Frente a miles de simpatizantes que llenaron el Zócalo y decidieron continuar con el megaplantón, en demanda del voto por voto, Andrés Manuel López Obrador rechazó la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), de sólo ordenar un recuento parcial de sufragios. A los magistrados, dijo, les faltó «altura de miras», […]
Frente a miles de simpatizantes que llenaron el Zócalo y decidieron continuar con el megaplantón, en demanda del voto por voto, Andrés Manuel López Obrador rechazó la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), de sólo ordenar un recuento parcial de sufragios. A los magistrados, dijo, les faltó «altura de miras», ya que utilizaron un criterio estrecho, limitado, jurídicamente endeble y muy similar al que sostiene el equipo de su contrincante del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, desde hace 10 días.
El tabasqueño reafirmó que continuará con el movimiento de resistencia civil pacífica y dejó para la reunión de hoy por la mañana la definición de las nuevas medidas que habrán de tomar para lograr que se limpie la elección y el recuento sea en las más de 130 mil casillas. Insistió en que los siete magistrados deben rectificar esa primera decisión, «porque tienen la facultad y la obligación moral de hacerlo».
Reveló en seguida el contenido de dos correos electrónicos, intercambiados -entre el 24 y el 27 del pasado julio- por dos hombres cercanos a Calderón, el secretario general adjunto del PAN, César Nava, y el diputado de ese partido Juan Molinar Horcasitas, donde se expresa «la intención de aceptar sólo el criterio estrecho de recuento en un número pequeño de casillas», criterio muy similar al que empleó el tribunal electoral.
Los gritos de «¡fraude, fraude!» de la multitud indignada interrumpieron la alocución de López Obrador, quien advirtió luego que no es casual o lo puede ser esa coincidencia y por eso sostiene que hay duda legítima en torno a esa similitud de criterios entre el equipo «del candidato de la derecha» y la resolución del TEPJF.
«Tengo pruebas de lo que estoy afirmando, pruebas certificadas ante notario público», en referencia a los correos electrónicos que luego hizo públicos y en los que «los panistas admiten que son ciertos nuestros datos sobre la existencia de 72 mil casillas con irregularidades y errores aritméticos».
Es más, agregó, en esas comunicaciones internas entre Nava y Molinar, «afirman textualmente que no hay datos falseados (en la argumentación perredista). O sea: admiten que tenemos razón en nuestra demanda de limpiar la elección, pero han guardado silencio de manera hipócrita».
El mensaje de López Obrador era esperado con ansia por sus simpatizantes y con expectación por la prensa nacional y extranjera, sobre todo porque no hubo declaración alguna luego de la resolución del TEPJF, y sus colaboradores no revelaron nada de lo discutido en varias reuniones previas.
Puntual, recibido con el «¡no estás solo, no estás solo!», el tabasqueño agradeció a los ciudadanos allí congregados que decidieran continuar en la resistencia, pese a las incomodidades.
Fijó luego su postura ante la decisión del TEPJF de ordenar el recuento sólo de una pequeña parte de las 130 mil casillas que se instalaron en todo el país. «Como aquí se está expresando y es notorio, no estamos de acuerdo con ello, porque nosotros demandamos con mucha claridad el recuento de todos los votos, voto por voto, casilla por casilla».
Sostuvo que «los magistrados utilizaron un criterio estrecho y muy limitado; que les faltó, dicho con todo respeto, altura de miras. Su decisión es legalmente endeble, baste preguntar ¿con qué criterio el tribunal decide abrir sólo 11 mil 839 casillas con errores aritméticos cuando hay un total de 72 mil casillas con las mismas características?
«¿Por qué sí abrir 9 por ciento de las casillas, y no el otro 62 por ciento que tienen los mismos errores y las mismas características?», insistió.
-¡Por vendidos! -le respondió alguien y muchos otros asintieron.
Dijo que los magistrados pueden argumentar que sólo habrá nuevo conteo de votos en los casos en que se interpusieron recursos de protesta o en aquellos en que se les entregó a tiempo la documentación, pero, se preguntó, «¿acaso no tiene el TEPJF la facultad de suplir las insuficiencias de la prueba, sobre todo ante un asunto de tanta relevancia para la vida pública de México?
«No estamos acudiendo a una agencia del Ministerio Público; estamos hablando de un tribunal que, de acuerdo con la Constitución, tiene el propósito de dar certeza al proceso electoral, un tribunal para garantizar nada menos que la autenticidad de la democracia», señaló.
«¡Voto por voto, casilla por casilla!», volvió a corear la audiencia.
Calificó de «increíble» que uno de los magistrados argumentara que si faltaban boletas se debía, entre otras cosas, a que los jóvenes que acudieron a sufragar se llevaban las boletas.
«¿Saben ustedes cuántas boletas faltan? 900 mil boletas», expuso.
-¡Fraude, fraude, fraude! -le respondió otra vez la gente.
López Obrador advirtió que por ello sostendrán su exigencia de un recuento general de votos y «ante esta primera decisión del tribunal insistimos en que los magistrados deben rectificar su resolución porque tienen la facultad y la obligación moral de hacerlo. No nos vamos a dejar».
Continuará la resistencia civil, argumentó, «porque se tiene que hacer valer la democracia, para dar transparencia y certeza a los resultados de esta elección. La protesta popular seguirá, porque no podemos aceptar la imposición, porque no queremos que el grupo de privilegiados siga manteniendo el gobierno como si fuese un comité a su servicio».
Si se permite que se imponga el proyecto de la derecha, «no solo significaría pisotear la voluntad popular, sino que va a representar más pobreza y marginación, un retroceso a los derechos sociales y humanos de la mayoría de la población».
El triunfo de la derecha, insistió, «significaría disminuir los salarios de los trabajadores, aumento del desempleo, de la migración. No se puede permitir que se imponga a Calderón en la Presidencia de la República, porque no queremos que se sigan entregando bienes nacionales a unos cuantos, porque no queremos la privatización de la industria eléctrica ni del petróleo, ni que se siga rechazando a los jóvenes en las universidades públicas por falta de espacio».
Es necesario «seguir resistiendo y luchando. No queremos ya la misma política antipopular y entreguista. ¡Voto por voto, casilla por casilla!»
Hoy, posición definitiva
Acompañado en el templete por los dirigentes de los partidos que integran la coalición Por el Bien de Todos (PRD, PT y Covergencia) y buena parte de los cuadros perredistas, López Obrador anunció que hoy en la asamblea permanente fijarán la posición definitiva, pero por lo pronto les preguntó si mantendrán la exigencia de voto por voto, casilla por casilla.
-¡Sííí! -le respondieron.
-¿Nos vamos o nos quedamos?
-¡Nos quedamos! -gritaron de nuevo a coro miles de sus simpatizantes.
Es muy claro, señaló, que «si se niegan a abrir todas las casillas es una prueba contundente de que ganamos la elección presidencial».
Ahora la respuesta de la multitud fue «presidente, presidente, presidente» por varios minutos. Con ese respaldo, les pidió tener confianza en la victoria. «Ellos pueden tener el dinero, el poder, pero nosotros tenemos lo mero principal, el respaldo de la gente, del pueblo.» Les recordó que el apoyo popular lo hizo salir adelante cuando el desafuero y ahora será lo mismo. «Aquí estamos y vamos a seguir estando.»
Terminó su intervención con una frase de Benito Juárez: «El pueblo que quiere ser libre, lo será, Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil, cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos».
Después de la asamblea se volvió a reunir con su equipo de campaña para afinar la estrategia de lucha que esta mañana dará a conocer.