Luis Macas, presidente de la Conaie, ha sido entrevistado por Americaeconomica.com con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas (9 de agosto) declarado por la ONU. Después de haber dado su apoyo a Rafael Correa en la segunda vuelta de las elecciones ecuatorianas en noviembre del año pasado, el líder indígena (cuyo partido, Pachakutik, […]
Luis Macas, presidente de la Conaie, ha sido entrevistado por Americaeconomica.com con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas (9 de agosto) declarado por la ONU. Después de haber dado su apoyo a Rafael Correa en la segunda vuelta de las elecciones ecuatorianas en noviembre del año pasado, el líder indígena (cuyo partido, Pachakutik, recibió el 2,2% de los votos en la primera vuelta) denuncia la indiferencia del actual Gobierno hacia las reivindicaciones de su movimiento, en un país con 13 millones de habitantes en donde el 40% de la población tiene orígenes indígenas.
– ¿Qué le parece que la ONU declare que hoy (por el jueves 9 de agosto) sea el Día Internacional de los Pueblos Indígenas?
– Pues es un día establecido por las Naciones Unidas y que nada tenemos que ver los pueblos indígenas. Siempre se hace sin consultar a los verdaderos afectados. Antes era el Día de la Raza, el 12 de octubre, hoy el Día de los Pueblos Indígenas. Pero en realidad las comunidades, los pueblos, no sabemos absolutamente nada de esta declaración. Se hace a espaldas de los pueblos. Nosotros no queremos que nadie nos diga cuándo es nuestro día y qué es lo que se tiene que hacer, porque nada se ha hecho desde las instituciones internacionales como las Naciones Unidas.
– La organización política que lideró usted [Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik- Nuevo País (MUPP-NP)] mostró su respaldo a Rafael Correa en la segunda vuelta electoral. ¿Cómo valora lo que ha hecho el actual Gobierno?
– Los problemas que nosotros atravesamos de un tiempo atrás siguen estando a la orden del día porque no se han resuelto. Son problemas territoriales, de los derechos de la propiedad de nuestras tierras. Estos derechos han sido vulnerados desde todos los gobiernos, y el Gobierno actual ha hecho igual. No se han detenido las concesiones petroleras, mineras y madereras. Se sigue igual, aunque la agenda del movimiento indígena continúa buscando una medida urgente para la supervivencia de las comunidades indígenas. Por ejemplo, nosotros abogamos por dejar sin efecto los contratos petroleros, dejar sin efecto las inmensas concesiones que se han hecho en territorio de las nacionalidades indígenas y, obviamente, esto afecta de manera general a los pueblos indígenas y a los campesinos porque estas empresas están en sus territorios. Hasta el momento no tenemos solución alguna por parte del Gobierno actual.
– ¿Cuáles son las empresas con las que mantienen enfrentamientos?
– Texaco, con quien mantenemos un juicio en contra, que sigue entorpeciendo para que no se desarrolle de manera transparente el proceso judicial y que también busca evitar las indemnizaciones por todos los impactos negativos, tanto ambientales, sociales y culturales, que han sufrido los pueblos de la Amazonía. También está la petrolera Occidental, que se fue gracias al levantamiento y a la acción fuerte que hizo el movimiento indígena, pero que ha dejado secuelas por las irregularidades cometidas durante todo el proceso y por las que hay una demanda para que Ecuador responda por las irregularidades que cometió en la venta de las acciones a la canadiense Encana. Los problemas ahora vienen de la mano de Petrobras, Repsol y otras compañías mineras chinas a las que se están otorgando concesiones. También hay compañías canadienses del sector minero que se están asentando en nuestro país.
– Después de haber apoyado la candidatura de Correa, ¿no tienen contactos con el actual Ejecutivo para exigir sus reivindicaciones?
– No tenemos relación alguna. Tenemos nuestra propia agenda. El Gobierno tendrá su agenda y no sabemos lo que pasará en el futuro. Lo único en lo que coincidimos es en la creación de la Asamblea Constituyente, que fue una propuesta del movimiento indígena desde 1990. Eso es una bandera de lucha que enarboló Correa en la campaña electoral y que el pueblo ecuatoriano exige. Aunque con la presencia de los partidos tradicionales y oligárquicos que han manejado el país toda la vida, no creo que se produzcan los cambios trascendentales que el pueblo ecuatoriano desea.
– ¿No tiene esperanzas en el actual Gobierno?
– Los gobiernos de Ecuador no han hecho nada y éste tampoco. Lo que queda es que la lucha de los pueblos es lo que hace que se consigan los avances, las reivindicaciones propias de los pueblos. La liberación en todos los lugares de América Latina viene de manos de los pueblos, no de los gobiernos. De tal manera que nosotros vamos a seguir con nuestra lucha.
– ¿Cuáles son las aspiraciones de los candidatos del partido indigenista Pachakutik para las próximas elecciones a la Asamblea Constituyente (órgano que redactará una nueva Constitución para Ecuador), el próximo 30 de septiembre?
– La construcción de un Estado plurinacional, el reconocimiento a la diversidad de culturas, de indentidades históricas a las naciones que estamos antes de la constitución de este país, de este Estado, el cual es uninacional y excluyente.
– ¿Puede concretar un poco más?
– El eje fundamental es revisar el carácter del Estado, si sigue siendo un Estado colonial, como lo ha sido hasta ahora, porque quienes construyeron este Estado fueron las castas privilegiadas en la transición de nosotros como colonia a un Estado republicano. Otro tema importante son los recursos naturales, que deben de estar en manos de los ecuatorianos. Por lo tanto, nosotros pedimos la nacionalización del petróleo, de la minería, la madera y la biodiversidad, para que no estén en manos de las multinacionales, como siempre lo han estado. Otra aspiración es la transformación política, que es necesaria en esta época porque la institucionalidad democrática en el país está totalmente agotada.
– ¿Cómo valora que España y la ONU hayan entregado al Gobierno de Ecuador cuatro millones de dólares para preservar la reserva ecológica de Yasuní, ubicada en la Amazonía?
– Está bien que países o pueblos generosos hagan este tipo de donación o entrega a un Estado, pero lo que sucede es que ese dinero no llega y no se filtra a los pueblos, sino que se queda solamente en las élites. No sé a donde se destina y qué es lo que se hace. Lo que pedimos es que se produzca un seguimiento a ese dinero para preservar el medioambiente y la naturaleza, porque eso sí beneficia a los pueblos. La destrucción de la naturaleza tiene impacto social, cultural y ecológico.