El municipio salvadoreño de San Martín es hoy un ejemplo de que, combatiendo las armas, se puede reducir el número de homicidios. Éstos disminuyeron a la mitad desde que el Concejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) implantó el Programa Municipio Libre de Armas, con apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y […]
El municipio salvadoreño de San Martín es hoy un ejemplo de que, combatiendo las armas, se puede reducir el número de homicidios. Éstos disminuyeron a la mitad desde que el Concejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) implantó el Programa Municipio Libre de Armas, con apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Save the Children Suecia. Adital da continuidad a la serie de notas a favor del desarme y por la paz*.
Entre noviembre de 2005 y mayo de 2006, los asesinatos se redujeron un 40,7% y los crímenes con armas de fuego, más del 27%. Según Save the Children, la experiencia salvadoreña puede y debe ser aplicada en otros países de la región. Comenzó con un diagnóstico jurídico – realizado en abril de 2005 – destinado a establecer la posibilidad de promulgar ordenanzas municipales que prohibiesen la portación de armas de fuego y de armas blancas en todos los espacios públicos.
Inmediatamente después, los gobiernos de San Martín y Llopango emitieron ordenanzas municipales en agosto y noviembre, prohibiendo portar armas en 62 espacios municipales en las zonas de mayor riesgo (parques, zonas verdes, mercados, terminales de ómnibus). La prohibición no fue total para evitar que la medida sea declarada inconstitucional. La normativa fue divulgada a través de una red de difusión, que incluía reuniones culturales, y se crearon materiales gráficos y móviles que fueron distribuidos en fiestas regionales, actividades artísticas, etc.
Todo esto fue respaldado por la acción de las autoridades de esas comunidades y por la elaboración de un plan coherente de fiscalización de armas, orientado a aumentar el control en las zonas de mayor riesgo. Las sub-delegaciones policiales verificaron 450 matrículas de armas vencidas y confiscaron, mensualmente, el doble de armas de fuego que en 2004, y se ha alcanzado un control más efectivo de las matrículas vencidas.
La Agencia de Publicidad Molina Bianchi Ogilvy, como contribución voluntaria, elaboró una campaña titulada: «San Martín vivo y Llopango vivo, libres de armas». Para sensibilizar a la población, este mensaje fue difundido a través de las 10 radios nacionales de mayor audiencia, y se colocó publicidad en 12 unidades del transporte público. En forma simultánea, se trabajó con grupos estratégicos, tales como las Alcaldías Municipales, la PNP, los líderes comunitarios y juveniles, en la organización y realización de las actividades de sensibilización, mediante la organización de eventos de convivencia (cultural, ciclovía, etc.) para promover los mensajes de la campaña.
En octubre de 2005, fue firmado un acuerdo de cooperación con Save the Children Suecia, cuyo objetivo es rectificar la convivencia pacífica a través de la recuperación de los espacios públicos en las zonas de mayor riesgo para permitir un uso integrado y diversificado. La idea es aumentar la confianza, rectificar la identidad comunitaria y la seguridad en esos municipios con la participación activa de niños y jóvenes. Tal esfuerzo constituye un importante aporte técnico y financiero al Proyecto Municipios Libres de Armas.
De esta forma, fueron realizados cursos con 60 jóvenes para facilitar la reflexión. Por su parte, la Radio UPA capacitó a 15 jóvenes de la producción de programas radiales, que tuvieron la oportunidad de realizar, semanalmente, un programa en vivo para Radio Mercado de San Martín, difundiendo el mensaje de la campaña.
El aumento de los agentes del orden, la ampliación de los espacios públicos libres de armas, el aumento de la confiscación de armas en los espacios públicos, la realización de actividades informativas, culturales, deportivas y religiosas con las comunidades de las zonas de mayor riesgo, entre outros, ha contribuido para generar mayor confianza en la población hacia la institución policial y para prevenir los delitos con armas de fuego.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]
(*) Apoyo del Fondo Ecuménico de Solidariedad de la Campaña de la Fraternidad 2005 «Solidaridad y Paz», administrado por: Concejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil (CONIC), Coordinadora Ecuménica de Servicio (CESE), Cáritas Brasilera.