Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino
También se descubrieron en el norte del país en la frontera con Tailandia decenas de presuntos campamentos de contrabandistas.
La policía de Malasia dice que ha descubierto 28 presuntos campamentos de trata de personas, situados a unos 500 metros de la frontera norte del país, un día después de que las autoridades informaran sobre el hallazgo de múltiples fosas comunes.
«Descubrimos 139 que creemos son tumbas», dijo a los periodistas el jefe de policía nacional Gen Khalid Abu Bakar.
«Es una escena muy triste… Para nosotros incluso solo una sería muy seria», agregó. «Estamos trabajando estrechamente con nuestros homólogos de Tailandia . Encontraremos a los que han hecho esto»
No podría informar de inmediato sobre la cantidad de cadáveres enterrados en esos sitios, pero la confirmación de que hay 139 fosas significa que el número de muertos será mucho mayor que la sospechada cantidad de 100, imaginada al principio.
Las densas selvas del sur de Tailandia y del norte de Malasia han sido para los contrabandistas la ruta más importante para traer gente en barco hasta el sureste de Asia desde Birmania – la mayoría de ellos musulmanes rohingya que dicen estar huyendo de las persecuciones – y Bangladesh .
Khalid añadió que una tumba estaba a unos 100 metros de una fosa común descubierta en Tailandia a principios de este mes.
Los resultados parecieron indicar la existencia de un sistema de campamentos y de tumbas en la selva que empequeñece los encontrados por la policía tailandesa a principios de mayo, un descubrimiento que generó preocupación regional sobre el contrabando y el tráfico de personas.
El descubrimiento también puso de manifiesto las repetidas negativas de altos funcionarios de Malasia – que durante mucho tiempo venían siendo acusados por grupos de derechos humanos de no hacer lo suficiente para enfrentar al comercio ilícito – siendo que tales sitios existían en su territorio.
Khalid dijo que el mayor campamento descubierto en Malasia podría haber albergado a unas 300 personas, mientras que otro podría haber alojado unas 100 personas más, lo que evidencia la escala de operaciones de los traficantes de seres humanos en la región y alienta el temor de que sean desenterrados un gran número de cuerpos.
«Ya ha llegado el equipo forense que llevará a cabo la investigación», dijo Khalid a los periodistas en Wang Kelian, un pueblo de Malasia, en el que se encontraron la mayoría de las tumbas.
«Vamos a encontrar definitivamente a quién haya hecho esto… No vamos a perdonar a nadie que esté involucrado incluidos los funcionarios de Malasia «, dijo.
Khalid se negó a decir si las víctimas son rohingya o bangladeshes, aduciendo que la policía tiene que esperar a que se exhumen e identifiquen los cuerpos.
Khalid también dijo que encontraron al menos un cuerpo muy descompuesto, sólo piel y huesos. La policía cree que dos o tres de los campamentos fueron abandonados en fecha reciente tal vez no más de dos semanas porque encontraron arroz, verduras, comidas recién hechas y utensilios de cocina.
Las fotos tomadas por la policía dan una idea de la terrible experiencia de los migrantes en esos campamentos, mantenidos en recintos vallados con troncos en bruto y cubiertos con lona.
También fueron encontrados medicamentos envueltos en bolsas de plástico, ropa blanca, tradicionalmente utilizadas para envolver los cuerpos en los ritos funerarios musulmanes, y una caja utilizada para almacenar balas con la marca tailandesa Thai Arms Co Ltd.
Los campamentos disponían de áreas para salas musulmanas para orar, cocina y duchas además de puestos de guardia y hasta lo que parece ser una zona preparada para practicar «takraw sepak», una especie de juego de voleibol popular en Malasia y Tailandia.
Interrogado sobre por qué no se habían tomado medidas con anterioridad Khalid dijo que la policía había estado haciendo inteligencia, desde principios de año, a partir de la detención de 37 presuntos traficantes de personas – que incluyó a dos policías – lo que condujo a este sombrío descubrimiento.
No se han hecho arrestos en conexión con el descubrimiento de las 139 fosas.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, dijo el lunes que estaba «profundamente preocupado» por el descubrimiento realizado en la selva. «Vamos a encontrar a los responsables», comentó Najib en su página de Facebook.
A principios de mes, había declarado «Malasia no realiza ni tolerará ninguna forma de trata de personas.»
Pero es probable que este descubrimiento centre la atención en un nuevo récord de Malasia en la lucha contra un flagelo que los activistas dicen llevan a cabo los sindicatos del crimen, probablemente con la complicidad de las autoridades.
La agencia de refugiados de Naciones Unidas ACNUR estimó el viernes que 3.500 migrantes seguían varados en embarcaciones sobrecargadas con suministros cada vez más escasos y reiteró su llamado a rescatarlos a los gobiernos de la región.
Malasia e Indonesia han dicho que va a permitir bajar a tierra temporalmente a las miles de personas que siguen en el mar y ordenó a sus fuerzas navales que rescaten a quienes se encuentren a la deriva.
Tailandia ha dicho que no permitirá atracar a los barcos de migrantes, pero el primer ministro, Prayuth Chan-ocha, agregó el lunes que la marina tailandesa ayudará a los necesitados de atención médica. «He ordenado a la armada organizar un centro de comando flotante con nuestros barcos para ayudar a quienes estén heridos», dijo.