El cierre del encuentro social Enlazando Alternativas (EA2), un evento de la sociedad civil paralelo al encuentro de presidentes de América Latina y el Caribe (ALC) y de la Unión Europea (UE), en Viena, Austria, la semana pasada, contó con cerca de 3 mil personas. Muchos vienenses no consiguieron entrar, ya que fue anunciada la […]
El cierre del encuentro social Enlazando Alternativas (EA2), un evento de la sociedad civil paralelo al encuentro de presidentes de América Latina y el Caribe (ALC) y de la Unión Europea (UE), en Viena, Austria, la semana pasada, contó con cerca de 3 mil personas. Muchos vienenses no consiguieron entrar, ya que fue anunciada la presencia de los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Hugo Chávez, de Venezuela.
A la llegada de ellos, los aplausos no paraban y fue difícil convencer a una centena de fotógrafos, entre profesionales y simpatizantes, de liberar el frente del escenario para que el evento pudiese comenzar. Después de breves declaraciones de otras personas conocidas en América Latina como José Bové, de Francia, João Pedro Stédile, de Brasil, Blanca Chancoso, de Ecuador, Carlos Lages, de Cuba, entre otros, Morales habló recordando su trayectoria popular.
A partir del trabajo sindical, se fue articulando el Movimiento al Socialismo (MAS), «el instrumento político que Bolivia necesitaba». «Nací de la conciencia del pueblo y la unión del pueblo me llevó adonde estoy. Por ello quiero mandar obedeciendo al pueblo», afirmó. Continuó recordando la necesidad de madurar políticamente para superar sectarismos electorales, porque lo que se debe enfrentar, de hecho, es el desafío de superar 500 años de Estado colonial.
Esta meta debe estar por encima de todo y es preciso unir a todos los grupos de izquierda. «Si en el pasado, los gobiernos hacían llorar al pueblo por la crueldad de la represión, hoy, nos alegramos porque el pueblo llora de emoción», remarcó Morales. Por eso, pidió que los dirigentes populares y sindicales continuasen ejercitando el control del poder porque el gobierno de esa manera actuará correctamente, pero como resultado de la participación de estos sectores sociales.
A lo largo del discurso, dos veces Morales habló del «compañero» Luiz Inácio Lula da Silva, Presidente de Brasil, y de la relación amistosa con el gobierno brasilero, recordando que la nacionalización de los hidrocarburos fue reconocida por el presidente brasilero como una decisión soberana de Bolivia.
Y fue el turno de Hugo Chávez que, después de casi una hora de ataques al Imperio de Bush – George W. Bush, Presidente de Estados Unidos – (¡sin embargo, allá, todos estaban de acuerdo!), comenzó a presentar una serie de acciones conjuntas entre Venezuela, Cuba y Bolivia, algunas con la colaboración también de Brasil. La finalidad de esas iniciativas es reforzar el ALBA (Alianza Bolivariana de las Américas).
El tímido comienzo del ALBA, sin embargo, firmada con Cuba en diciembre de 2004, permitió que el intercambio comercial entre los dos países pasase de U$S 300 millones en 2004, a U$S 2.000 millones en 2005, previendo llegar, en 2006, a U$S 3.000 millones. Chávez recordó el trueque que ya está encaminado para capacitar a 500 agrónomos y 500 médicos sociales de toda América Latina, además del intercambio con el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), de Brasil, para organizar, en Venezuela, cursos para seleccionar y multiplicar el uso de semillas nativas.
Recordó además la nueva manera que tiene Cuba de pagar el petróleo que compra de Venezuela. La Isla, a cambio del petróleo, envió a 20.000 médicos para atender a millones de venezolanos en las ciudades y áreas rurales. También fueron cortadas todas las tasas de importación en la comercialización entre Bolivia, Venezuela y Cuba. Estos últimos se comprometieron también a comprar toda la soja que está sobrando en Bolivia, después que EE.UU., vía TLC, cerró un nuevo acuerdo con México. Cuba y Venezuela también van a proporcionar, gratuitamente, miles de cartillas en aymará, quechua y guaraní, las tres lenguas indígenas oficiales, y en español, para que Evo Morales pueda iniciar una campaña masiva de alfabetización en el país.
Innumerables veces los dos oradores fueron interrumpidos por los aplausos de un público que, en su mayoría, se reconocía en las palabras y en los pasos concretos que la política de los dos países está ensayando, viendo en ello el esfuerzo para iniciar una sociedad más justa y solidaria.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]