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Los Hermanos Musulmanes se convierten en el principal bloque de oposición en el Parlamento de Egipto

Fuentes: Amanecer del Nuevo Siglo

Pocos dudan en Egipto que los auténticos ganadores de las recientes elecciones parlamentarias han sido los Hermanos Musulmanes (HHMM), la organización islamista prohibida, pero tolerada, que ha inspirado al resto de los partidos islamistas en el mundo árabe y musulmán. Bajo el eslogan «Islam ul hal» (El Islam es la solución), los HHMM consiguieron 88 […]

Pocos dudan en Egipto que los auténticos ganadores de las recientes elecciones parlamentarias han sido los Hermanos Musulmanes (HHMM), la organización islamista prohibida, pero tolerada, que ha inspirado al resto de los partidos islamistas en el mundo árabe y musulmán. Bajo el eslogan «Islam ul hal» (El Islam es la solución), los HHMM consiguieron 88 de los 444 escaños del Parlamento, pero todos en Egipto saben que habrían obtenido una victoria abrumadora si las elecciones hubieran sido libres y justas. Sin embargo, la organización de los HHMM, fundada en 1928, ha demostrado su resistencia en un marco de limitación de libertades, debido en parte a su utilización de las mezquitas, que les permite llegar al público y conseguir nuevos apoyos, y a su provisión de servicios sociales. Los analistas afirman que los buenos resultados de los HHMM suponen una bofetada en el rostro del gobernante Partido Democrático Nacional (NDP) y de Gamal Mubarak, el hijo del presidente, que dirigió
los esfuerzos para reformar el partido y las campañas electorales de las elecciones presidenciales y legislativas.

Algunos de los líderes de los HHMM han anunciado ya que utilizarán su fuerte presencia en el Parlamento para presionar en favor de la abolición de todas las leyes que restringen las actividades de la oposición y que impiden al movimiento islamista operar legalmente. De hecho, los candidatos de los HHMM tuvieron que concurrir como independientes debido a la prohibición de la organización, aunque esto impidió a esta última conseguir seis veces más diputados de los que poseía con anterioridad.

Más significativamente, los candidatos de los HHMM tuvieron una tasa de éxitos electorales superior al 50% en el tercio de los distritos electorales en los que concurrieron, lo que sugiere que si hubieran presentado candidatos en todas las circunscripciones electorales habrían podido amenazar la supremacía del NDP. «Los HHMM se abstuvieron de presentar candidatos en los distritos en los que concurrían ministros y hombres clave del régimen con el fin de no provocar a éste,» señaló Amr Shubaki, un analista del Centro Al Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos. En realidad, esta postura de cautela y los llamamientos de los HHMM en favor de un mayor grado de democracia han hecho fracasar los intentos del régimen para demonizar a la organización ante los ojos de Occidente. «Ellos continuarán intentando conseguir la confianza de Occidente y de la comunidad internacional y presentándose como una fuerza política y una alternativa moderada,» señaló Shubaki.

Además, los líderes de los HHMM afirman que el fraude y la intimidación instigados por el gobierno y el NDP han privado a su organización de al menos otros 35 escaños. Mahmoud Ezzat, secretario general de los HHMM, manifestó a Al Ahram que «los miembros del establishment no han comprendido que la gente quiere un cambio profundo y continúan aferrándose a sus métodos despóticos.» «Queremos cambiar las leyes que frenan el renacimiento de Egipto. Queremos abolir las leyes de emergencia, limitar los poderes de la Presidencia y equilibrar los del Ejecutivo y el Legislativo, y queremos también reformar las leyes que restringen los derechos políticos,» señaló. Asimismo, Ezzat aseguró que los HHMM utilizarían su posición en el Parlamento para realizar una campaña en contra de la corrupción, pero precisó que la organización apoyaría las reformas económicas liberales. «Un libre mercado es el mejor método para que la gente recoja los frutos de su trabajo,» manifestó.

Issam al Aryan, otro líder de los HHMM, señaló que el movimiento planea trabajar con otros partidos de la oposición, incluyendo los laicos -que obtuvieron únicamente un puñado de escaños en el Parlamento- con el fin de alcanzar un mayor grado de libertad política. «Todo el mundo quiere la reforma en este país. La cuestión es cómo se construye: sobre la base de los valores occidentales o sobre la base de nuestros propios valores y civilización,» indicó. «Éste es el gran debate que surgió a principios del pasado siglo, tras el colapso de Imperio Otomano. Nuestro grupo cree que debemos construirla sobre la base del Islam, tomando los puntos positivos que existen en la experiencia occidental y rechazando el resto. Tras 100 años de fracasos, nosotros somos la gente del futuro.»

Los HHMM son también moralmente superiores al NDP porque ofrecen una fe e ideología. El poder del NDP está basado sólo en miembros de la administración y de las fuerzas de seguridad y en multitudes que están dispuestas a vender sus votos. Sus métodos son la represión contra la oposición y el soborno. El mensaje de los HHMM, que combina la salvación espiritual con un renacimiento político islámico, ha conectado bien con el sentir de la clase media – especialmente con el de los profesionales, tales como abogados, doctores e ingenieros. «No soy miembro de los HHMM, pero voy a votar por ellos,» señaló Ahmed Omar, un estudiante de literatura, a la agencia AFP. «Ellos tienen valores, moralidad y sabiduría y sostienen la palabra de Dios por encima de todo lo demás.»

Algunos líderes del NDP creen que el poder debería legalizar a los HHMM y han alabado la disposición de los islamistas a trabajar dentro del sistema. «Ellos están integrados en el sistema y esto es un paso positivo en lo que respeta a las relaciones con el Islam político,» dijo Mustafa Kamal, uno de los líderes del NDP. Las autoridades egipcias han dicho siempre que no debería permitirse a ningún partido basado en la religión participar en el proceso electoral porque esto provocaría divisiones sectarias entre los musulmanes y la minoría cristiana copta (alrededor del 10% de la población). El éxito político de los HHMM y sus intentos de tranquilizar a la minoría copta deberían haber creado una nueva situación. Sin embargo, todos los signos apuntan a que el régimen seguirá negándose a otorgar algún tipo de estatus legal a la organización o a permitirle que se convierta en un partido político. En realidad, el gobierno teme que un partido islamista legal podría ganar fácilmente c
ualquier elección en el país y derribar al régimen de Mubarak.

Arrestos e intimidación
Al disponer de un sólido bloque de diputados en el Parlamento, será más difícil, sin embargo, para el régimen continuar arrestando a miembros y líderes de esta organización, bajo la acusación de pertenecer a un grupo ilegal. En la primera ronda de las elecciones ningún miembro de los HHMM fue arrestado. No obstante, tras el primer éxito de los HHMM en ese estadio, las cosas comenzaron a cambiar y 868 miembros del grupo fueron arrestados en la segunda ronda, incluyendo algunos de los más influyentes directores de la campaña. El régimen envió incluso a grupos de matones para hostigar y atacar a los miembros del grupo. La policía cerró también los colegios electorales en las áreas que están consideradas como feudos de los HHMM. Pese a todas estas restricciones, los candidatos de los HHMM ganaron 34 escaños más, confirmando, de este modo, la posición de la organización como la fuerza de oposición más seria y organizada del país.

La tercera ronda, que se inició el 1 de diciembre, se tornó sangrienta porque el régimen comprendió que podía perder y recurrió a la violencia contra los miembros de los HHMM; centenares de ellos fueron arrestados y la policía clausuró muchos colegios electorales, a pesar de la existencia de multitudes fuera de ellos que querían votar. En muchas circunscripciones, las tropas -respaldadas por vehículos blindados- sellaron las calles que conducían a los colegios. En los distritos de Sharqiya y Daqahliya, en el Delta del Nilo, estallaron disturbios después de que se impidiera también a los votantes el acceso a los colegios. En la ciudad costera de Baltim, un votante falleció y otros 60 resultaron heridos durante los choques con la policía antidisturbios. La Organización Egipcia pro Derechos Humanos registró 76 casos de jueces que fueron atacados por la policía o por los matones del NDP. En Damanhur, un feudo de los HHMM, uno de los sicarios, que fue capturado por los votantes, c
onfesó que había sido «liberado de la cárcel, junto con otros presos, en la víspera de las elecciones» y se le había «entregado dinero para mantener a los votantes alejados de los colegios electorales.» Al Yazira, Al Arabiya, la BBC e incontables agencias ofrecieron imágenes de matones empuñando machetes que amenazaban a los votantes.