente de las Naciones Unidas ha concluido que Israel ha cometido genocidio contra la población palestina en la Franja de Gaza. El informe publicado el martes 16 de septiembre, un documento de 72 páginas, se presentará a la Asamblea General en octubre de 2025. Este hecho marca un hito histórico en el discurso internacional sobre el conflicto y acusa a los principales líderes israelíes de incitar a estos actos. 

Establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH), la comisión sostiene que Israel ha perpetrado «cuatro actos genocidas» en el enclave palestino desde el 7 de octubre de 2023.

Genocidio: definición y elementos clave

El genocidio, definido en la Convención sobre el Genocidio y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, es un delito internacional que trasciende fronteras y sistemas jurídicos. Su carácter penal, reconocido por el derecho internacional consuetudinario, vincula a todos los Estados, hayan o no ratificado la Convención. Este crimen está sujeto a jurisdicción universal, lo que permite que sus autores sean juzgados y castigados en cualquier país. Además, un Estado puede ser considerado responsable si sus funcionarios cometen o no previenen la comisión de este delito.

Para que un acto sea calificado de genocidio, no basta con la acción; debe existir una intención específica de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. La Convención sobre el Genocidio establece cinco categorías de actos que, cometidos con dicha intención, constituyen el delito:

-Asesinato de miembros del grupo.

-Causar daño físico o mental grave.

-Someter al grupo a condiciones de vida que acaben por destruirlo físicamente, de -forma total o parcial.

-Imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos.

-Trasladar forzosamente a niños del grupo a otro.

Es crucial destacar que cada uno de estos actos debe ser cometido de manera intencional, no por negligencia. La intención genocida es el elemento que distingue este crimen de otros de lesa humanidad.

Las conclusiones de la Comisión de la ONU

La Comisión de la ONU, basándose en pruebas contundentes, ha centrado su investigación en cuatro de las categorías mencionadas. A través de un análisis exhaustivo de las declaraciones de las autoridades israelíes, la Comisión ha encontrado pruebas directas de intención genocida. Esta conclusión se ve reforzada por la evidencia circunstancial, que establece que la única inferencia razonable del patrón de conducta de Israel es una intención genocida.

El informe concluye que las autoridades y fuerzas de seguridad israelíes tienen la intención de destruir, total o parcialmente, al pueblo palestino en la Franja de Gaza. Los actos de genocidio, según la investigación, fueron llevados a cabo siguiendo instrucciones y bajo el control de los líderes militares y políticos de Israel, a menudo en línea con las declaraciones públicas realizadas desde el 7 de octubre de 2023.

Responsabilidad y rendición de cuentas

La Comisión sostiene que el Estado de Israel es responsable de la comisión de genocidio contra los palestinos de Gaza. Con motivos razonables, ha concluido que las autoridades y fuerzas de seguridad israelíes han cometido y siguen cometiendo actos de genocidio, incluyendo:

-Asesinato de miembros del grupo.

-Imposición de graves daños físicos y mentales.

-Creación de condiciones de existencia que conducen a su destrucción física.

-Imposición de medidas para impedir nacimientos.

Además, la Comisión concluye que el presidente israelí Isaac Herzog, el primer ministro Benjamín Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant han incitado a la comisión de genocidio. La combinación de pruebas directas y circunstanciales refuerza la conclusión de que la intención genocida era la única inferencia razonable, lo que sienta las bases para futuras acciones legales y diplomáticas.

Repercusiones diplomáticas y legales

La publicación de este informe debería tener repercusiones diplomáticas y legales, intensificando la presión sobre la comunidad internacional para tomar medidas. La conclusión, que acusa a Israel de genocidio, representa un punto de inflexión de considerable magnitud en el panorama de las relaciones internacionales. Este informe no es una formalidad; es una declaración que podría intensificar la presión diplomática y, potencialmente, desencadenar procesos judiciales de alto nivel.

La imputación es aún más grave al señalar que los principales líderes del país han incitado al genocidio. Proveniente de un organismo de la ONU, este tipo de acusaciones tiene una fuerza simbólica y legal que va mucho más allá de las habituales condenas políticas. A diferencia de las resoluciones de la Asamblea General, que a menudo son vistas como declaraciones sin vinculación legal directa, un informe de esta naturaleza podría ser invocado en foros como la Corte Internacional de Justicia, donde ya se están dirimiendo otros casos contra Israel como el introducido por Sudáfrica el 29 de diciembre de 2023.

Desafío a la narrativa dominante

La repercusión inmediata de este informe se sentirá en varias esferas. A nivel diplomático, los países occidentales, tradicionalmente aliados de Israel, se verán en una posición incómoda, obligados a sopesar su apoyo frente a las graves acusaciones de crímenes de genocidio. En el sistema multilateral, la credibilidad de la ONU como actor imparcial y guardián de la ley internacional estará bajo escrutinio, mientras el informe se convierte en un instrumento de presión para buscar una intervención más decisiva.

Este informe no solo documenta actos, sino que también desafía la narrativa dominante del conflicto, trasladando el debate de la autodefensa a la comisión de crímenes de guerra a gran escala. La cuestión ahora no es si se actuará, sino cómo se actuará y qué consecuencias a largo plazo tendrá esta acusación en la geopolítica de Oriente Medio y más allá.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.