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Seis meses después Estados Unidos y la Unión Europea han entregado sólo la tercera parte de lo prometido

Las organizaciones internacionales denuncian que la ayuda para los damnificados del tsunami ha sido acaparada por los más ricos

Fuentes: AFP y The Independent

Asia conmemoró este domingo el devastador tsunami ocurrido hace exactamente seis meses, que causó más de 200 mil muertos, y a pesar de los esfuerzos de gobiernos y organizaciones internacionales la distribución de la ayuda y la reconstrucción avanzan a paso lento. Para la organización humanitaria británica Oxfam, la ayuda tiende algunas veces a ir […]

Asia conmemoró este domingo el devastador tsunami ocurrido hace exactamente seis meses, que causó más de 200 mil muertos, y a pesar de los esfuerzos de gobiernos y organizaciones internacionales la distribución de la ayuda y la reconstrucción avanzan a paso lento.

Para la organización humanitaria británica Oxfam, la ayuda tiende algunas veces a ir hacia los más ricos, en lugar de servir a los más pobres, que fueron los más afectados en la tragedia del 26 de diciembre pasado.

«Tomó entre cinco y 10 segundos destruir cientos de comunidades; cinco a 10 segundos en arrasar a 225 mil personas. Y tomará de cinco a 10 años reconstruir todo lo que se perdió. Tenemos un largo camino por recorrer», dijo a su vez Jan Egeland, director de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), quien estimó que costará cerca de 9 mil millones de dólares la reconstrucción de la región azotada.

Los gobiernos de Japón y Gran Bretaña han cumplido casi todos sus compromisos, pero Estados Unidos y la Unión Europea han entregado sólo la tercera parte de lo prometido. Australia ha donado 7 por ciento del dinero comprometido, informó la organización Action Aid.

Al respecto, el ex presidente estadunidense, Bill Clinton, quien visitó en febrero pasado la zona devastada en Asia, instó a la ONU a que aumente los fondos para las víctimas del tsunami, al subrayar «la necesidad de un gran esfuerzo para la reconstrucción».

Tan sólo en la provincia indonesia de Aceh, el Banco Mundial estima que el costo de la reconstrucción será de 3 mil millones de dólares, de los cuales mil 400 millones se destinarán para infraestructura y viviendas, pero solamente se han entregado 500 millones de dólares.

Indonesia, cuyo gobierno anunció este fin de semana 172 proyectos de reconstrucción de un valor de 585 millones de dólares, fue el más golpeado de los 11 países afectados por el devastador maremoto, con 160 mil muertos y desaparecidos, en su mayor parte en la convulsionada provincia de Aceh, donde más de 450 mil personas perdieron sus viviendas, así como la isla de Nias, golpeada por el tsunami y luego por un violento terremoto en marzo.

Por lo pronto, la población de Aceh exigió una distribución de ayuda más igualitaria para reconstruir la provincia. Clamores de ayuda se escucharon en toda el área de Lhok Nga, a las afueras de Banda Aceh, capital provincial, donde se amontonan los campos de desplazados.

«Hace tres días que no recibimos arroz, no entendemos qué pasa, pero los domingos no hay nadie a quien recurrir». Al final hemos ido a buscar arroz al campo de Weu Raya, donde pudimos conseguir algo», declaró un joven de 29 años.

Al conmemorarse los primeros seis meses de la tragedia, la isla indonesia de Sulawesi fue remecida por un sismo de 5.8 grados Richter, sin causar víctimas ni daños, informaron sismólogos.

El movimiento telúrico submarino se produjo a 122 kilómetros al este de la ciudad de Manado, norte de Sulawesi, informó la agencia de sismología. Su epicentro fue localizado a 33 kilómetros de profundidad.

A las secuelas del maremoto en esta región se suman no pocas dificultades administrativas, marcadas por la corrupción, derivadas de la confiscación de tierras, ya que mucha gente desplazada como consecuencia de la tragedia perdió sus documentos de identidad y propiedad.

En Sri Lanka, otro país golpeado por el tsunami, a las dificultades económicas, se suma además una crisis política provocada por la distribución de la ayuda a los sobrevivientes en las zonas controladas por los rebeldes tamiles, que se agravó este domingo.

Un partido de la coalición en el poder, que representa a la minoría musulmana, la National Unity Alliance (NUA), advirtió que abandonará el gobierno dentro de 48 horas si Colombo no se retracta sobre un acuerdo de cooperación con la guerrilla de los Tigres tamiles (LTTE) que debe permitir la repartición equitativa de la ayuda internacional a los damnificados.

Esta amenaza asesta un nuevo golpe al gobierno de la presidenta Chandrika Kumaratunga, que ya fue abandonado por otro aliado, los marxistas nacionalistas, a mediados de junio, lo que provocó que perdiera su mayoría de apoyo en el Parlamento.

Por otro lado, el climatólogo británico, John Houghton, indicó que de continuar el Grupo de los Ocho con su política hacia el medio ambiente, el calentamiento global será desastroso.

El científico, instó a los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Rusia a reconocer que la amenaza del cambio climático es clara y aumenta y a identificar las acciones con las cuales puedan ser tomadas para reducir las emisiones que provocan el llamado efecto invernadero.