20 Países no deben decidir el futuro del Mundo entero. Por el cambio de sistema, construyamos Otro Mundo. Que la crisis no la sigan pagando los pueblos. El terremoto financiero de finales de 2008, última expresión de una crisis integral del capitalismo neoliberal (que incluye la crisis climática, de los precios de los alimentos, la […]
20 Países no deben decidir el futuro del Mundo entero.
Por el cambio de sistema, construyamos Otro Mundo.
Que la crisis no la sigan pagando los pueblos.
El terremoto financiero de finales de 2008, última expresión de una crisis integral del capitalismo neoliberal (que incluye la crisis climática, de los precios de los alimentos, la crisis energética y de falta de empleo y persistente pobreza), continúa diseminándose por el mundo con su rostro trágico para los pueblos de los países ricos y pobres del planeta.
Los poderes mundiales reaccionaron a la crisis inmediatamente, articulando sus esfuerzos para salvar el sistema que, como muestra claramente la crisis, es responsable por el aumento de desigualdades y pobreza en el mundo. Los líderes de los países más poderosos, que se reunían en el G8[1], resolvieron dar una nueva configuración al G20[2] al invitar los Jefes y Jefas de Estado de este grupo restringido conformado por las economías grandes y «emergentes», para unirse con ellos y los ministros de finanzas durante las Cumbres del G20. Autoproclamándose como el «nuevo foro para la gobernabilidad económica mundial», el G20 renovado busca afirmarse como centro del poder global, dándole la espalda a los demás 172 países que integran la ONU que, no por casualidad, son principalmente los más pobres del mundo.
La inclusión de los países «emergentes» del Sur Global no es una señal del altruismo del G8 que desea consultar y juntar las manos con los países en desarrollo; más bien representa un cambio de táctica. El G8 decidió invitar a estos países en desarrollo a participar de su club exclusivo con el fin de 1) obstaculizar el avance en la creación de las alianzas sur-sur y silenciar los cuestionamientos al modelo liberal, 2) devolverle al G8 un poco de su legitimidad menguante y 3) acceder a las divisas que se acumulaban en esos países llamados emergentes. Al acceder a las divisas de los países del sur global, los ‘antiguos’ poderes del G8 lograron salvar temporalmente el sistema financiero del colapso y resucitar al moribundo FMI y otras instituciones financieras internacionales, que vuelven ahora a la carga con sus programas de ajuste estructural, ya no sólo en el Sur, sino también en el Norte.
En tanto, inclusión no significa igualdad en la participación. Como se puede ver, el poder real de toma de decisiones permaneció en el ‘antiguo’ G8 y sus corporaciones. Además, expansión no significa legitimidad. El G20 es tan ilegítimo y anti-democrático como el G8. Es una entidad no elegida y no representativa, que no representa ni debe representar, ni tomar decisiones sobre los rumbos económicos y políticos del mundo entero.
Y como en el caso del G8, el objetivo real del G20 no es resolver la crisis, sino revitalizar el régimen neoliberal. Las medidas «activas», supuestamente orientadas a salvar al conjunto de las economías en crisis revelan la verdadera agenda e intereses del G20. Ideas introducidas en el debate inicialmente (sobre todo las propuestas de impuestos a las transacciones financieras y control a los paraísos fiscales) han sido substituidas por presiones para impulsar políticas de austeridad fiscal, mayor liberalización comercial y de las inversiones, la promoción de nuevos negocios y más especulación financiera, a través de las falsas soluciones de mercado para la crisis climática, sobre todo el mercado de carbono. Aún más, sus reformas financieras no imponen ningún control real y democrático de las operaciones de los bancos o transnacionales.
Contra todas las evidencias de un modelo fallido, que no sólo ha hundido a millones de personas del mundo entero en la pobreza, sino que contribuye diariamente a la destrucción de las bases mismas de la vida del planeta, los gobiernos del G20 persisten en fomentar el continuismo.
O aún peor, el G20 – que surgió inicialmente para contener la crisis – ahora busca transformarse en el espacio de poder político, en el cual se pretende definir los rumbos de la economía mundial y la gobernabilidad, ampliando cada día más su agenda para abarcar temas climáticos, de subsidios a los combustibles fósiles e inclusive de la asistencia internacional, sin hacer nada sustantivo en estas áreas. Con las negociaciones estancadas en la Organización Mundial del Comercio (OMC), es evidente que dichos países están enfocando sus esfuerzos en el G20, ya que éste se vuelve cada vez más el centro de debate y de toma de decisiones sobre el orden económico mundial.
Nuestras demandas
Nosotros, movimientos y organizaciones sociales, debemos detener la agenda del G20 y este proceso anti-democrático, mientras seguimos construyendo desde abajo alternativas social y ecológicamente sostenibles y democráticas. Exigimos:
– un cambio de modelo económico, lo que implica poner fin al neo-liberalismo y avanzar hacia un nuevo modelo, basado en un cambio sistémico y para el beneficio y bienestar de todos los pueblos del mundo (y no el lucro de las empresas), incluyendo la adopción de estrategias económicas audaces para crear empleos decentes, así como una nueva arquitectura financiera internacional;
– un alto a las «soluciones» de mercado para el cambio climático y al anti-democrático Acuerdo de Copenhague (un claro retroceso frente a los aspectos positivos del Protocolo de Kyoto) y la adopción inmediata de cambios profundos en el sistema de producción, distribución y consumo;
– el fin del sistema global de alimentación, basado en la especulación de precios por parte de las empresas de agronegocios y que éste sea remplazado por un sistema de producción y distribución de alimentos que apoye a los pequeños agricultores y promueva la soberanía allimentaria;
– la suspensión de todas las negociaciones comerciales en curso actualmente en la OMC y de los acuerdos bilaterales o birregionales de comercio e inversión, hasta que se concluya un nuevo acuerdo internacional sobre reglas comerciales y de inversión centradas en un desarrollo verdaderamente justo y sostenible para beneficio de todos y todas.
Los movimientos que luchan por alternativas democráticas y por justicia social y climática deben unirse para exigir cambios reales y denunciar el G20, que representa una amenaza a los pueblos del mundo y un blanco emergente en la disputa por el poder mundial.
¡Movilización ya!
Participemos en la Semana de Acciones Colectivas de los Pueblos en Seúl, del 6 al 12 de noviembre de 2010
El Comité de Preparación de la Respuesta de los Pueblos al G20 – una coalición amplia de sindicatos, movimientos sociales y ONGs progresistas coreanas, creado para responder a la Cumbre del G20 en Seúl – está llamando a los movimientos sociales del mundo entero a unirnos en torno a la Semana de Acciones colectivas en Seúl, que se celebrará del 6 al 12 de noviembre de 2010. Durante esta semana de acción las principales actividades serán:
– Acto de apertura y acto final (el 6 y el 12 de noviembre, respectivamente)
– Movilización nacional de las y los trabajadores (7 de noviembre)
– Cumbre de los Pueblos (del 8 al 10 de noviembre)
– Conferencia de prensa para lanzar la Declaración de Seúl que denunciará el G20
– Acto político y movilización de masas (11 de noviembre)
Llamamos a los movimientos y las organizaciones sociales del mundo a unirse en solidaridad con amigos/as y camaradas en Corea durante la Semana de Acción Colectiva de los Pueblos en Seúl.
Para esto, invitamos a todos y todas a:
– enviar representantes a participar en las actividades de la coalición en Seúl durante la Cumbre G20 en noviembre;
– organizar una acción solidaria en su país para destacar lo que está pasando en Seúl durante la Cumbre del G20;
– reunirse con el gobierno de su país antes de la Cumbre en Seúl para presentar críticas y conseguir informaciones.
TODOS A SEÚL, DETENGAMOS LA AGENDA CORPORATIVA DEL G20!!
POR EL FIN DEL CONTINUISMO Y EL CAMBIO DEL SISTEMA!!
Lista inicial de adhesiones:
Korean social movements and organizations
Korean Confederation of Trade Unions (KCTU)
National Association of Professors for Democratic Society (NAPDS)
Citizen’s Movement for Environmental Justice
Korean Federation of Medical Groups for Health Rights
Korean Women’s Association United (KWAU)
Global Call to Action Against Poverty Korea (GCAP-Korea)
Korean Peasants’ League (KPL)
Civil Society Network for Financial regulation and taxation on speculative capital
Civil Society Organisation Network in Korea
People’s Solidarity for Social Progress (PSSP)
People’s Solidarity for Participatory Democracy (PSPD)
Korea Alliance of Progressive Movements
National Students March
Korean Women Peasant Association
Joint Committee with Migrants in Korea (JCMK)
All Together
Green Korea United
Korean Urban Poor Association
Alternative Forum of University Students
National Democratic Association of Street Vendors
Citizen’s Coalition for Economic Justice
Institute for Global Political Economy
Imagine Institute
Corea Institute for New Society
New Community Institute
Institute for New World
SpecWatch Korea
Korean Clerical and Financial Workers Association
NANUMMUNHWA_ Global Peace Activities
Korean People’s Solidarity Against Poverty
Energy & Climate Policy Institute for Just Transition (ECPI)
Action for Energy Justice
Migrant Workers Rights Watch, Korea
Solidarity for Street Vendors and Informal Workers
Korea Progressive Academy Council
Progressive Strategy Council
Center for Energy Politics (CEP)
Korea Federation for Environment Movement (KFEM) / FOE Korea
The Committee for a Socialist Workers’ party (CSWP)
Democratic Labor Party-Korea (DLP-Korea)
New Progressive Party-Korea (NPP-Korea)
Socialist Party-Korea (SP-Korea)
Transparency International Korea
People not Profit
Workers Institute of Social Science, South Korea
Korea Labor&Social Network on Energy
Korea NGO’s Energy Network
Revolutionary Workers’ Front
Students’ Alliance against G20
Redes nacionales o internacionales
La Via Campesina
Alianza Social Continental
Latindadd
Social Watch
IBON
Action Aid
Movimientos, redes y organizaciones nacionales
Alliance for Progressive Labour
Polaris Institute
Institute for Policy Studies
Brazilian Network for the Integration of the People (REBRIP)
ATTAC Norway
ATTAC Argentina
RQIC
FOCO
RMALC (Mexican Network against Free Trade)
Serikat Petani Indonesia (SPI)
Transnational Institute