Movimientos sociales denuncian la conclusión de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Centroamérica, Colombia y Perú, y la reanudación de negociaciones con el Mercosur. Las redes, plataformas y organizaciones de América Latina, el Caribe y Europa, reunidas en Madrid del 14 al 18 de mayo, durante la Cumbre de los Pueblos «Enlazando Alternativas IV», […]
Movimientos sociales denuncian la conclusión de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Centroamérica, Colombia y Perú, y la reanudación de negociaciones con el Mercosur.
Las redes, plataformas y organizaciones de América Latina, el Caribe y Europa, reunidas en Madrid del 14 al 18 de mayo, durante la Cumbre de los Pueblos «Enlazando Alternativas IV», lamentan profundamente los resultados de la Cumbre oficial UE-ALC. Califican de escandaloso que la Unión Europea, con el objetivo de volver al «crecimiento económico en base de la demanda en el exterior», cree las condiciones para profundizar la violencia, la pobreza y el cambio climático en Latinoamérica.
«Acusamos a la UE de flagrante complicidad en la violación de los derechos humanos, por ejemplo en Colombia, Honduras, Perú, Guatemala y México, países donde dirigentes sociales son asesinados cotidianamente y la protesta social es reprimida», se dice en la declaración final de la cumbre alternativa.
Además, durante la Cumbre de los Pueblos se documentó graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos cometidas por multinacionales europeas en América Latina con el apoyo de las instituciones y gobiernos de la Unión Europea.
La creación de una «Zona Euro-Latinoamericana de Asociación Global Interregional», sustentada en la aprobación de una serie de acuerdos de libre comercio para proteger los intereses de las multinacionales europeas en América Latina y el Caribe, va a seguir generando elevados costos sociales y ambientales, así como agravando las desigualdades.
Auguran impactos devastadores de las políticas de recorte del gasto público, privatizaciones y desregulación económica y financiera a las que obligan los acuerdos comerciales.
La Cumbre de los Pueblos rechaza «enérgicamente» los Tratados de Libre Comercio, pactados entre algunos gobiernos latinoamericanos y europeos, que han sido negociados a espaldas y en contra de los intereses de las mayorías, en los países afectados. Anuncian además movilizaciones contra la ratificación de los acuerdos comerciales UE-Cariforum, UE-Colombia y Perú, y UE-Centroamérica, así como para impedir la firma de un TLC con el Mercosur.
Especial preocupación tienen las organizaciones sociales por el tratado con Colombia ante la gravísima situación de los Derechos Humanos en el país andino. En los últimos años se han incrementado los asesinatos políticos, desapariciones forzadas, masacres, el desplazamiento masivo y torturas, cometidos desde las más altas posiciones del Estado colombiano, incluyendo su Presidente Álvaro Uribe Vélez. Con un grado de impunidad de entre 90% y 99%, de acuerdo con la ONU, el acuerdo comercial de la UE con Colombia crea las condiciones para que la situación de vulnerabilidad e indefensión de la población civil se agrave todavía más.
Los movimientos socialen exigen asimismo, la ruptura de las relaciones diplomáticas y financieras con el gobierno de Porfirio Lobo en Honduras, «proveniente de un golpe de Estado, elegido en condiciones antidemocráticas, sostenido a costa de la represión a los movimientos sociales y la violación de los derechos humanos», de acuerdo con su declaración.
La firma de los acuerdos comerciales con Colombia y Centroamérica certifica que en la política exterior de la UE priman claramente los acuerdos comerciales sobre los Derechos Humanos vulnerando así, entre otros, el artículo 103 de la Carta de Naciones Unidas que señala que en caso de enfrentamiento entre una norma incluida en tratados de Derechos Humanos y cualquier otra disposición de tipo comercial, prevalecerá la primera.