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Sales y soles

Las buenas lenguas

Fuentes: Gara

No se puede caer más bajo. ¡A la altura de los inmigrantes! La comunidad canina todavía no puede creérselo. El cartel aparecía colgado en la puerta de una tienda de informática de la localidad mallorquina de Alcudia. Con los colores de la bandera de Rumanía de fondo, el letrero decía: «Se prohíbe la entrada sin […]

No se puede caer más bajo. ¡A la altura de los inmigrantes! La comunidad canina todavía no puede creérselo. El cartel aparecía colgado en la puerta de una tienda de informática de la localidad mallorquina de Alcudia. Con los colores de la bandera de Rumanía de fondo, el letrero decía: «Se prohíbe la entrada sin previo aviso a perros y rumanos, de lo contrario saldrán hechando ostias». Tal cual, falta de ortografía incluida. Según los dueños del local, el cartel nace del cabreo y disgusto por el reciente robo de un par de ordenadores portátiles a manos de tres rumanos. La pregunta sigue sin respuesta: ¿Y qué culpa tienen los perros?

No se puede caer más bajo. Han tocado fondo. Después de los inmigrantes, nada, nadie. Ni los perros. El racismo descorazona. Después de nosotros, nada, nadie, la indiferencia, el vacío, la exclusión, el enemigo. No hay tú. Ni vosotros. Sólo ellos. Los otros. Los muertos de hambre, los que matan de miedo.

El racismo está en boca de todos, cada vez más. Ahora, combatirlo también. A mordiscos. A lengüetazos. En los próximos meses la Comunidad de Madrid va a repartir por los centros deportivos, los colegios y los comercios más de dos millones de chicles, blancos y negros, como icono de la lucha contra el racismo. La campaña se completa con cuñas de radio, anuncios en prensa, televisión e Internet, en los que participan 18 deportistas de elite. Su lema: «Di no al racismo en todas las lenguas». No al racismo, boca a boca.

Un chicle contra el racismo. Una goma de mascar prejuicios y estereotipos. Puestos a soñar con la lengua, a estirar la campaña, las siguientes ediciones la propuesta podría ser aún más contagiosa, efectiva y sabrosa: Déjate besar por los inmigrantes hasta que te saquen los colores. Di no al racismo con la lengua. El amor al prójimo también se aprende. Beso a beso. Yo, mi, te, contigo. Déjate besar hasta salga el arco iris en tu lengua. Abre tu boca sin temor y déjate besar en defensa propia.