Por resolución sobre Monte del Templo o Explanada de Mezquitas
El ministro israelí de Educación y Cultura, Naftali Bennett, decidió abruptamente suspender la colaboración de su país con la UNESCO en réplica a la resolución sobre la Explanada de las Mezquitas, según los islámicos, o Monte del Templo, según los judíos, un sitio de adoración. En una carta dirigida a la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, y publicada en Twitter, el ministro acusa a la organización de aportar un «apoyo inmediato al terrorismo islamista».
También anuncia la suspensión por la comisión israelí de la UNESCO de «todas sus actividades profesionales con la organización internacional». Bennett aseveró que la resolución aprobada «supone un apoyo inmediato al terror islamista» y advirtió que «los que recompensan a los que apoyan la Yihad (guerra santa musulmana) en Jerusalén, la misma semana en que dos israelíes fueron asesinados, pueden ser la próxima víctima». El ministro opinó que «los terroristas de mañana pueden recibir inspiración y legitimación en el acto deplorable de la UNESCO» y reclamó al mundo que se oponga «abiertamente y en voz alta» a la resolución aprobada por la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura a propuesta de Palestina. «Ignorar la historia judía en Jerusalén es el primer paso hacia un mundo apaciguando a los que se oponen al pluralismo religioso y cultural», afirmó el ministro israelí.
También demandó que la UNESCO «ponga fin a este fiasco y deje de negar la historia antes de que su reputación quede empañada y su profesionalidad sea olvidada». La resolución, que fue adoptada ayer por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO, compuesto por 58 países, niega los vínculos del lugar (situado en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este) con el judaísmo y se limita a considerarlo centro de culto del Islam, que denomina al recinto como el complejo de la mezquita de Al Aqsa o Noble Santuario. El texto tuvo seis votos en contra, 26 abstenciones y dos ausencias, frente a 24 a favor, e incluía una enérgica condena a Israel por la gestión de los lugares sagrados de Jerusalén. Considerado el tercer sitio más sagrado del Islam tras La Meca y Medina, la mezquita fue erigida en el lugar en el que la tradición judía ubica los dos templos bíblicos, el de Salomón y el de Herodes. En contra de la resolución, que fue recibida con mucho desagrado por la delegación israelí presente en la sede de la UNESCO en París, votaron Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Holanda, Lituania y Estonia, mientras que Francia se abstuvo.
Lo aprobaron, en tanto, Palestina, apoyada por Egipto, Argelia, Marruecos, el Líbano, Omán, Qatar y Sudán, y en el mismo se incluyó una enérgica condena a Israel por la gestión de los lugares sagrados de Jerusalén.
La resolución desaprueba de forma tajante la actitud de Israel con respecto al acceso al lugar y se refiere a él únicamente como la mezquita de Al-Aqsa, calificándolo de lugar único del Islam.
Israel, que controla la zona desde que en la Guerra de los seis días de 1967 ocupó la parte este de Jerusalén, permite el acceso de los musulmanes a las mezquitas para que puedan orar, si bien en ocasiones se producen restricciones por razones de seguridad que determinan las autoridades israelíes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de «teatro del absurdo» la decisión adoptada por la UNESCO.
«El teatro del absurdo continúa en la UNESCO y hoy (jueves) la organización ha adoptado su decisión más extravagante al declarar que el pueblo de Israel no tiene conexión con el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos», manifestó Netanyahu tras conocerse la resolución.
«Decir que Israel no tiene relación con el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos es como decir que China no tiene conexión con la Gran Muralla o Egipto con las pirámides», enfatizó el premier en un comunicado.