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Entrevista con Ali Nejati, cofundador del Sindicato de Los Obreros del Agroindustrial de Caña de Azúcar de Haft-Tappeh (Irán)

«Muchos de los miembros del sindicato han enfrentado represión, tortura y encarcelamiento»

Fuentes: Rebelión

El encanto de la privatización, como el salvador de la crisis capitalista, no es sino una leyenda ficticia cuyas consecuencias son sólo el empobrecimiento creciente de los obreros y trabajadores y la destrucción del medioambiente y la naturaleza.

Introducción

Desde hace varios años, hemos sido testigos del auge de las luchas obreras en distintos momentos. Si un día son los obreros de Jatunabad quienes llevan su ira a las calles, otro día fluyen en las calles los trabajadores beluches manifestándose en contra de la opresión y explotación; Si un día los agricultores de Isfahán y los empobrecidos campesinos ocupan el cauce del río contra la sequía artificial, resultado de la construcción desmedida de presas, el aluvión de obreros y trabajadores árabes inunda el barrio de Kuchabdolá (Ahvaz); Si un día los obreros de las minas bloquean una carretera para que sus voces sean escuchadas, los maestros de las escuelas del país, hacen eco de su voz en sus propias protestas; Si los que han perdido sus ahorros en los bancos de los capitalistas islámicos se reúnen en protesta frente al parlamento, los conductores de autobuses urbanos expresan su solidaridad con ellos de distintas maneras…; Pero aquella lucha que, como el estribillo de un largo poema, ha estado anunciando su presencia de manera constante desde hace muchos años, una lucha que “saca su poesía del futuro”, es la de los obreros del Complejo Agroindustrial de Caña de Azúcar de Haft-Tappeh.

Las protestas de los obreros de Haft-Tappeh comenzaron por primera vez en 2006, en contra del retraso en pago de sueldos. Fue durante estas mismas luchas que los obreros eligieron el sindicato como el contenedor de su lucha y, gracias a su formación, continuaron su lucha de una manera más organizada. A lo largo de estos años, muchos de los miembros del sindicato de los obreros de Haft-Tappeh han enfrentado represión, tortura y encarcelamiento. Sin embargo, gracias a su solidaridad y lucha, ellos han sido capaces de obligar, por primera vez, al Estado de la República Islámica de Irán a revisar el plan de privatización de Haft-Tappeh y recuperar la empresa de las manos de las personas a quienes el Estado mismo había entregado la empresa anteriormente. Esto todavía no significa que la privatización de la empresa ha sido descartada, pero el mismo hecho de que haya sido recuperada de capitalistas directamente vinculadas con las autoridades del régimen, se considera una victoria excepcional en la República Islámica de Irán y puede contener enseñanzas valiosas para la clase obrera.

La entrevista que observarán a continuación, expresa cabalmente la continuidad de la lucha de los obreros de Haft-Tappeh, los mismos que, junto con los obreros de Acero de Ahvaz, mostraron que el encanto de la privatización, como el salvador de la crisis capitalista, no es sino una leyenda ficticia cuyas consecuencias son sólo el empobrecimiento creciente de los obreros y trabajadores y la destrucción del medioambiente y la naturaleza.

P: ¿En qué condiciones climáticas y geográficas está situado Haft-Tappeh? ¿Cuáles son sus características?

R: Haft-Tappeh está en la provincia de Juzestán al noroeste de la ciudad de Ahvaz que es la capital de dicha provincia. El clima de Juzestán es seco, aunque en toda la zona tenemos climas secos y semi-secos. Debido a las condiciones geográficas de la zona que cuenta con una tierra plana y algunos ríos que naces en las montañas Zardkuh y en otras montañas de la provincia de Charmahal-Bajtiyari y la provincia de Lorestán, de las ciudades de Jorramabad y Dorud, mucha agua fluye hacia Juzestán. Por ejemplo, la presa de Dez en Andimeshk, la presa Abbaspour y la presa Getvand son algunas de las que beben de las cordilleras Zagros y riegan los llanos de Juzestán. Hasta hace algunos años mucha agua de los ríos Karún y Karjeh también llegaba a los llanos de Juzestán, pero desde hace dos años, debido a las condiciones que han creado, es decir, cambiar el cauce del agua hacia Charmahal-Bajtiyari y los alrededores de las ciudades de Yazd y Qom, lamentablemente el agua de Juzestán está en una situación problemática. Al Oeste de la provincia de Juzestán tenemos la presa y el río de Karjeh que nace en la provincia de Lorestán, de la unión de los ríos Seimareh y Kashkán; al río Seimareh fluyen aguas desde dos lados: desde la provincia de Lorestán y desde el oeste, es decir Kermanshah e Ilam, que finalmente entran al río y la presa Karjeh. Al oeste de la provincia de Juzestán, cerca de Irak, existe una zona muy extensa llamada Dasht-e Abbas en la cual lamentablemente tenemos muchos problemas con las aguas subterráneas, debido a los muchos pozos que han cavado ahí, especialmente en tiempos del expresidente Ahmadi Nejad.

Haft-Tappeh se encuentra al noroeste de la provincia de Juzestán y está conectado desde el oeste con la histórica ciudad de Shush, desde el norte con la ciudad de Andimeshk, desde el noreste con la ciudad de Dezful, desde el este con las ciudades de Shushtar y Masjed Soleymán [1] y desde el sur con la ciudad de Ahvaz.

P: ¿Ha afectado la construcción de presas el derecho al agua [2] y riego?

R: La presa de Karjeh es una presa de riego, pero la presa de Dez, situada más al norte de Andimeshk, tiene condiciones especiales porque es una presa tanto de riego como de producción de electricidad. El derecho al agua de Juzestán se satisface por estas presas; en los recientes años debido a las condiciones creadas, tal como industrias de acero y otras industrias inauguradas en el centro de Irán, en Yazd, Qom y otras ciudades, y el traslado de las aguas hacia allí, desafortunadamente, el agua de Juzestán ha decrecido y su derecho al agua va disminuyendo cada vez más. Especialmente este año hemos enfrentado una intensa sequía y no hemos tenido suficiente lluvia.

P: ¿Cuáles han sido los impactos de la sequía sobre el Agroindustrial de Haft-Tappeh?

R: Usted quizá sepa que la caña de azúcar es una planta que necesita mucha agua; considerando las condiciones que tenemos este año y las noticias que escuchamos, muy probablemente enfrentaremos un problema muy serio de falta de agua, no sólo en el sector de caña de azúcar sino también en los demás sectores. En Juzestán además de la siembra de caña de azúcar (a la que de dedican varias empresas), muchas tierras han sido sembradas de trigo, maíz, canola, betarraga y distintos tipos de verduras y hortalizas, cítricos como naranja, naranja agria y limón. En nuestras condiciones actuales la siembra de todos estos productos se verá afectada por la falta de agua. En estos días todos advierten acerca de la siembra del otoño de este año.

P: ¿Cómo es la estructura económica de la sociedad es esta zona?

R: Si tomamos en cuenta a Haft-Tappeh mismo, parte de él es la fábrica [ingenio] que se considera la parte industrial, otra es la agrícola y juntos forman el Complejo Agroindustrial de Haft-Tappeh y se complementan. Como mencioné, debido a las caudalosas aguas y extensas tierras de Juzestán, se puede decir que, en comparación con otras provincias, tiene las mejores ganancias económicas. Pero estas ganancias no se quedan en Juzestán y salen de la provincia. No sólo en el sector agrícola, sino también en el sector industrial de petróleo y gas se obtienen extraordinarias ganancias. Los mayores recursos subterráneos de petróleo y posos de gas están situados en Juzestán. Desde Shush misma hasta Ahvaz, Abadán, Mah-Shahr, Gachsarán, Ramhormoz, y Masjed Soleymán. De todos modos, en cuanto a ganancias económicas, Juzestán es la provincia líder del país, pero como mencioné, lamentablemente las ganancias obtenidas salen de la provincia y las condiciones de vida de la gente se ven más afectadas cada día. Según las estadísticas oficiales, Juzestán ocupa el segundo o tercero lugar en el índice del paro del país. En la provincia donde se obtienen las mayores ganancias del país, el paro es increíble y crece día a día.

P: Por favor cuéntenos un resumen de la historia del Complejo Agroindustrial de Haft-Tappeh. ¿Cuantas hectáreas tiene bajo siembra? ¿Cual es el volumen de su producción?

R: Haft-Tappeh fue fundado en 1958. Durante tres años paralelos a la construcción de la fábrica en la que participaron empresas estadounidenses, holandesas, italianas y cubanas, se dividieron las tierras agrícolas para la siembra de caña de azúcar y crearon las condiciones adecuadas desde el punto de vista de la ingeniería. Durante estos tres años la fábrica se preparó para la entrega de caña de azúcar. Entre 1961 y 1962 la primera producción de caña de azúcar comenzó en Haft-Tappeh y al mismo tiempo se producía tanto azúcar amarillo, es decir mascabado, como azúcar blanco. En este momento no tengo los datos exactos de la producción de aquel tiempo, pero poco a poco mayores tierras fueron aplanadas y sembradas hasta que en 1973 se añadió un nuevo molino. Antes de esta fecha sólo teníamos un molino “A” o molino primario. Actualmente el Complejo Haft-Tappeh posee entre 20 y 24 mil hectáreas de tierra de las cuales 15 mil hectáreas están preparadas para ser sembradas. Cuando Haft-Tappeh estaba en condiciones normales, se cultivaban alrededor de 10,000 hectáreas de tierra y entre tres a cuatro mil hectáreas se preparaban para la siguiente siembra, es decir se sembraba en ellas brotes de caña de azúcar para el año siguiente. Cuando yo trabajaba allí, se producía entre 117 y 120 mil toneladas de azúcar blanco; pero actualmente la producción ha disminuido y baja día a día.[3]

P: ¿Hasta qué punto se utiliza la maquinaria industrial en Haft-Tappeh? ¿En qué estado se encuentra dicha maquinaria?

R: Como ya mencioné, Haft-Tappeh consta de dos partes: la agrícola y la industrial. La primera tiene que ver con la agricultura y el cultivo y la segunda abarca la fábrica.

La fábrica cuenta con varias secciones; hay dos molinos y las cañas cortadas se muelen con piedras especiales, se separan los residuos y el almíbar se convierte en azúcar amarillo a través de un cierto proceso. De los residuos de la caña se produce materia prima para la producción de MDF y papel. Estos residuos se trasladaban a través de unos tubos al vacío directamente de Haft-Tappeh a la fábrica de Papel de Pars.

P: ¿Entonces en Haft-Tappeh se producen otras cosas además del azúcar?

R: Los residuos de caña se trasladaban a la fábrica de Papel de Pars y la empresa se la compraba a Haft-Tappeh para la producción de papel. La empresa de Papel de Pares es en sí un complejo industrial independiente con maquinaria para la producción de la pasta que se convertirá en papel. Anteriormente producían papel de muy alta calidad en diferentes tamaños, pero ahora ha empeorado.

Los residuos de caña también se utilizan como alimento para el ganado: se mezclan con melaza, avena y granos de elote para producir alimentos para ganado y aves. Además, en el pasado, de la melaza se producían los mejores vinos y licores y se vendían. Desde hace unos años ya no existe un problema religioso y en Haft-Tappeh mismo se produce alcohol etílico.

Hay también una fábrica de MDF que antes no existía. La fábrica de Papel de Pars se fundó desde los principios de la fundación de Haft-Tappeh. En condiciones normales, si no existía ningún problema, diariamente entraban alrededor de 100 a 200 mil toneladas de caña a la fábrica y había que hacer algo con los residuos para continuar trabajando; por esta razón abrieron la fábrica de Papel de Pars. Debido a las condiciones que han creado y por la reducción de la maquinaria de Papel de Pars en los últimos 10-12 años, fundaron también una fábrica de MDF en Haft-Tappeh que se llama Pakchub.

P: ¿Cuántos obreros trabajan en Haft-Tappeh y en qué secciones?

R: A partir de 1981 Haft-Tappeh contaba con alrededor de 6000 a 6500 obreros y personal que trabajaban directamente bajo la supervisión de la empresa. En la temporada de cosecha de caña de azúcar contrataban a entre 2000 y 3000 personas más para cortar la caña. Los cortadores de caña son trabajadores temporales. Normalmente la cosecha empezaba a finales del mes de julio. Pero dependía de la cantidad del cultivo y de la extensión de tierras sembradas. Cuanta más tierra se sembraba, los cortadores de caña trabajaban por más tiempo, hasta 5 a 7 meses. Además, las condiciones climáticas jugaban su papel: si llovía, a veces no se trasladaba la caña de azúcar a la fábrica durante un mes o 40 días porque había lodo y las máquinas que debían llevar la caña a los tractores se quedaban atascadas en el lodo. Considerando todas estas condiciones, los cortadores de caña trabajaban durante un promedio de 6 a 7 meses.

P: ¿Cuál es el porcentaje de las mujeres obreras en Haft-Tappeh?

R: El porcentaje de las mujeres obreras es muy poco en comparación con los hombres, ni siquiera es comparable. En la sección agrícola de cultivo y riego, [supuestamente] debido a las altas temperaturas y las condiciones climáticas difíciles de la zona, las mujeres no pueden trabajar: los obreros de estas secciones son todos hombres. En la sección industrial también son todos hombres, pero tenemos mujeres en los laboratorios y como secretarias en las oficinas de los directivos. Por cada 2000 hombres, quizá haya unas 20 mujeres.

P: ¿Las obreras gozan de los mismos derechos que los hombres?

R: Sí, tenían el mismo sueldo. No había ninguna diferencia. Más bien dependía de la antigüedad, el nivel de estudios etc. El sueldo de las personas se determinaba según sus condiciones de trabajo, pero como todos trabajaban bajo la Ley de Trabajo, todas las personas contratadas gozaban de equidad en sueldo, condiciones de trabajo y reglamentos.

P: ¿Hay categorías para los obreros? ¿Sus sueldos se determinan según estas categorías?

R: Sí: obreros simples, obreros nivel uno, nivel dos, maestros etc…

Cuando yo fui contratado, mi sueldo era de cierta cantidad y cada año mientras aumentaba mi antigüedad, también aumentaba mi sueldo. Definitivamente los sueldos también dependen de la especialidad; por ejemplo, el operador de una máquina que es tanto su responsable como la persona especializada en ella, difiere en su sueldo de la persona que lo asiste y cuenta con menos antigüedad y menos especialización.

P: ¿Puede hablarnos resumidamente del proceso de privatización en Haft-Tappeh y su impacto sobre la vida de los obreros y la vida de la gente de la zona en general?

R: Haft-Tappeh era una empresa 100% pública, pero después de la aprobación del artículo 44 de la Constitución, muchas empresas públicas se privatizaron.[4] En el año 2015, tras una serie de cambios y modificaciones, Haft-Tappeh también fue entregado al sector privado. No se trataba de entregar la empresa a un sector privado especializado; esta entrega no estaba basada en especialización o en un contrato lógico y correcto, sino que, según relaciones de amiguismo y favoritismo, se entregó a personas que en realidad no tenían conocimiento alguno, ni especialidad en relación con la industria de caña de azúcar. La consecuencia fue que el trabajo y la vida de la gente no sólo no mejoró, sino empeoró. Cuando Haft-Tappeh fue entregado al sector privado, empezamos a enfrentar numerosos problemas. Hasta el punto en que, según las estadísticas que me pasaron mis amigos hace unos días, sólo un 50% de la siembra se ha cosechado y la producción, que solía ser de al menos 100 mil toneladas, se ha visto reducida a entre 8 y 9 toneladas de azúcar; además no de azúcar blanco sino azúcar amarillo o mascabado. Ahora bien, según las estadísticas, para convertir el mascabado en azúcar blanco, se da una reducción de una tonelada en cada 10 mil toneladas, es decir una baja de 10 por ciento.

Después de la entrega al sector privado, la situación era muy difícil y creó unas condiciones que afectaron gravemente a la gente de la zona y especialmente a los obreros de Haft-Tappeh. Como se sabe, las huelgas y protestas comenzaron desde el primer año de la privatización de la empresa y hoy en día, tras una serie de protestas y gracias al esfuerzo de los obreros la empresa, se encuentra en un estado “normal”.

La empresa se ha recuperado del sector privado, pero esto no significa que de nuevo sea público, sino que está bajo la supervisión de dos bancos; pero todavía no se determina su futuro. Lo único que está claro es que la empresa se encuentra en un estado medianamente “normal” y se pagan los sueldos de los obreros; pero lamentablemente, no realiza una producción efectiva.

P: Algunos intentan distinguir a los obreros de Haft-Tappeh con base en cuestiones étnicas. ¿Puedes explicarnos a qué etnias pertenecen los obreros?

R: Los obreros de aquí son lores y árabes. Pero los árabes son la mayoría. Yo mismo soy de aquí y aquí crecí y nosotros nunca discutíamos sobre etnicidad. Este mismo sindicato que creamos en 2008 es un ejemplo de esto: a pesar de que la mayoría de los obreros de Haft-Tappeh eran árabes (60% árabe y 40% lores y de otras etnias), de los 30 o 40 personas que se habían presentado como candidatos, entre 14 y 15 personas eran árabes y el mismo número no árabes; en estas elecciones donde eligimos a nueve personas para la junta directiva, 8 eran lores o no árabes y sólo una persona era árabe.

P: ¿Qué influencia tiene la etnicidad de los obreros en el proceso y tipo de su contratación?

R: Ninguna. Pero el amiguismo ha estado siempre presente. Actualmente las condiciones han cambiado mucho. Cuando yo trabajaba allí, la mayoría de los obreros agrícolas eran árabes, quizás debido a su especialización o al tipo de trabajo que realizaban. Eran menos en el sector industrial en comparación con obreras de otras etnias. En nuestra sección de la fábrica éramos entre 5000 y 6000 personas y muy pocas eran árabes. El echo de que alguien fuera o no árabe, no jugaba ningún papel en las contrataciones, pero lamentablemente ahora la situación ha cambiado un poco y la etnicidad sí afecta la contratación. Desde que la empresa está tomando un estado más normal, esta cuestión se ha dejado más al margen.

P: ¿Cómo se formó el sindicato de los obreros de Haft-Tappeh y qué alcances ha tenido?

R: El sindicato se formó debido a las huelgas que realizamos entre los años 2006 y 2007. Desde 2006 la situación de la empresa había empeorado y el problema del pago de los sueldos se había manifestado; así empezaron las protestas de varias horas y varios días que duraron hasta el año 2007. Si los obreros hablaban como representantes de la Asamblea Islámica del Trabajo5, como no tenían ninguna credibilidad entre los demás, los trataban muy mal y nadie hacía caso a la Asamblea Islámica. En este entonces nosotros todavía no teníamos nuestra propia asamblea. A lo largo de estas protestas los obreros activos nos fuimos reuniendo uno a uno. Cada vez que hablábamos o discutíamos con los directores de la empresa acerca de algunos asuntos, nos decían: “ustedes no son representantes y deben ser presentados como tal para poder hablar”. Escribimos una carta a la Secretaría de Trabajo, explicando que los obreros no quieren la Asamblea Islámica de Obreros y desean formar otra agrupación. Según la Ley de Trabajo, dicha agrupación podría tener tres formas: representantes obreros, comité de empresa o asamblea. Reunimos alrededor de 3000 firmas y las entregamos a la oficina de la Secretaría de Trabajo en la provincia; Fuimos perseverantes hasta que, gracias a las protestas y huelgas, pudimos reavivar el sindicato y someterlo a votación, crear un fondo y elegir a nueve personas como junta directiva.

Los logros del sindicato, al menos en los 7-8 años posteriores al 2001 fueron: ya que la empresa no hacía contratos fijos a los obreros, una de nuestras demandas en el sindicato era que los obreros se contrataran de manera fija y no temporal. En aquel mismo tiempo pudimos añadir 70 mil tumanes, que para entonces era una cantidad considerable, al sueldo de los obreros; Calculamos que los derechos por esposos, hijos, malas condiciones climáticas, transporte, vivienda, etc… sumaban 70 mil tumanes. Algunos de los compañeros tenían problemas, los habían despedido y no los dejaban entrar al lugar de trabajo; fuimos a negociar y pudimos lograr que volvieron al trabajo. Éstas eran mayormente ayudas económicas; pero paralelamente, cobrando una pequeña cuota de membresía a los obreros (por tiempo limitado ya que detenían a los obreros por 3 o 4 meses o los despedían) pudimos imprimir trípticos bajo el titulo de “Lo que cualquier obrero debe saber” que contenían enseñanzas acerca de los derechos de los obreros etc.

P: Sabemos que muchos de los obreros de Haft-Tappeh fueron detenidos y presionados, ¿Usted también fue detenido? ¿Además de los propios obreros, fueron detenidas otras personas relacionadas?

R: ¡Hablando no se logró nada! Nosotros seis, de los miembros de la junta directiva, fuimos despedidos. Yo fui la primera persona a la que despidieron. En 2008 arrestaron a toda la junta directiva; A mí, que era secretario de la junta directiva, me retuvieron y liberaron a los demás después de tres o cuatro días. En la Prisión de Ahvaz y en el centro de detención de la Secretaría de Inteligencia estuve detenido en una celda de aislamiento durante unos dos meses: mi salud empeoró, comenzó mi enfermedad cardíaca y me operaron del corazón varias veces después de aquel periodo; aunque han pasado diez-doce años, todavía debo tomar medicamentos. Cuando me liberaron no se me permitió volver al trabajo ni a la fábrica. Pero los demás compañeros que habían sido detenidos sí volvieron al trabajo. En 2009 cinco otras personas y yo (que habíamos sido despedidos un año atrás) fuimos condenados a seis meses de prisión. Cumplido este periodo, en 2011 me volvieron a condenar a un año de prisión y cinco personas más también fueron despedidos. Después de dos años, uno a uno, volvieron al trabajo; pero cuando se cumplió mi condena, a mí no me permitieron regresar. Por más que presenté quejas legales ante la Secretaría de Trabajo, el Tribunal de Justicia Laboral y otros lugares, mantuvieron el decreto de mi expulsión. En realidad, esta sentencia no la emitían dichos órganos, sino que se les dictaba desde la Secretaría de Inteligencia del Estado, pues les habían dicho que yo no debía de volver al trabajo bajo ninguna circunstancia. En 2015 la sección de Inteligencia del Pasdaran[6] me detuvo junto con otros compañeros por activismo obrero. Nos condenaron a seis meses y cumplimos un mes y pico más, detenidos en una cárcel de la Secretaría de Inteligencia. La próxima vez que fui detenido junto con otros obreros de Hat-Tappeh fue en 2018. Esmail Bakhsi y Sepideh Gholyan[7] también estaban entre los detenidos. En los últimos años, a causa de nuestro activismo obrero y como una persona que esta viviendo en la sociedad, nos encontramos además con problemas económicos. Actualmente tengo una sentencia de 5 años de prisión y no sé qué va a pasar con ella.

P: Al parecer, el gobierno ha quitado la empresa a sus “dueños anteriores”, es decir a las mismas personas a quienes había entregado la empresa en el proceso de la privatización, ¿se han consultado los obreros acerca de cómo debe continuar el trabajo?

R: Después del proceso del que todos están enterados, es decir, las protestas y huelgas, etc., la fábrica se recuperó del sector privado al que el gobierno la había entregado; una serie de conflictos entre los distintos bandos [de los que están en el poder] y las mafias de la renta económica, también jugaron un papel significativo en la recuperación de la fábrica. Actualmente, la fábrica se encuentra en un estado normal; debido a las condiciones actuales en que los obreros reciben sus sueldos, no hay tantas protestas, aunque hace poco tiempo, los obreros cortadores de caña, y algunos otros, protestaron porque les habían reducido parte del aumento a su sueldo. Ahora hay que ver qué ocurre en el siguiente año, considerando la nula producción de Haft-Tappeh y los muy serios problemas de sequía. Por el momento no podemos ser ni pesimistas ni optimistas. Esperamos que las cosas salgan bien y que los obreros no tengan problemas, aunque la realidad es otra.

P: Usted dijo que habían despedido a muchos obreros. Actualmente, ¿cuáles son las excusas del gobierno para despedir a los obreros?

R: Por ejemplo, despidieron a Esmail Bakhshi por su activismo. En realidad, no se ha expulsado a muchos obreros y siguen trabajando. Los que protestan, por ejemplo, los cortadores de caña de azúcar, dicen que ahora que la empresa se ha devuelto al sector público o se ha quitado del sector privado (dicen que se ha devuelto al gobierno, pero en realidad no se sabe), por qué deben contratarnos los contratistas, y por qué no podemos firmar los contratos directamente con la empresa.

P: Recuerdo que cuando en las últimas etapas de su lucha, los obreros de Haft-Tappeh propusieron la ocupación de la fábrica y su autogestión, había mucha discusión al respecto. ¿Es posible que dichas discusiones hayan estado también relacionadas con las experiencias de los obreros de otros países, o que éstas hayan sido tomadas en cuenta en los diálogos?

R: No se puede determinar con certeza. Se hablaba implícitamente de que los obreros son capaces de gestionar la fábrica por sí mismos. Yo también he expresado esta misma opinión varias veces, es decir que los obreros realmente pueden administrar la fábrica técnicamente; pero considerando las condiciones existentes y el sistema capitalista que domina no sólo Irán, sino el mundo, la pregunta es si los obreros de Haft-Tappeh al autogestionar la fábrica pueden o no competir con el sistema dominante. Por ejemplo, imaginemos que ahora mismo la fábrica está en manos de los obreros y ellos quieren vender el azúcar producido; digamos que los capitalistas compran su azúcar a 10 mil tumanes por kilo en otro lugar, mientras que el azúcar de Haft-Tappeh cuesta, por ejemplo, 20 mil. ¿Pueden los obreros vender a 10 mil y con este dinero reavivar la fábrica? Con problemas de este tipo, ¿pueden comprar los instrumentos que necesitan? Si lo abordamos lógicamente, es en verdad una consigna inalcanzable. En las condiciones actuales, si toman la gestión de la fábrica en sus propias manos, ¿podrán conservar su independencia? Pues dichas condiciones no lo permiten e imposibilitan la competitividad.

P: En términos generales, ¿cómo ve usted el futuro del Complejo Haft-Tappeh?

R: Si tomamos en cuenta las condiciones climáticas y la situación del agua, no queda lugar a optimismo respecto del futuro de Haft-Tappeh. Haft-Tappeh necesita agua y por lo tanto no soy optimista acerca del crecimiento de su producción en el año próximo (nadie sabe qué ocurrirá años más tarde). No me refiero a que los obreros de Haft-Tappeh tendrán problemas con sus sueldos, puesto que nos encontramos en una zona rica en recursos subterráneos de petróleo y gas, pionera en industria y agricultura; es decir, aunque continúen las sanciones, [el Estado] se encargará de los gastos y sueldos para poder seguir controlando la zona sin problemas de seguridad estatal. En otras palabras, creo que pueden darse altibajos, pero no cortes definitivos. De todas formas, éstas son sólo teorías y no se sabe qué puede ocurrir a futuro. Quizá nada pase y nada cambie. Quizá empeoren las cosas. Quizá se cierre o no la fábrica. Expreso estas teorías con base en las realidades sociales. En verdad no veo nada positivo en el horizonte a razón de las condiciones climáticas y la sequía, ya que el agua es una de las necesidades básicas de la producción de caña de azúcar.

P: Entonces, ¿usted cree que los problemas climáticos, la construcción de presas y la intervención en la naturaleza son causas que privan Haft-Tappeh de un futuro esperanzador?

R: La construcción de presas, intervenir la naturaleza y las cuestiones climáticas son temas independientes; pero tanta la falta de lluvias este año, como las condiciones de clima y el hecho de que se haya modificado el curso habitual de la naturaleza, crearán problemas no sólo para Haft-Tappeh, sino para toda Juzestán y esto me preocupa seriamente. Sin duda.

P: ¿Usted esperaría el apoyo y la solidaridad de los obreros de otros países que pudieran leer esta entrevista?

R: Desde luego que sí. Como obreros, nuestra lucha y perspectiva es de clase y esto no conoce fronteras, ni se limita a una zona o un país en específico. Los obreros de todo el mundo que comparten puntos de vista y pertenencias de clase necesitan acompañarse y apoyarse. Porque la clase obrera lucha en contra del sistema capitalista internacional. Dicho sistema no tiene fronteras, es decir, su represión, explotación, y las malas condiciones de vida que crea para los obreros, tampoco conocen fronteras. Entonces, ésta es una lucha de clase a nivel internacional. Los obreros de Irán, debido a las condiciones que están sufriendo, esperan de todos los obreros del mundo que los acompañen en todos los aspectos y los apoyen; se trata de una lucha contra el mundo del capital.

P: Ustedes, obreros de Haft-Tappeh, u otros obreros que luchan en Juzestán, como los obreros de Acero de Ahvaz, etc., ¿cuentan con un fondo de huelgas? Cuando hacen huelga, ¿de qué viven?

R: Lamentablemente, y considerando nuestras condiciones aquí, no podemos tener un fondo de huelgas. Le voy a dar un ejemplo: a lo largo de nuestra huelga en Haft-Tappeh, en los años 1997 y 1998, intentamos crear un fondo de huelgas o un fondo económico, pero nos trataron de la peor manera imaginable. Contábamos con boletos tarifarios para que cada obrero pudiera pagar mil o quinientos tumanes, o la cantidad que quisiera, como cuota de membresía. Pero no nos permitieron hacer esto. En aquel momento, pedimos incluso al Departamento de Asuntos Financieros que hiciera esto por nosotros, pero nos amenazaron y nos dijeron que no teníamos en absoluto el derecho de hacer algo así. Debido a las condiciones que tienen actualmente los obreros iraníes, en la mayoría de las fábricas y zonas donde trabajan, sea en la municipalidad, en el sector petrolero, agrícola o minero, en servicios o en cualquier otro sector, se enfrentan al problema de no recibir a tiempo sus sueldos. A veces hay retrasos de dos o tres meses en los pagos. Para un obrero que no ha recibido su sueldo en dos o tres meses, no es en verdad posible participar en un fondo de huelgas o un fundo financiero para cuando haya condiciones de huelga o cuando algún obrero se encuentre con un problema específico. Un fondo de huelgas sería posible si uno tuviera la certeza de que no enfrentará problemas de seguridad al crearlo. Nosotros no contamos con lo necesario para crear un fondo de huelgas, ni desde el punto de vista de la seguridad ni desde la perspectiva del pago de sueldos.

P: Usted habló de la detención y represión legal de los obreros, ¿sus abogados también han tenido algún problema?

R: Acaba de señalar un punto muy importante, y se lo agradezco porque así me hizo recordar al menos a la abogada Farzaneh Zeylabi, mi defensora. Farzaneh Zeylabi ha estado siempre junto a los obreros del complejo Haft-Tappeh, los obreros de Acero de Ahvaz, los activistas del medioambiente, maestros, periodistas, etc., y los ha defendido sin esperar nada a cambio ni cobrar honorarios. Puedo decir que Farzaneh Zeylabi es el ejemplo de un ser humano admirable, comprometido con los problemas de su sociedad, especialmente con la clase obrera, pues sabe que los obreros están realmente desprotegidos y nadie los apoya. Ella ha estado acompañando a los obreros y ha aceptado ser su abogada en estos 3-4 años de problemas. En medio de esto, lamentablemente, debido a estas mismas actividades y la defensa de las demandas obreras, le han abierto un expediente jurídico y hasta donde sé, será juzgada en mayo de 2022 por haber defendido a los obreros de Haft-Tappeh. No encuentro palabras para agradecer sus esfuerzos, servicios y todo lo que ha hecho por los obreros de Haft-Tappeh. Sólo puedo decir que es una mujer muy noble y valiosa. Como su defendido, como un obrero despedido y ahora jubilado, siempre le estaré agradecido.

P: ¿Existen otras personas, además de la señora Farzaneh Seylabi, que hayan sido detenidas o encarceladas por haber apoyado a los obreros de Haft-Tappeh?

R: Sí, la señorita Sepideh Gholyan quien ha estado junto a los obreros de Haft-Tappeh y actualmente se encuentra en prisión por sus esfuerzos y luchas en estos años; la han condenado a cinco años de cárcel. Según la última información que he escuchado de su familia o visto en las redes sociales, la señorita Gholyan está sufriendo de problemas del sistema digestivo y puede que haya contraído Covid en la prisión. Desafortunadamente, hasta ahora no han aceptado darle licencia médica. La señorita Sepideh Gholyan es una estudiante que decía: “somos hijos de obreros y nos quedamos a su lado”.

P: ¿Tiene usted algún mensaje para los obreros que pudieran leer esta entrevista?

R: El remedio de los obreros es unión y solidaridad a nivel internacional. ¿Cómo se forman la unión y solidaridad? Gracias a las organizaciones que se tienen en los lugares de trabajo. Nosotros debemos intentar organizarnos en nuestros lugares de trabajo. Dichas organizaciones pueden establecer una relación orgánica con otras fábricas y empresas y crear una amplia unión de acción entre los obreros. Pero debido a las condiciones que tenemos en Irán, esto es muy difícil para nosotros. En general, todos los obreros necesitan de esto y si desean liberarse de la opresión que sufren y de la explotación diaria a la que están sujetos, si quieren que lo que obtienen de su trabajo sea para ellos mismos, deben organizarse en agrupaciones independientes en su lugar de trabajo.

Entrevistador: Se lo agradezco mucho. Espero que las cosas no salgan tan mal como usted está previendo. Muchas gracias.

Señor Ali Nejati: Gracias a usted. Tengo esta perspectiva con base en las realidades actuales de la sociedad, no es sólo una opinión personal. También espero que mi teoría sea incorrecta y que el mundo resulte ser color de rosa.

Notas:

[1] En Mesjed Soleymán se descubrió el primer pozo petrolero del Medio Oriente. Véase: Bahram Ghadimi: “Petróleo y militarización en el Medio Oriente”; Ecoportal 2007: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/energias/petróleo_y_conflicto_militar_en_el_medio_oriente/

[2] Cantidad de agua que debe recibir cada región de un río.

[3] Según la Secretaría de Agricultura, actualmente se requieren 2,4 millones de tonelada de azúcar para consumo interno. Además de la producción de caña y betarraga, el gobierno iraní promueve la importación de azúcar, mayormente de China por lo que la producción interna no es capaz de competir.

Según la página de la televisora oficial iraní, Jam-e Jam Online, cuatro empresas, mayoritariamente pertenecientes a unas pocas familias, tienen la franquicia de la importación de azúcar a Irán. Mientras que los productores de azúcar no pueden vender su producto, la importación del mismo ahoga el mercado. Véase: https://jamejamonline.ir/fa/news/763297/%D9%88%D8%A7%D8%B1%D8%AF%D8%A7%D8%AA-%D8%B4%DA%A9%D8%B1-%D8%AF%D8%B1-%1D8%A7%D9%86%D8%AD%D8%B5%D8%A7%D8%B1-%DA%86%D9%86%D8%AF-%D8%AE%D8%A7%D9%86%D9%88%D8%A7%D8%AF%D9%87

[4] El artículo 44 de la constitución de la república islámica de Irán, conocido como la ley de privatización fue modificado y aprobado por el líder supremo del estado islámico iraní, Ali Khamenei en Julio del 2006.

[5] Desde unos meses después de la revolución de 1979 en Irán, el gobierno desmanteló todas las asambleas de los trabajadores que se habían formado antes y durante la revolución y las sustituyó con este órgano que el mismo estado lo controla. Según la Secretaría de Trabajo: “La Asamblea Islámica del Trabajo es una asamblea conformada por representantes de los trabajadores y el empresario (dirección) que se forma en las empresas con 35 o mas trabajadores.” Véase: https://tashakolha.mcls.gov.ir/fa/tashakolkargari/shoraaslami/marahal

[6]  Después de la revolución de 1979, el nuevo régimen, formó, aparte de las fuerzas policiales y el ejército tradicional, unos nuevos cuerpos de seguridad que además de ser militares, eran ideológicamente más adecuados. Desde hace ya muchos años, Pasdarán se convirtió en el cartel más grande del país: Pasdarán posee desde campos de producción agrícola, hasta fábricas automotrices, fábricas de armamentos, empresas petroleras etc. Al mismo tiempo, Pasdarán funciona como el “Estado detrás del Estado”. Pasdarán prácticamente, controla muchos recursos naturales y económicos de Irán.

[7] Después de varias detenciones, torturas y una confesión forzada que se difundió por la televisión estatal, Esmail Bakhshi fue despedido de su trabajo y actualmente está en paro y, al mismo tiempo, bajo amenazas permanentes. Sepideh Gholyan fue varias veces detenida e igualmente forzada a realizar una confesión televisiva. Actualmente está cumpliendo una condena de cinco años.