rma-tico.com Decenas de miles de empleados públicos, maestros, estudiantes, profesionales, agricultores, indígenas, ecologistas, y otros ciudadanos se lanzaron este lunes a las calles en la «Gran marcha, un día por la Patria» para exigir al gobierno y a los diputados sepultar el TLC y abrir un diálogo en favor de una agenda nacional de desarrollo. […]
- Decenas de miles de empleados públicos, maestros, estudiantes, profesionales, agricultores, indígenas, ecologistas, y otros ciudadanos se lanzaron este lunes a las calles en la «Gran marcha, un día por la Patria» para exigir al gobierno y a los diputados sepultar el TLC y abrir un diálogo en favor de una agenda nacional de desarrollo.
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Ondeando banderas de Costa Rica, con mascaradas, cimarronas, carretas típicas, comparsas, y coreando consignas contra el TLC, los manifestantes marcharon desde la estatua León Cortés, por el Paseo Colón y la Avenida Segunda, hasta las inmediaciones de la Asamblea Legislativa, donde fueron pronunciados encendidos discursos por líderes del movimiento.
El rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica, Eugenio Trejos, quien encabezó la marcha, aseguró que «esta manifestación, que logró llenar 22 cuadras, al menos, y esto no es fácil lograrlo, representa una fuerza poderosa de un pueblo que está diciendo no a la ratificación del tratado de libre comercio».
«El ambiente, muy alegre; mucha gente, realmente extraordinario. Ojalá que haya sensibilidad de quienes están en la Asamblea Lesgislativa y el Poder Ejecutivo a esta marcha, que puedan reaccionar y se abra las puertas a un diálogo nacional. La pelota está ahora del lado del gobierno», dijo a Informatico.com el jefe del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC) y ex candidato presidencial Ottón Solís.
El gobierno del presidente Oscar Arias señaló que la marcha se llevó a cabo en normalidad y que los servicios públicos no fueron afectados.
En conferencia de prensa en Casa Presidencial, el ministro de Seguridad, Fernando Berrocal, reiteró que la marcha fue «pacífica» y policía estuvo desarmada en el cordón de seguridad de la protesta, y garantizó el orden en todo el país, particularmente en Santa Cruz, Limón, Ciudad Quesada y otras zona donde también hubo concentraciones anti-TLC.
color y la algarabía que han caracterizado otras marchas también se esperna para este lunes 26. |
Durante la jornada de protestas no se registraron incidentes, con excepción de un hecho aislado en Siquirres, cuando unos 60 manifestantes intentaron bloquear la carretera a Limón y la policía detuvo a cinco dirigentes, precisó el viceministro de Seguridad, Rafael Gutiérrez.
Calle versus propaganda millonaria
«Es un derecho ciudadano poder manifestarse. Todos sabemos que en Costa Rica hay un porcentaje de población que está en contra del TLC, y probablemente las razones y buenas razones de las bondades y las ventajas del tratado en ellos no han permeado», afirmó el ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias.
A juicio de Arias la manifestación estuvo «muy lejos de llenar las expectativas de los organizadores» y destacó que los servicios públicos funcionaron con normalidad. «La valoración de cuántos fueron no vale la pena. Ese sector que se manifestó representa una minoría», aseguró el hermano del presidente.
No obstante, los dirigentes de la protesta se expresaron satisfechos con la acogida del movimiento y minimizaron encuestas publicadas el fin de semana que señalan una supuesta mayoría en contra del TLC.
«Después de lo que pasó en las últimas elecciones no deberíamos hablar de encuestas en este país. Hay personas que han querido persuadir a este país gastando miles de millones, aquí hay una expresión diferente, del pueblo que no tiene esos millones pero sí puede sacar un día para decirle a Costa Rica qué opina del TLC», consideró Ottón Solís.
Rolando Araya, ex candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), estimó que «esto es el acto popular más grande de la historia del país. Esperamos que demuestre que es la lucha del pueblo y no de un pequeño grupo de radicales», agregó.
«Uno esperaría que esto active un mecanismo de diálogo, un mecanismo de que no utilicemos esos procesos abreviados como se quiere sacar al TLC, como si el plenario fuera un microondas, yo esperaría que el gobierno no ponga oídos sordos a esta manifestación», opinó Francisco Molina, diputado del PAC.
Quienes se oponen a un acuerdo comercial con Estados Unidos estiman que este vendrá a echar por tierra el modelo de desarrollo que se inauguró en la década del 40.
«Esta es una de las manifestaciones cívicas más hermosas y grandes que yo recuerde», manifestó el hijo del desaparecido caudillo del PLN y ex presidente José Figueres Ferrer, Mariano Figueres.
Los que apoyan el tratado indican que rechazarlo sería alejar las inversiones extranjeras y poner en peligro el acceso al mercado estadounidense, el principal para Costa Rica.
Costa Rica es el único de cinco países centroamericanos que no ha ratificado el TLC en su Congreso. El gobierno de Arias ha dicho que espera hacerlo antes de que finalicen las sesiones extraordinarias el 30 de abril próximo, pero los opositores aseguran que de una u otra manera lo derrotarán.
«Nada puede compensar el daño al corazón de la República que traerá ese tratado. Somos respetuosos de la institucionalidad democratica, pero debemos recordar que las últimas elecciones nacionales fueron una de las más cuestionadas», afirmó el rector Trejos.
La aprobación de la reelección, el estrecho resultado de los comicios, el abstencionismo más alto de la historia moderna de Costa Rica. «Todo eso ha traído un debilitamiento de la institucionalidad del país».
Y después de la marcha ¿qué?
El presidente Arias ha llamado a los diputados -que serán los que decidan la ratificación o rechazo del TLC- para que se mantengan firmes. «En esta hora crucial, les recuerdo que en la política el juez más importante es la historia, y que ella sabrá reconocer a quienes con carácter defiendan las instituciones democráticas en la hora de mayor peligro».
Francisco Antonio Pacheco, presidente de la Asamblea Legislativa, descartó que la manifestación de este lunes tenga algún efecto en el Congreso. «Me parece muy difícil porque la mayoría de diputados tenemos la convicción de que el TLC es lo que más le conviene al país».
«El derecho de manifestarse es normal, pero eso no tiene nada que ver con que es a la Asamblea Legislativa a la que le corresponde la tramitación y aprobación del Tratado. No es en las calles donde se puede definir el futuro» del convenio», dijo Rodrigo Arias.
«Aquí lo que corresponde es un gran diálogo nacional porque el país está polarizado», destacó el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), Albino Vargas, uno de los más beligerantes líderes de oposición.
«Si el gobierno y la Asamblea Legislativa no dan un acuse de recibo de esta gigantesca manifestación, si ignoran el mensaje que hoy están dando los ciudadanos, puedo decir que habrá una segunda manifestación pero que no será tan hermosamente pacífica como ésta», declaró el dirigente opositor y politólogo Luis Guillermo Solís, disidente del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN).
Para el expresidente Rodrigo Carazo «cuando se quiere silenciar a un pueblo revienta la violencia. «Seguimos en paz y en el ejercicio pleno de los derechos diciendo no a la imposición. Si el gobierno fuera inteligente debería abrir los ojos para ver lo que está pasando».