Traducido para Rebelión por Susana Merino
En la ciudad de Davos los opositores al FEM (Foro Económico Mundial, WEF por sus siglas en inglés) han construido iglús en los que permanecen día y noche durante el desarrollo del Foro. La original idea suscita la curiosidad de los medios de todo el mundo y posibilita la presencia ininterrumpida de los altermundialistas en la escena.
«Desde hace tres días desfilan los periodistas de Al-Jazzeera, CNN, Reuters, Rusia Today y muchos más» explicaba el martes un miembro del movimiento «Ocupa el FEM», Laurent Moeri, ante el campamento formado por seis iglús y dos carpas, situado en un parking, un poco al margen del centro del cantón grisón.
«Como el FEM no empezará hasta el miércoles toda la atención está focalizada en nuestra presencia. Desafiando el frío glacial y la nieve, particularmente abundante, los anti FEM, son alrededor de unos cuarenta que ocupan día y noche el campamento de iglús y se espera a unos 200 el sábado para realizar una manifestación ya autorizada por el poder público.
«Las condiciones son bastante duras» reconoce Laurent Moeri «Yo mismo tengo los pies helados permanentemente», los más temerarios duermen en los iglús, pero la temperatura de noche es más aceptable en las carpas. Y para las comidas existe un contenedor, cedido por el municipio de Davos, que funciona como cocina.
El alcalde radical-liberal de Davos, Hans Peter Michel, autorizó efectivamente la construcción del campamento, luego de haber negado al colectivo establecerse en la Arkadenplatz, en el corazón de la ciudad. Él mismo llegó incluso a ayudar a los artermundistas a construir algunos de los iglús.
Una estrategia circunstancial
Una actitud elogiada por los altermundistas. «El alcalde ha demostrado que defiende la libertad de opinión y la democracia, lo que no ha sucedido con las demás autoridades del cantón», destaca David Roth, presidente de la juventud socialista suiza, que comparte esta acción.
Para Roth si bien el campamento de iglús es «un buen medio de protesta», su forma ha sido al menos «impuesta» «El aparato de seguridad, que ha movilizado a miles de policías y de militares no nos permite organizar manifestaciones de envergadura» comenta.
Las grandes manifestaciones anti-FEM, como las realizadas en 2003 y 2004 no se han podido realizar actualmente, «Esas manifestaciones podrían realizarse en las ciudades pero su vinculación al Foro económico de Davos serían menos evidentes, aclara el joven socialista.
Una presencia destacada
De este modo, con su aldea de iglús, los Ocupa-FEM, tratan de mostrar su presencia pese a las trabas de la seguridad y a expresar sus puntos de vista.»Nuestro objetivo es activar la democratización de la sociedad no solo en el ámbito político sino también en el económico. Los grandes bancos se burlan de la democracia. No es normal que quienes resuelvan la crisis sean los mismos que la provocaron», subraya David Roth.
«Los participantes del FEM tienen los medios para hacer que las cosas cambien en el mundo pero no es lo que les interesa. Lo que prima es la ganancia inmediata» agrega Amadeus Thiman, un simpatizante de Ocupa-FEM, que lleva toda la semana en el campamento.
Al recibir a los medios en su aldea, los activistas, en todo caso, han logrado no pasar desapercibidos. Y desde ahora hasta la manifestación del sábado harán manifestaciones puntuales.
En cuanto a los iglús ¿se mantendrán hasta que termine el conclave? Los techos de algunos de ellos amenazan con hundirse. «La presencia de muchas personas en su interior permite que se sienta menos el frío». Expresa uno de sus habitantes.
Fuente: Informe de Attac Francia, recibido por correo electrónico
rCR