Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
El viernes, los neoconservadores de Trump y el Departamento del Tesoro y sus exalumnos de Goldman Sachs impusieron sanciones contra 35 barcos y dos compañías involucradas en el transporte legal de petróleo de Venezuela a Cuba.
Vicepresidente Mike Pence✔
@VP
5 de abril de 2019
Respondiendo a @VP
Es el momento de la lucha en Venezuela entre la dictadura y la democracia y la libertad. Nicolás Maduro es un dictador sin derecho legítimo al poder y Nicolas Maduro debe irse.
Vice President Mike Pence ✔
. @ POTUS está tomando medidas contra una fuente vital de la riqueza del régimen de Maduro. Hoy en día, los Estados Unidos sancionarán a 34 embarcaciones de propiedad u operadas por PDVSA, así como a 2 compañías adicionales que transportan crudo venezolano a Cuba. ¡El petróleo de Venezuela pertenece al pueblo venezolano!
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4:28 PM – Apr 5, 2019
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The legitimate Venezuelan National Assembly called for international support of its decree. The Department of the Treasury has sanctioned companies and vessels facilitating illegal oil transfers from the Maduro regime to Cuba. Thisisonly a first step.
TreasuryDepartment✔@USTreasury
El Tesoro sanciona a las empresas que operan en el sector petrolero de la economía venezolana y que transportan petróleo a Cuba. https://home.treasury.gov/news/press-releases/sm643…
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10:47 AM – Apr 6, 2019
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Cuba ha sido «ilegal» durante sesenta años. En otras palabras, ha resistido con éxito, aunque trágicamente, la imposición del orden neoliberal después de la Revolución Cubana.
Es seguro decir que el estadounidense promedio no sabe prácticamente nada sobre Cuba y su historia. No conocen a Fulgencio Batista, el brutal líder militar que impuso un statu quo (y una mafia) neoliberal en Cuba. En ese momento, las corporaciones extranjeras, principalmente estadounidenses, poseían el 70% de las tierras cultivables y Batista se desempeñaba como intermediario para los negocios transnacionales.
«A fines de los años 50, los intereses financieros de los Estados Unidos incluían el 90 por ciento de las minas cubanas, el 80 por ciento de sus servicios públicos, el 50 por ciento de sus ferrocarriles, el 40 por ciento de su producción de azúcar y el 25 por ciento de sus depósitos bancarios, alrededor de 1.000 millones de dólares», escribe Natasha Geiling .
En 1952, incapaz de obtener el apoyo del pueblo cubano para su candidatura a la presidencia (su partido estaba en el último lugar), Batista organizó un golpe militar. Estaba alineado con la élite cubana, los dueños de las plantaciones de azúcar y recibió apoyo logístico, militar y financiero del Gobierno de los Estados Unidos.
«Se alió con la mafia italiana y judía de los Estados Unidos que controlaban las redes de drogas, juegos de azar y prostitución en los Estados Unidos. El Gobierno de Batista era favorecido por las empresas estadounidenses que habían invertido en Cuba», escribe Timothy Alexander Guzmán.
Con el fin de aplastar la disidencia a su régimen dictatorial, Batista impuso la censura de los medios de comunicación. Ordenó a su Oficina para la Represión de las Actividades Comunistas secuestrar, torturar y asesinar a activistas políticos.
Batista creó una policía secreta anticomunista para silenciar al público con violencia, tortura y ejecuciones públicas. Se estima que hubo entre 10.000 y 20.000 personas asesinadas bajo el régimen de Batista con apoyo financiero y militar de Washington. Durante el reinado de terror de Batista, el Movimiento 26 de julio organizado por Fidel Castro y otros grupos antigubernamentales en toda Cuba formaron una rebelión contra el gobierno de Batista.
En 1959, Castro rechazó la caracterización de que su movimiento era comunista y en cambio prefirió llamarlo humanista. Sin embargo, para que los Estados Unidos intervinieran (como hicieron después con la invasión fallida de Bahía de Cochinos), retrataron a Castro como comunista y una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos (lo que, por supuesto, significaba que era una amenaza para los bancos depredadores y las corporaciones).
No es sorprendente que Cuba se haya convertido en un Estado policial marxista-leninista. «La Unión Soviética -el campo socialista- la República Popular de China y Corea del Norte nos ayudaron a resistir, con suministros y armas esenciales, el implacable bloqueo de los Estados Unidos, el imperio más poderoso que haya existido», dijo Castro.
El 19 de octubre de 1960, en los últimos meses de la administración de Eisenhower, los EE. UU. Impusieron un embargo agobiante a Cuba. Esto dio lugar a que Castro nacionalizara los intereses empresariales estadounidenses y transnacionales.
El Council on Foreign Relations explicó que el organismo y el Gobierno planearon domesticar a Castro: «Desde 1961, la política oficial de Estados Unidos hacia Cuba ha jugado a dos puntas: el bloqueo económico y el aislamiento diplomático».
Al mismo tiempo, Eisenhower estaba trabajando en secreto con la CIA para asesinar a Castro y reinstalar una autocracia neoliberal.
El plan de la CIA fue apodado Trinidad y se basó en los exitosos golpes de Estado de la CIA en Irán y Guatemala. Trinidad planificó una invasión anfibia. La idea era hacer un desembarco y allí establecer un consejo que obtuviera reconocimiento y apoyo internacional por parte de los Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos.
Después de la elección de Kennedy, la CIA revisó y produjo otro plan, con nombre en código Zapata, más tarde conocido como el plan de Bahía de Cochinos, que resultó un fracaso espectacular. Este plan y otros intentos infructuosos de desestabilizar a Cuba dieron como resultado el movimiento de Castro hacia el comunismo y la imposición de un Etado policial y una represión política generalizada.
Las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos se descongelaron un poco durante la administración de Obama, pero después de la elección de Trump los neoconservadores comenzaron a dictar la política exterior y la antigua animosidad anticomunista regresó en forma de venganza.
«[La Administración de Obama] llegó a un acuerdo con un Gobierno que propagó la violencia y la inestabilidad en la región y nada obtuvo -piénsenlo- nada. Lucharon por todo y, simplemente, no luchamos lo suficiente, pero ahora esos días han terminado», dijo Trump durante un discurso en Miami. «Ahora tenemos las cartas. La flexibilización de las restricciones de viaje y comercio de la administración anterior no ayuda al pueblo cubano. Sólo enriquecen el régimen cubano».
La «violencia e inestabilidad» mencionada por Trump incluye que Cuba envíe médicos a Venezuela.
The New York Times publicó un artículo de las propagandistas Damas de blanco que afirman que esta asistencia médica no se trata de ayudar a los venezolanos necesitados, sino de un cínico movimiento político.
The Times informó el mes pasado: «En entrevistas a 16 miembros de las misiones médicas cubanas en Venezuela revelaron que un elemento distintivo de las relaciones entre los dos países es un sistema de manipulación política deliberada en el que se utilizaron sus servicios para obtener votos para el gobernante Partido Socialista, a menudo por coacción«.
Ahora que Washington ha atacado los envíos de petróleo entre Venezuela y Cuba, es probable que solo sea una cuestión de tiempo antes de que un petrolero sea capturado o hundido por el ejército estadounidense.
Neoconservadores fanáticos de «la nación excepcional» están dirigiendo nuevamente la política exterior de los Estados Unidos y la posibilidad de un conflicto armado entre los Estados Unidos y Cuba se eleva a un nivel no visto desde la crisis de los misiles en Cuba que casi resultó en una guerra nuclear.
Dudo que esta crisis de ingeniería termine en un enfrentamiento nuclear. Sin embargo, considerando la creencia de Trump acerca de que las armas nucleares pueden y deben ser utilizadas, y las declaraciones venenosas de sus neoconservadores no solo hacia Venezuela y Cuba, sino también a Rusia y China, no es difícil imaginar lo inimaginable.
Fuente: https://kurtnimmo.blog/2019/04/06/trump-neocons-target-cuba/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.