Recomiendo:
0

Los preparativos de Estados Unidos para invadir Irán han terminado

Fuentes: Znet

Las maniobras militares de EE.UU. para una gran guerra convencional con Irán pueden llevarse a cabo cualquier día de estos. Se extienden más allá de alcanzar las instalaciones donde están las supuestas armas de destrucción masiva y permitirán al presidente Bush destruir las infraestructuras militares, políticas y económicas iraníes de la noche a la mañana […]

Las maniobras militares de EE.UU. para una gran guerra convencional con Irán pueden llevarse a cabo cualquier día de estos. Se extienden más allá de alcanzar las instalaciones donde están las supuestas armas de destrucción masiva y permitirán al presidente Bush destruir las infraestructuras militares, políticas y económicas iraníes de la noche a la mañana utilizando armas convencionales.

Fuentes del ejercito británico contaron al New Statement, con la condición de mantener su anonimato, que «el ejercito de EE.UU. desvió toda su atención a Irán» tan pronto como echaron a Sadam Hussein de Bagdad. Y continuó con esta estrategia, aunque hubiera infantería norteamericana luchando contra la insurgencia en Irak.

Las fuerzas armadas, la marina, las fuerzas aéreas y los marines de EE.UU. han preparando planes de batalla y han pasado cuatro años construyendo bases y entrenándose para la «Operación Irán Libre». El almirante Fallon, el nuevo jefe del Comando Central de EE.UU., ha recibido planes informáticos bajo el nombre de TIRANNT ( Theatre Iran Near Term – Campo de operaciones en Irán casi preparado)

El gobierno de Bush ha hecho tanto como enviar un segundo portaaviones al Golfo. Pero eso es sólo una pequeña parte de los preparativos. Después del 11S, la marina de EE.UU. puede poner en combate a seis portaaviones en el plazo de un mes. A los dos portaaviones en la zona, el USS John C Stennis y el USS Dwight D Eisenhower, se les pueden unir en un corto plazo de tiempo tres más : el USS Ronald Reagan, el USS Harry S Truman y el USS Theodore Roosvelt, además del USS Nimitz. Cada unidad de portaaviones incluye cientos de mísiles crucero.

También están los marines, que no están luchando en Irak. Varias fuerzas de marines se están preparando, cada una con su propio portaaviones. Estas fuerzas pueden, cada una de ellas, llevar a cabo una versión de los desembarques del D-Day. Vienen provistos de lanchas de desembarque, tanques, aviones de despegue vertical, miles de tropas y, por supuesto, cientos de mísiles crucero más. Su trabajo es destruir las fuerzas iraníes que puedan atacar a los tanques de petróleo y asegurar los campos petrolíferos y sus instalaciones. Se han estado entrenando para esta misión desde la revolución en Irán en 1979.

Hoy en día, los marines tienen las unidades de portaaviones USS Boxer y el USS Bataan en el Golfo y probablemente también el USS Kearsarge y el USS Bonhomme Richard. Tres más, el USS Peleliu, el USS UASP y el USS Iwo Jima, están preparados para unírseles. A principios de este año, el personal del cuartel general que dirigen estas fuerzas se trasladó de Virginia a Bahrain.

El vicepresidente Dick Cheney ha tenido una especie de relación amorosa con los marines de EE.UU. y esta puede alcanzar su culminación en los pueblos de pescadores a lo largo de la costa del Golfo iraní. Los generales de los marines se encuentran en los altos mandos de la OTAN, en el Pentágono y están a cargo de todas las armas nucleares. Nunca antes un marine había estado en estos puestos.

Tradicionalmente, el más alto cargo nuclear estaba en manos de un comandante de los submarinos Trident de la marina o de los bombarderos y mísiles de las fuerzas aéreas. Hoy en día, todas estas fuerzas siguen las órdenes de un marine, el General James Cartwright, y están integrados en el plan «Global Strike» (Golpe Global) que pone a las fuerzas estratégicas en permanente alerta.

La única discusión pública a este plan la han hecho los analistas norteamericanos Bill Arkin y Hans Kristensen, quienes se han centrado en el posible uso de armas atómicas. Sus preocupaciones están justificadas, pero pasan por alto que se pueden usar las fuerzas convencionales en una guerra.

Cualquier plan general de EE.UU. para atacar a Irán puede asumir ahora que se pueden alcanzar al menos 10.000 objetivos en un único ataque, con aviones de guerra volando desde Estados Unidos o desde la isla Diego García. En el pasado año, la inversión sin límites en tecnología militar ha llevado a las «bombas inteligentes» a un nuevo nivel.

Nuevas bombas convencionales «anti-bunker» pesan sólo 250 libras (115 kg. aprox.). Según Boeing, la bomba de pequeño diámetro GBU-39, «cuadruplica» la capacidad de lanzamiento de los aviones de guerra de EE.UU, comparándolo con aquellos que se usaban en 2003. Un único bombardero «furtivo» o un B-52 pueden atacar ahora entre 150 y 300 puntos individuales con un metro de precisión utilizando el sistema de posicionamiento global.

Con poco esfuerzo militar, las fuerzas aéreas de EE.UU. pueden bombardear la última posición conocida de las unidades militares iraníes, de sus líderes políticos y supuestas ubicaciones de armas de destrucción masiva. Podemos estar seguros de que si llega la guerra, George Bush no querrá que se le acuse de utilizar muy poca fuerza y permitir que Irán contraataque.

«Golpe Global» significa que, sin ninguna señal obvia, lo que se hizo una vez en Serbia y en el Líbano puede volver a hacerse de un día para otro en Irán. Nosotros, y posiblemente los iraníes, no se enteraran hasta que caigan las bombas. Las fuerzas que se escondan sufrirán la misma suerte que el ejército de Sadam una vez que se conozca su posición.

Cualquier lugar de Irán está ahora a menos de una hora de vuelo de alguna base o de algún portaaviones de EE.UU. Fuentes en la zona y publicaciones especializadas confirman que los EE.UU. han construido tres bases en Azerbaiyán que pueden usarse como puntos de transito para tropas y con instalaciones que igualan a las mejores en Europa.

La mayor parte del ejército iraní está posicionado a lo largo de la frontera con Irak, frente a los mísiles del ejército de EE.UU. que pueden alcanzar 150km más allá de la frontera. Pero es en los llanos y arenosos campos petrolíferos al este y al sur de Basra donde la tentación será lanzar un ataque con tanques y esperar que una población descontenta esté agradecida.

El régimen de Teherán ya se ha quejado de los ataques inspirados por EE.UU. y Gran Bretaña en varias regiones iraníes donde la población se opone a las políticas fanáticas del Ayatolá. Dichos informes corroboran las afirmaciones del periodista norteamericano Seymour Hersh que dice que el ejército de EE.UU. ya está involucrado en una guerra de baja intensidad con Irán. La lucha es más intensa en el norte kurdo donde Irán ha estado disparando artillería contra Irak. Los EE.UU. e Irán ya están envueltos en un conflicto de baja intensidad en la frontera entre Irán e Irak.

Y, una vez más, los neoconservadores del Instituto de Empresas Americano (siglas en inglés AEI) tienen un plan para un acuerdo pacifico: esta vez es para un Irán federal. Oficialmente, Michael Ledden, el patrocinador del plan del AEI, ha sido condenado al ostracismo por parte de la Casa Blanca. Sin embargo, hace dos años, el Congreso de Nacionalidades Iraníes para un Irán Federal tuvo su reunión inaugural en Londres.

No debemos subestimar la capacidad del gobierno de Bush para convencerse a si mismo de que un «Irán de regiones» emergerá de los escombros.

Dan Plesh es un investigador asociado a la Escuela de Estudios Orientales y Africanos. Ha escrito para el Guardian, el Independent, el New York Times, el Observer, el Tribune, el Washington Post y el Washington Times. Ha facilitado regularmente análisis políticos en directo de noticias de actualidad para la BBC, CNN, ITN y otros informativos.