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Irán recibe Iraq como un ‘regalo’ de EEUU

Fuentes: IraqSolidaridad

«Damasco y Teherán están en disputa gracias a sus diferentes ‘agendas’ respecto al país ocupado. Siria está alentando la resistencia armada con el objetivo de que el experimento estadounidense fracase en Iraq y de que este país no logre alcanzar un estatuto de socio de EEUU. En suma, Siria anhela el fracaso estadounidense en Iraq. Por el contrario, Irán apoya el éxito del experimento estadounidense en Iraq porque ciertamente es de su interés.»

Irán y Siria son actualmente los dos polos principales del interés y del nerviosismo internacionales por dos razones completamente distintas en términos del tipo de interés y de las fuentes de ansiedad. Ambos países están al borde de una confrontación basada en las distintas posiciones que ocupan regional e internacionalmente. Teherán está en el asiento delantero, lleva las riendas de la iniciativa, los dirigentes europeos le suplican y la Administración estadounidense espera que se comporte de forma razonable y que coopere. Por el contrario, Damasco va en el asiento trasero esperando los veredictos, aislada regional e internacionalmente del mapa político del mundo árabe y de Oriente Medio.

El común denominador entre ambos países es Líbano e Iraq con estrategias que podrían ser consideradas, en la práctica, contrarias una a otra. Irán parece ser un Estado más importante y fuerte que todos los países árabes juntos, mientras que Siria presume de ser más importante en lo relativo tanto a Iraq como a Líbano. Los próximos días veremos un duro asalto, y las próximas semanas el borrador de un nuevo mapa para la región. Esta fase coronará a Irán como el mayor ganador y beneficiario de la guerra estadounidense contra Iraq no solo en términos de su influencia dentro de Iraq sino en términos de la capacidad nuclear que posee. Esos meses también probarán, además, que las grandes decisiones relativas a la región están fuera del control árabe, en parte debido a los flagrantes errores cometidos por los dirigentes árabes, tales como los Estados represivos [que han creado], y debido también al hecho de que el árabe no es la lengua de los grandes jugadores en Oriente Medio, sino más bien el turco, el persa y el hebreo.

Conversaciones a puerta cerrada

Las conversaciones en privado de los jefes de Estado y de gobierno en la reciente cumbre de Naciones Unidas (NNUU) y de su 60 Asamblea General estuvieron centradas en Irán, representada por su presidente Mahmoud Ahmadi Nejad, y en Siria, que estuvo ausente. Las conversaciones sobre Irán fueron nucleares mientras que las referidas a Siria fueron de investigación debido a la relación de Siria con una investigación internacional dirigida por el magistrado alemán Detlev Mehlis sobre la identidad de los implicados en el asesinato del ex ministro libanés Rafik Hariri. En sesiones privadas, los dirigentes árabes evitaron prejuzgar la investigación, tanto los participantes libaneses como los sirios. Sin embargo, fueron absolutamente claros a la hora de afirmar que no habría cobertura árabe para cualquiera que Mehlis demostrara que estuvo implicado en el asesinato de Rafik Hariri. Si los resultados de la investigación acusan a una persona, sea de los cuerpos de seguridad o de un régimen político, ningún dirigente árabe o musulmán será capaz de oponerse a ello, y tendrán que anunciar su apoyo al juicio de cualquiera que sea sospechoso de haber cometido el crimen. Eso es lo que los dirigentes hablaron durante sus sesiones a puerta cerrada.

La importancia de esta posición es que no hay espacio para politizar los resultados de la investigación, sea en nombre del arabismo, en contra del arabismo, del plan israelí o de las ocultas intenciones estadounidenses hacia la región. El Consejo de Seguridad de NNUU consideró unánimemente el asesinato de Hariri como un acto de terrorismo, pusieron al cargo de la investigación a un profesional y le otorgaron un mandato sin precedentes mediante la resolución 1595 [del Consejo de Seguridad] [1]. Todos los Estados árabes consideraron la resolución vinculante. Incluso Irán, que posee influencia sobre Siria y, a través de este país, en Líbano, es totalmente consciente de que no queda lugar para la negociación en la investigación de Mehlis cuando éste emita sus pruebas y averiguaciones. A Irán le atañe directamente la resolución 1559 [2], que exige el desarme de Hezbolá y de otras milicias libanesas, puesto que Teherán mantiene relación con aquélla organización. Sin embargo, Irán está tranquilo al respecto de esta segunda resolución [mencionada] y no desea una implicación directa en su contenido.

¿Qué ocurrirá si Mehlis demuestra la implicación Siria en el asesinato de Hariri? Muchos de los que se reunieron en Nueva York plantearon la cuestión pero las respuestas fueron variadas. La pregunta está ocupando la mente de los dirigentes árabes, algunos de los cuales se han dado cuenta de repente de que ha llegado la hora de pensar sobre el asunto. Algunos rápidamente diferenciaron entre procesar individuos y procesar a un régimen, algunos esperaban un arreglo de última hora, y otros hablaron de las capitales occidentales que se preparan para la era post-Baaz en Damasco, con notable participación de grupos e individuos sirios. Lo que no mencionaron fue la palabra solidaridad: ninguno quiere aparecer posicionado contra la investigación al haber mantenido los dirigentes en Nueva York el arabismo fuera de la cuestión [del asesinato] de Hariri, mientras que la calle árabe no será persuadida a manifestar su solidaridad en un asunto como este. La opinión pública árabe no se dejará convencer por el discurso de la agenda neoconservadora [estadounidense] para Siria si la investigación diera como resultado una clara participación siria en la muerte de Hariri.

Para corroborar esto, todos hablaron de estar junto al pueblo sirio y protegerlo de peligros, así como sobre la necesidad de evitar que Siria se convierta en otro Iraq. Todos buscaban la manera de evitar que Siria como país fuera castigado, incluso si el régimen está implicado, puesto que en la estabilidad de este país hay implicada una considerable cantidad de intereses y preocupaciones de los dirigentes regionales e internacionales. Existe la determinación de que Siria no caiga en el extremismo religioso, en el caos y la división, y de que no sean excluidos elementos que pudieran ser necesarios para un período de transición si la investigación llega a la conclusión de exigir la caída del régimen de Damasco.

Las ‘agendas’ de Siria e Irán para Iraq

Israel espera que Siria se desintegre y caiga en el caos y la división. Israel trabajó con este objetivo y fracasó hasta que Damasco comenzó a cometer errores inexcusables, empezando por su insistencia en otro mandato de Emile Lahud, el presidente libanés, a pesar de los deseos de los libaneses. El error de cálculo del dirigente sirio no se limita a Líbano; incluye Iraq, y tanto al pasado como al presente. Si Siria no se hubiera alineado con EEUU y los países árabes en la Guerra del Golfo de 1991, quizás los Estados árabes habrían constituido una parte en el equilibrio regional nuclear y de poder. Siria sabía que su participación significaba eliminar a Iraq de la ecuación militar cuando se produjera la confrontación con Israel, pero Damasco se implicó porque pensó que Irán era su aliado.

Hoy, según los conocedores de la relación sirio-iraní relativa a Iraq, Damasco y Teherán están en disputa gracias a sus diferentes agendas respecto al país ocupado. Siria está alentando la resistencia armada con el objetivo de que el experimento estadounidense fracase en Iraq y de que este país no logre alcanzar un estatuto de socio [partnership] de EEUU. En suma, Siria anhela el fracaso estadounidense en Iraq. Por el contrario, Irán apoya el éxito del experimento estadounidense en Iraq porque ciertamente es de su interés.

Las especulaciones sobre la guerra de ocupación [de Iraq] podrían haber otorgada a Israel el balance más favorable en su dimensión externa, pero los beneficios de Irán son igualmente suculentos. Es más, la baza iraquí actualmente está entre las más fuertes de Irán tras la instalación de un gobierno proiraní en Iraq [3] y una que Teherán ganara presencia sobre el terreno de su vecino iraquí bajo la protección estadounidense y británica.

Así, el ministro de Exteriores saudí, príncipe Saud al-Faysal, declaró a los dirigentes de la elite estadounidense durante una reunión del Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York que los iraníes ahora están presentes en Iraq a gran escala [4]. Las plazas aseguradas por estadounidenses y británicos son abiertas por los iraníes, que ofrecen dinero y armas a las milicias [confesionales chiíes]. Saud al-Faysal pronunció ante el Consejo palabras del alcance de «[…] nosotros e Iraq iniciamos juntos una guerra para evitar que los iraníes entrasen en Iraq, mientras que vosotros [los estadounidenses] les habéis dado permiso para hacerlo sin disparar un tiro».

Irán está hoy en Iraq, lo que resulta en cierta medida hostil para la visión de EEUU sobre el país y el control de la Administración Bush sobre el futuro de Iraq. Irán se ha convertido en un jugador permanente en la escena, mientras que EEUU ejerce su influencia de manera efímera. Tanto si ello era un objetivo buscado o ha sido el mero resultado de los errores estadounidenses en Iraq, este país es hoy la principal fuente de capital para Irán en todos los sentidos, desde la estrategia política relativa al petróleo, pasando por el programa nuclear de Teherán y el liderazgo regional.

El mismo EEUU que apoyó a Sadam Husein en una guerra por el liderazgo [regional] contra Irán y que le armó y le hizo creer que él era el mejor amigo de EEUU en la zona, emprendió después una guerra para derrocarle y ahora entrega Iraq y su liderazgo regional a Irán y al hijo de la revolución de Jomeini en bandeja de plata.

El buen negocio de Irán

Irán, independientemente de quien lo dirija, es un sabio y habilidoso negociador político. Además, no habrá enfrentamiento militar entre Irán y EEUU. El CS no impondrá sanciones a Irán. Teherán no renunciará a su investigación y desarrollo nucleares, e Israel no atacará las instalaciones nucleares de Irán como hizo con las de Iraq hace más de dos décadas.

Irán tiene la carta del petróleo, tanto en términos de precios como de las necesidades energéticas de China e India. Esta es una alianza basada en la necesidad; Irán está aliada con los compradores de petróleo chinos sin enfrentarse a los negociadores europeos que ruegan que su posición no mejore. Teherán entiende perfectamente el juego de retroceder a tiermpo con los estadounidenses, quienes al fin y al cabo han ayudado a establecer en Bagdad un régimen al servicio de los intereses presentes y futuros de Irán. Es más, Irán sabe perfectamente que la ecuación política internacional implica un «toma y daca», y que hay ser capaces de identificar asuntos sobre los que no puede haber compromiso y asuntos que pueden implicar sacrificios. Irán está presentando [el desarrollo] de su capacidad nuclear, a Iraq y al petróleo en la primera de esas dos categorías. Sus diferencias con Israel pueden mantenerse en la forma de un apoyo irrelevante a la cuestión palestina o a la causa árabe, o en diferencias ideológicas que no son preciso llevar al extremo. Sin embargo, la agresión [israelí] contra Irán supone una línea roja. Si Europa y EEUU ofrecen garantías de que Israel será claramente advertido de que no ataque a Irán, Teherán estará presto a abandonar la carta de Hezbolá en Líbano [5].

Hezbolá es la más débil de las valiosas cartas de Irán, y el precio necesario que habrá de pagar para cerrar un buen negocio. Iraq es la materia prima, puesto que Irán posee gran influencia allí y tiene a la Administración estadounidense agarrada por el cuello. Iraq es el precio que EEUU y Reino Unido han pagado a Irán, que ha transformado este país en su primer escudo para proteger su capacidad nuclear.

Irán se ha convertido en un jugador nuclear. Esto es una realidad que otros deben prepararse para reconocer en el futuro. Los árabes, que han lanzado guerras por, con y contra Iraq, con un pretexto u otro, se encuentran hoy lamentándose, regañándose y quejándose en otra página de su historia de sorpresa, miedo y traición.

Los días y semanas venideros nos traerán sorpresas que pondrán en evidencia a todos aquellos que utilizaron las guerras y los asesinatos como modelo para escribir nuestra desgraciada historia árabe, en nombre del poder y para beneficio de ciertos dirigentes, o como el pago de una seguridad que es importada y no hecha en casa.

Notas de IraqSolidaridad:

1. La resolución 1595 fue adoptada por el CS de NNUU el 7 de abril de 2005 por presión estadounidense y francesa. En ella se establece la creación de una comisión de investigación internacional independiente que, establecida en Líbano, asista a las autoridades libanesas en sus investigaciones sobre el asesinato de Hariri, muerto en atentado en Beirut en febrero de 2005. El texto completo puede verse en inglés en: http://daccessdds.un.org El 5 de octubre de 2005 Mehlis dio por concluida su investigación sin haberse hecho público informe alguno al respecto y abandonó Líbano. El primer ministro libanés, Fuad Siniura, solicitó de inmediato que dicha investigación sea elevada a la judicatura libanesa y volvió a reclamar que NNUU siga interviniendo para concluir la investigación hasta el fin del proceso. Fuentes diplomáticas libanesas han declarado que la investigación de NNUU inculpará muy probablemente a altos cargos sirios por el asesinato de Hariri. Las mismas fuentes señalan que tal medida situará a Siria bajo una mayor presión internacional para que entregue a algunos sospechosos ante un eventual juicio e intensificará los llamamientos para que dimita el presidente libanés, Emile Lahud, creándose con ello mayor inestabilidad interna en Líbano que la creada por el propio asesinato de Rafik Hariri. Responsables del gobierno sirio han asegurado que Siria ha colaborado con la comisión de investigación de NNUU y que no se ha hallado ningún sospechoso sirio. Los resultados de la investigación no se harán públicos hasta finales de octubre.

2. La resolución 1559 fue adoptada por el CS de NNUU el 2 de septiembre de 2004 igualmente bajo presión de EEUU y Francia. El texto exige la retirada de las tropas sirias de Líbano (establecidas formalmente y con la aprobación estadounidense y francesa desde la firma de los Acuerdos de Taif de 199, que pusieron fin a la guerra civil libanesa y como compensación al papel jugado por Siria en la Guerra del Golfo). Asimismo la resolución llama a que Siria ponga fin a la intervención en los asuntos internos de Líbano. Igualmente, llama a las milicias libanesas, incluido Hezbolá a que se desarmen. El texto completo en inglés puede verse en: http://daccessdds.un.org Tras el asesinato de Hariri en febrero de 2005, EEUU y Francia presionaron fuertemente para la aplicación parcial de esta resolución: Siria retiró, no sin controversia, sus tropas y otros cuerpos de seguridad instalados en Líbano en el curso del mes de abril y mayo de 2005 mientras en Líbano se abría una profunda crisis política interna aún no concluida. Por el contrario, Hezbolá no ha sido requerido al desarme sino formalmente. Antes al contrario, la organización, que está integrada en el nuevo gobierno, habría recibido el reconocimiento de la Administración estadounidense como así se filtró en prensa árabe a comienzos de verano.

3. La fuerte intervención de Irán ­se afirma incluso con votantes- favoreció el triunfo de la lista conjunta de las formaciones confesionales chiíes, muy vinculadas a ese país, ad-Dawa y el Congreso Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, en as elecciones de enero de 2005, que los tradicionales aliados iraquíes de EEUU pidieron a la Administración Bush aplazara.

4. Véase la valoración de Abdel Bari Atwan en su artículo traducido en IraqSolidaridad: Una ‘reconciliación’ iraquí no nacional

5. Muy significativamente, en sintonía con los intereses de Irán en Iraq y de las formaciones confesionales chiíes iraquíes, el gran ayatolá Mohammad Hussein Fadlallah, máxima autoridad religiosa chií de Líbano y líder espiritual de Hezbolá, llamaba a los chiíes iraquíes al voto positivo al borrador de Constitución en el referéndum del 15 de octubre, considerándolo una «responsabilidad islámica» (al-Jazeera, 6 de octubre, 2005).

Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde.

Raghida Dergham (Beirut, 1953) es la corresponsal diplomática del diario al-Hayat en EEUU.