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«Nadie sabe para quién trabaja»

Fuentes: Rebelión

El ¨conflicto en Ucrania¨ tensando la situación internacional como no sucedía en décadas, nos convoca a repensarlo todo en el ámbito de las relaciones internacionales. Se habla de cambio radical hacia el multilateralismo, algo que ya venía sucediendo y las acciones de Rusia solo ponen en evidencia.

EE.UU. en decadencia manifiesta, demostrada en su retirada abrupta y calamitosa de Afganistán, a seguidas de un periodo presidencial de Donald Trump que expuso todas las debilidades económicas y políticas así como el desprestigio de ese país y su condición venida a menos de superpotencia hegemónica, cuyas profundas contradicciones internas afloraron el 6 de enero del 2021 cuando asistimos a la toma del Capitolio por partidarios de una de las facciones fundamentales en disputa que encabeza el mencionado expresidente.

China afianzando su liderazgo económico mundial incontenible, de un país socialista dirigido por su Partido Comunista, demostrando la superioridad ostensible de esa forma de estado y gobierno, que poco a poco va cobrando espacio en la correlación mundial de fuerzas, tanto políticas como militares, y más importante aún, haciendo patente su ejemplo como camino inapelable de la civilización.

Hay que detenerse en Rusia. El corazón de las ex repúblicas soviéticas, portador principal de esa historia socialista truncada por la deformación del PCUS, la corrupción política y económica de una lacra burocrática que se asentó en el sistema de poder que supuestamente debía responder a la clase trabajadora de la unión de pueblos que se dio en llamar URSS.

Tengo más dudas que certidumbres sobre la esencia de lo que ha quedado de todo aquel patrimonio socialista en la renacida superpotencia nuclear y cada vez más económica y política. Escucho a muchos comunistas hablar con euforia de la actual Rusia y su presidente. Sus contradicciones tremendas con EE.UU. son asumidas como positivas para Cuba, lo que tiene mucho de objetivo por aquello de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, que en política funciona por un tiempo que hay que saber entender para actuar en consecuencia.

Un video de un parlamentario comunista español nos sacudió en nuestras entendederas como hace falta. Deslindó, con sencillez encomiable, quien es quien en este ¨conflicto¨. Me hizo recordar el genial resumen del pensamiento bolchevique hecho por Lenin en sus escasos 5 años al frente de aquella Revolución. Por primera vez escuché en voz del presidente Putin acudir a este imprescindible líder comunista para explicar los orígenes de Ucrania como nación y país.

Hace 104 años el fin de la 1ra Guerra Mundial nos entregó la primera gran Revolución Socialista del mundo. No creo que, a la burguesía de los países que participaron en aquella contienda fratricida que instigó esta Guerra, le haya pasado por la mente un resultado parecido. De hecho, aquella burguesía internacional continuó por 3 o 4 años la guerra, ahora contra el naciente estado de obreros y campesinos pobres rusos, en un intento frustrado por ahogarla en sangre.

El problema nacional salió a relucir desde los primeros momentos para la Revolución de Octubre. Hay que estudiar incansablemente lo que aprendió la clase obrera en el poder sobre este delicadísimo asunto, como la vida nos muestra a cada momento, hoy en el ¨conflicto en Ucrania¨, enseñanzas que fueron organizadas, estudiadas y presentadas por el líder del Partido Comunista Bolchevique con claridad sorprendente por su comprobación en la práctica a cada paso del naciente estado socialista.

La importancia del ¨problema nacional¨ quedó demostrada. Lenin nos dejó esto:

¨los trabajadores no deben olvidar que el capitalismo ha dividido las naciones, por un lado, en un pequeño número de naciones opresoras, imperialistas, soberanas y privilegiadas y, por otro, en una inmensa mayoría de naciones oprimidas, dependientes y semidependientes, que no gozan de igualdad de derechos. Lo más criminal y reaccionario de las guerras, la de 1914-1918, acentuó esta división exacerbando con ello los rencores y los odios. A través de los siglos ha ido acumulándose la indignación y la desconfianza de las naciones sin plenos derechos y dependientes hacia las naciones imperialistas y opresoras, de naciones como la ucraniana hacia naciones como la rusa.¨

Esto lo dice en ¨Carta a los obreros y campesinos de Ucrania¨, donde les informa de las decisiones del Comité Ejecutivo Central de la RSFSR y del Partido Comunista (Bolchevique) reconociendo la total independencia de Ucrania. Lenin incluye en su carta las dos posibilidades que tenían los soviets ucranianos de sumarse a una sola unión con Rusia o en una Federación que fue la decisión final como Putin recordó en su reciente discurso explicando que fue el líder bolchevique, quien dirigía a la Rusia soviética, que por sus convicciones como estado de obreros y campesinos si podía dejar en el basurero de la historia al nacionalismo como postura política para un país socialista.

Lenin nos legó profundos razonamientos y decisiones concretas de ese tipo de estado con relación al problema nacional, lo sensible que resulta para los pueblos por la experiencia acumulada de pisoteo de países enteros por todos los regímenes explotadores anteriores hasta el capitalismo, el que nos legó dos Guerras Mundiales que causaron la muerte de decenas de millones de seres humanos y la destrucción de varios países, con la siempre excepción de EE.UU. que ha sabido ¨bañarse y guardar la ropa¨ en ambas contiendas y ahora, desde allende el Atlántico, manipula a Ucrania y a toda Europa a través de la OTAN, con la misma pretensión de empujarlos a esta crisis y posible guerra a escalas que no pueden establecerse desde ahora.

Pudiera ser que esta intervención en Ucrania sea un fracaso para Rusia. Que el tiro le salga por la culata a Putin. EE.UU. podía asegurar que ¨Putin va a invadir Ucrania¨, no creo que tuviera información confiable sobre la decisión tomada por Moscú, pero el gobierno de EE.UU. si tenía los resultados de toda la operación realizada por su país desde el 2013 hasta hoy y aún en marcha, y cada acción que esta operación implicaba, lo que le permitía hacer la aseveración sin un pelo de duda. Sabía que no le dejaban al Kremlin otra alternativa. Los objetivos son los de siempre: ampliar su dominación y control de regiones y mercados; debilitar a sus principales opositores y, de ser posible, engullirse las riquezas de Rusia y los demás países que pertenecieron a la URSS; mejorar su posición ante China socialista con un golpe mortal a la globalización de mercados que ha perdido totalmente ante esta, como paso crucial en su objetivo de aniquilar esta alternativa socialista exitosa que les disminuye su poder e influencia en el Mundo, realmente el propósito final de toda su política reciente.

La intervención militar rusa es masiva y con medios y fuerzas suficientes para que no haya sorpresas importantes en el control del país vecino. Ucrania es simplemente el campo de batalla al que han obligado a desplegarse a Rusia y sus tropas. Es un país bajo control yanqui/occidental desde el golpe de estado del 2014, con un gobierno de juguete y donde han creado o desarrollado actores similares al Talibán afgano, tipo fundamentalista nazi-fascista, fácil de manejar y con tradición histórica de colaborar con la xenofobia nazi, ahora yanqui/occidental, contra Rusia, llana rusofobia simplemente. El Talibán funcionó con la errónea y fallida intervención militar soviética en Afganistán, fuertemente criticada por Fidel en su momento por considerarla realmente un golpe bajo contra el Movimiento de los No Alineados, una consecuencia más de las serias desviaciones políticas de la URSS. Pero el Talibán funcionó también ahora contra los propios norteamericanos, con serias consecuencias para el desprestigio como superpotencia de EE.UU.

Pero estaba hablando del ¨tiro por la culata¨ posible para Rusia, no para nuestro vecino del norte.

El golpe económico para Rusia puede ser de consideración, por más que lo hayan analizado en el Kremlin y previsto. La maquinaria mediática gigantesca contra Rusia, ahora con material de primera mano para inventar todo lo que tenga que ser inventado para presentar a Rusia como al diablo, seguirá subiendo la parada para sacarle todo el provecho posible en la creación de una satanización del país eslavo, solidificando la ¨rusofobia¨ por todo el mundo, algo que no han podido lograr con la ¨sinofobia¨, su principal objetivo, por los obstáculos objetivos que el poderío económico mundial de China y su efectiva política económica exterior. Así EE.UU. trabaja para lograr su regreso como primera superpotencia.

El objetivo final es dividir al mundo y sacar a Rusia primero y China después, del mercado mundial y con ello eliminar el ejemplo socialista exitoso ante el mundo de este último, política yanki que está creando condiciones objetivas para una Guerra Mundial.

Mi abuela definió hace 60 años que ¨perro no come perro¨, con lo que quería establecer la idea que enemigos tan poderosos que aseguran su destrucción mutua, no llegarán nunca a la guerra total entre ellos. Lo dijo al calor de una discusión entre mi padre y un tío mío sobre la llamada por nosotros en Cuba ¨Crisis de Octubre¨, ¨Crisis de los Misiles¨ por otros, allá por el 1962. Su conclusión se convirtió para mí en una tesis probada sin duda alguna todo este tiempo. Aclaro que mi abuela no fue una especialista en problemas estratégicos globales ni cosa que se le parezca, fue esposa de campesino pobre y madre de 9 hijos, pero para el que escribe, su idea vale tanto como la de cualquier erudito político contemporáneo, hasta que se demuestre lo contrario. Ahora está a prueba como en aquel octubre de 1962. Si falla esta predicción pues los instigadores y autores del ¨conflicto¨ estarían trabajando para Dios u otro planeta u universo desconocidos para el que escribe.

El magnífico artículo de Augusto Zamora publicado en Cubadebate no descarta esta posibilidad, pero como todos en La Tierra, indaga sobre qué podemos esperar los terrícolas si no desaparecemos como especie.

Hay una ausencia en los análisis y predicciones a los que he tenido acceso. Se mencionan los avances de las armas rusas, pero no se relacionan con la ¨destrucción mutua garantizada¨ que ha mantenido la paz nuclear hasta hoy. Esa condición, en la que se fundamenta la ¨predicción¨ de mi abuela, descansa en que no haya una ventaja suficiente en el poderío de los antagonistas que obligue al otro a ¨disparar¨ primero. Es como los duelos del ¨Oeste¨, sea norteamericano o spaghetti, solo que no como los del ¨Pistolero Invencible¨ de John Ford, sino como la leyenda de Wyatt Earp, con varios participantes de ambos lados, pero en condiciones distintas a las de ¨OK Corral¨, el duelo fue en un corral de ganado, un área cerrada. Hoy el corral es todo el planeta.

Es imprescindible conocer que países pueden iniciar una guerra nuclear. Los poseedores de armas atómicas se dividen, a mi entender, en cuatro niveles:

  1. EE.UU. y Rusia: Poseen alrededor del 90%, unas 12,000 de las ojivas nucleares. Buena parte de ellas las tienen instaladas en vectores balísticos intercontinentales (ICBM en inglés) en tierra propia y otro tanto en movimiento perpetuo en barcos, submarinos y aviones llamados estratégicos. Se afirma que cada uno tiene unas 1500 montadas en el ¨disparador¨, el cohete propulsor que solo hay que apretar el famoso botón para disparar. Eso significa que en tiempos normales tienen otras 4,000 cada uno en ¨cartuchera¨, o sea, fuera del cohete que las pueda lanzar, lo que les llevaría más tiempo usar. Todo esto cambia en época de crisis, que a medida que avanza lleva a los contendientes a habilitar más misiles con ojivas, lo que significa que a la hora del ¨primer golpe¨ puede asumirse que serían cientos, sino miles más entre ambos, que ahora mismo tienen 3,000 listas entre los dos.

Son los dos contrincantes históricos en potenciales duelos nucleares como el de Octubre de 1962, los que definieron al mundo bipolar que se diluyó supuestamente en 1991 con la desaparición de la URSS como contrincante político de EE.UU., cosa que Rusia ha venido a retomar hoy.

  1. China: De los estimados consultados se puede sacar como promedio unas 320 ojivas, y cuentan con otros tantos ICBM, con alcance intercontinental, de ahí colocarlos en segundo lugar por su poderío, aunque lejos de los dos primeros. No hay información si cuentan con ojivas en medios marítimos o aéreos fuera de su territorio, lo que les da una condición objetiva defensiva como esencia de objetivo estratégico, sin pretensiones ofensivas que no sean las de contrarrestar una agresión de tipo nuclear.
  1. Reino Unido y Francia: En un tercer nivel en cantidad de ojivas, alrededor de 260 o más, cada uno. No tengo datos si tienen algunos en ICBM en sus territorios, lo que se afirma es que cuentan con barcos y submarinos artillados con misiles portadores, de los que hay que hablar aparte pues pueden estar a solo 12 millas, o menos, de cualquier país rivereño del planeta, al igual que los que operan Rusia y EE.UU. en todo el mundo. Parece una estrategia de disuasión más agresiva, que puede contratacar, aunque su territorio esté neutralizado. Se supone que sus misiles apuntaban hacia la URSS hasta 1991 y que después……………, ahora y desde hace algún tiempo, tal vez 29 años, apuntan hacia Rusia, al menos la mayoría, y a juzgar por la campaña que The Economist y la principal prensa británica, pues no deben ser pocos los que tienen como objetivo a China.
  1. La India, Pakistán, Israel y Corea del Norte: Es el grupo menor en potencial nuclear y más abigarrado en composición y motivos.

La nuclearización de la India y Pakistán está asociada al diferendo entre ambos países, formados por la partición del territorio que ambos compartían como colonias británicas sobre bases nacional/religiosas, hinduismo e islam. Tienen poco más de 150 ojivas cada uno y no hay información objetiva sobre los vectores que utilizan aunque es posible suponer que sean de corto a medio alcance por la razón que tuvieron ambos países que son limítrofes.

Israel: Nunca ha realizado ensayos nucleares que se hayan podido detectar, pero hay sobrada información de inteligencia de su tenencia de decenas, si no cientos, de ojivas nucleares desde la década del 70 del pasado siglo. Se supone que si no hizo estas pruebas tuvo un necesario proveedor que no puede ser otro que EE.UU. Sus enemigos conocidos son el mundo árabe que la rodea y al que ha arrebatado buena parte del territorio que hoy exhibe como propio, a lo que se suma el resto de pueblos islámicos, en particular el persa, también cerca de sus fronteras. Esto hace suponer que sus vectores portadores son de corto a mediano alcance. La visita de su Presidente a Rusia para conversar con Putin da fé de su preocupación y/o papel como mediador o conciliador ante el Presidente ruso que tiene una relación particular afectiva con el pueblo judío.

Corea del Norte: Es el noveno país que ha realizado pruebas de armas nucleares y se estima cuenta con unas 50 y con cohetes ICBM, así como misiles hipersónicos que ha probado sostenidamente en los últimos meses. Aunque su enemigo fundamental es también un país limítrofe, Corea del Sur, este cuenta con armas nucleares de EE.UU. en su territorio lo que convierte a este último país igualmente en enemigo, de ahí que hayan desarrollado vectores ICBM que puedan alcanzar ese territorio.

Esta última verdad, que EE.UU. ha instalado armas atómicas en varios países del mundo es el otro factor fundamental a tener cuenta en el actual o cualquier ¨conflicto¨ donde participen potencias nucleares. Polonia, Alemania, Turquía, y no sé cuántos otros países europeos acunan estas armas norteamericanas que todas apuntan hacia Rusia. El cerco es realmente aterrador para el país asediado, por más poderoso que este sea. Cada aumento del potencial ofensivo de la OTAN contra ellos es un agravamiento de la tensión internacional y detonador de confrontaciones como la que ocurre hoy en Ucrania. Ahora se escuchan ideas sobre plantar misiles atómicos en Japón con consecuencias impredecibles por la posible reacción de China.

EE.UU. está igualmente amenazado seriamente, pero al contrario de Rusia, ¨trabaja¨ sin descanso ¨En Busca de Enemigos¨, como razonaba en su libro el ex agente de la CIA John Stockwell, o en la agudización de las contradicciones con todos ellos. Creo que es algo que el pueblo de ese país tiene que resolver, pues la solución alternativa es la desaparición de nuestra civilización. Es un problema que engendra ese sistema social cuando adquiere las dimensiones y el poder hegemónico al que llegó, ahora en palpable deterioro. Es lo que explica que, a pesar de la restauración capitalista en Rusia, al no poder explotar a sus anchas los recursos de ese país por la recuperación económica, militar y política que encabezó Putin, retornó progresivamente a una Guerra Fría de nuevo tipo, pero igual de peligrosa para la paz mundial, y que no tiene otro objetivo que acorralar y sacar a Rusia y China de la competencia económica mundial.

La situación hoy es bien distinta a octubre de 1962. No son dos potencias nucleares sino 9, que sepamos con certeza. En los duelos del Oeste gana, sencillamente, quien saque y dispare primero su arma. Los duelos de hoy, no los gana nadie, mucho menos si no es entre dos, sino como aquel de OK Corral. Es lo que pienso que pasará si no se detiene la escalada del presente ¨conflicto¨. Pero puede imaginarse un escenario que excluya el exterminio. Tenemos derecho a pensarlo, desearlo, imaginarlo, analizarlo y lograrlo.

Ese escenario, pensaba hace un año, cuando comenzaba la guerra, puede ser el más probable teniendo en cuenta lo que sabemos hoy: Rusia se retira de Ucrania, las dos provincias del Donbass se convierten en estados independientes, Ucrania no entra en la OTAN y esta organización bélica detiene su extensión hacia el este. Otro resultado nos lleva al otro fin conocido. Hoy no sería solo el Donbass con lo que se quedaría Rusia, los ataques al suelo ruso anterior a febrero de 2022, han cambiado la escena y las pérdidas de territorio de lo que fue Ucrania los últimos 30 años serían muy superiores.

Puede haber otro escenario de aumento de la escalada militar sin utilización del arma nuclear. Realmente improbable pero posible, como toda posibilidad. Y aquí es donde creo que pudieran surgir las sorpresas, los resultados no perseguidos por contendientes actuales: Rusia y EE.UU., este último que utiliza la OTAN, y los países europeos satélites que integran o no esta organización: Reino Unido, Francia, Alemania, Ucrania incluida.

Sería otra ¨Guerra Mundial¨ no nuclear y tenemos dos anteriores cuyos devenires nos trajeron cambios radicales no previstos por los principales animadores y protagonistas, pero sí por los que pagan todas las consecuencias catastróficas de las mismas. Sí, las guerras son pensadas, organizadas y lanzadas por los que gobiernan y, más aún, por los que detentan el poder real, la clase dominante. Estos diseñan políticas y estrategias que llevan al matadero a sus pueblos, a los que trabajan, a los de a pie, a los de abajo. Estos son manipulados de todas las formas posibles, recordar a Goebels en la Alemania hitleriana, hoy más sofisticadas que nunca para que apoyen, y, sobre todo, participen en la guerra de turno que necesitan los que detentan el poder. Y esto solo cambia las tecnologías gracias a las cuales se puede compensar el creciente rechazo a toda guerra, a toda confrontación, la necesidad de dedicarse al desarrollo, al bienestar de los pueblos, como hacen hoy China y Vietnam y queremos en Cuba.

De la 1ra Guerra Mundial, en la propia Rusia nació la República de los Soviets, de los obreros y campesinos, cuya primera tarea fue acabar con la oprobiosa guerra, y a pesar de firmar los decisivos acuerdos de paz, se vio atacada por varios años por las potencias ganadoras de la primera confrontación mundial, Francia, UK y EE.UU. que era aliada de los Zares, pero enemiga acérrima de los bolcheviques. Todavía hoy cuesta trabajo creer como un país devastado derrotara a todo el imperialismo capitalista que intentó destruirlo, y que 22 años después lanzó a la maquinaria hitleriana para cumplir lo que no pudieron en la primera intentona. Para los que luchamos por el socialismo no resulta tan imposible imaginarlo ni hacerlo. Y no fue solo en Rusia que se levantaron los soviets de obreros y campesinos pugnando por su estado socialista, en Alemania, Letonia, Polonia, Hungría y otros países fueron aplastados los trabajadores que gestaban los soviets, lo que incluyó masacrarlos junto a sus principales líderes.

La Segunda Guerra Mundial, después de 6 años de la mayor destrucción de la civilización hecha por la propia especie humana, cambió de nuevo el mundo. A pesar de todas las artimañas y acciones realizadas por EE.UU. en algunos países europeos que ocuparon, sobre todo en Francia e Italia, que sabotearon el acceso al poder de la clase obrera, las tropas soviéticas crearon condiciones totalmente distintas en los países del este de Europa que ocuparon solamente para liberarlos del yugo nazi. Lamentablemente la URSS ya había involucionado considerablemente con el estalinismo, a pesar de lo cual el pueblo soviético demostró la superioridad de los que luchan realmente por la libertad y la abolición del yugo del capital, sobre los organizadores de aquella carnicería, los capitalistas en disputa por el reparto mundial que engendraron ambas guerras, y la muerte de más de 50 millones de seres humanos junto con la destrucción de casi todo el continente.

Aquella URSS cometió los errores, que hubieran sido imposibles de haberse seguido las experiencias y conclusiones de los primeros años de unión de países bajo la dirección de un Partido Comunista donde solo primaba el análisis y la discusión abierta y descarnada y la dedicación de su dirección a la clase en el poder, que aprendió junto con ella a gobernar y a establecer las principales ideas políticas de como fundar un estado socialista, y donde el papel de Lenin y sus principales colaboradores consistió en entender y desarrollar las ideas gestadas por la nueva clase en el poder y aplicarlas sabiamente.

La Revolución imposible, impensable, con una clase obrera aún poco desarrollada e inmadura en los países más atrasados de Europa, se hizo realidad porque la propia guerra impuesta por el capital generó la conciencia necesaria sobre los verdaderos culpables de la carnicería, de todas las penurias de los pueblos arrastrados a aquella conflagración por los gobernantes de turno.

Pero las desviaciones de ese Partido y de la dirección de la URSS ya habían desdibujado todo lo aprendido y demostrado en la práctica por los bolcheviques sobre el bendito ¨problema nacional¨, el nacionalismo que por su naturaleza engendra todo sistema explotador, fundamento ideológico de estas guerras de rapiña, que es nuestro tema aquí.

La primera consigna comunista, ¨proletarios de todos los países uníos¨, no es un eslogan diseñado por ¨influencers¨ para captar adeptos, para hacer proselitismo. Se trata de una necesidad de la clase obrera para tomar el poder y para impedir estas y todas las guerras. ¿Qué interés puede tener un obrero de quitarle a la vida a otro por las razones que se esgrimen para estas guerras, si él mismo sería la ¨carne de cañón¨?

Gracias al Poder Soviético encabezado por Lenin Ucrania se hizo nación, Finlandia también y así todos los países que integraron o no la Unión Soviética, pero que eran parte del odiado imperio de los zares. Lo que hizo Jrushchov al ¨entregarle¨ a Ucrania Crimea y Sebastopol fue una concesión al nacionalismo, como su condición de ucraniano ¨adoptado¨ prueba, donde fue primer secretario del PCUS. La primera esencia de una sociedad socialista es la solidaridad, la primera, y como corolario: el internacionalismo. Esta esencia no entiende por tanto de guerra alguna, salvo las que luchan por la independencia de pueblos de cualquier yugo exterior o de los gobiernos de sistemas explotadores como el capitalista que aún predomina hoy. Disputas, sí, de varios tipos, pero ninguna que termine en guerra de cualquier nivel.

Y a los que nos acusen de idealistas, pues quisiera verlos ¨en el más allᨠluego de la ¨lógica política¨ establecida hasta hoy que supone una guerra cuasi permanente, al menos si nos llevamos por EE.UU., país que está tan cerca de la guerra civil como de la mundial, por las contradicciones internas de su clase gobernante, la burguesía y su política imperialista que nace de su naturaleza explotadora.

¿Y si nos avocamos a una guerra no nuclear que sacuda la conciencia mundial y saque del juego, de una vez por todas, a los actuales gobernantes del capitalismo mundial que solo entienden de su poder gigantesco que pretende con la guerra corregir cualquier peligro que se cierna sobre su posición hegemónica absurda e inhumana?

No creo haya posibilidad alguna de salvar nuestra civilización si no cambiamos el orden mundial prevaleciente hoy con la hegemonía del capital, que gesta en su seno estas contradicciones insalvables entre países, pueblos y clases, que nos llevan a las guerras, convenciendo a los pueblos con el veneno del nacionalismo y el odio que este genera para motivar a los que sacrifican sus vidas en beneficio del capital que los explota. La Revolución de Octubre nos demostró que esta ceguera del pueblo, que lo arrastra a apoyar y pelear por los intereses egoístas de los burgueses, puede cambiar radicalmente con la evidencia de la carnicería en la que solo ellos, los explotados, pierden sus vidas. Solo un mundo donde prevalezcan los intereses de los trabajadores, del pueblo, el socialismo, puede crear condiciones objetivas para desterrar la palabra guerra de nuestro futuro, que seguirá lleno de contradicciones y problemas, pero ninguna que nos lleve al holocausto nuclear.

Sigo aferrado a la predicción de mi abuela.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.