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Mientras India se enfrenta a la censura y la represión del gobierno

Narendra Modi preside la reunión de cancilleres del G20

Fuentes: Rebelión

El pasado 2 de marzo de 2023 dio inició la reunión de ministros exteriores del G20 en Nueva Delhi, India, evento que precede a la reunión de jefes de estado que tendrá lugar los días 9 y 10 de septiembre del presente año en el marco de la presidencia de India del G20.

En su discurso de apertura del evento, el primer ministro Narendra Modi, conocido por sus políticas de carácter ultra nacionalistas, reiteró su interés por buscar la unión y la cooperación a nivel mundial y declaró que «La presidencia de India del G20 ha tratado de dar una voz al sur global». Estas declaraciones llegan en un momento sumamente controversial para Modi, quién recientemente ha sido objeto de múltiples críticas y ha sido acusado de intentar censurar un documental emitido por la BBC en enero de este año en el cuál se le critica duramente. 

En el documental, que lleva por nombre India: The Modi Question, se abordan los disturbios violentos ocurridos en el distrito de Gujarat en 2002 bajo la administración de Modi, los cuáles dejaron un saldo de más de 1,000 víctimas, principalmente de origen musulman, y se presenta nueva información obtenida de las investigaciones realizadas por el gobierno de Reino Unido que apuntan a que lo acontecido en Gujarat tiene «todas las características de una limpieza étnica». El material fue rápidamente prohibido en todo el territorio indio en base a la Regla 16 de las Reglas TI 2021, la cuál permite al gobierno indio bloquear provisionalmente cualquier contenido en línea que, a su consideración, amenace la seguridad del país. Aunado a esto, el Ministerio de Relaciones Exteriores catalogó al material cómo «propaganda», y la policía aprehendió a varios estudiantes que intentaron ver el documental de manera ilegal. 

Los actos de represión llegaron a su clímax cuando las autoridades fiscales ingresaron en las oficinas de la BBC en India el pasado 14 de febrero de 2023, argumentando que se habían cometido delitos fiscales de manera reiterada, en un acto que ha sido señalado por diversos medios cómo un intento de represión contra la cadena. Según información del medio Al Jazeera, los agentes prohibieron a todos los empleados abandonar las instalaciones y procedieron a confiscar todos los teléfonos y computadoras cómo una forma de intimidación. Varios medios de comunicación nacionales e internacionales calificaron esta intervención cómo un intento desesperado por acallar las críticas en contra del primer ministro, y el secretario general del partido del congreso, KC Venugopal señaló a través de su cuenta de Twitter que «la redada informática en las oficinas de la BBC huele a desesperación y muestra que el gobierno de Modi tiene miedo a las críticas».

Sin embargo, esta no es la primera ocasión en que Modi ejerce la censura como un medio para acallar las opiniones que se oponen a su gobierno. Un caso similar ocurrió con el lanzamiento del documental India’s Daughter, también producido por la BBC y estrenado en el año 2015, tan solo un año después de que Modi iniciara su primer mandato. En dicho documental se aborda el caso de Jyoti Singh, una joven de 23 años originaria de Delhi qué en 2012 fue violada por seis hombres en un autobús en Nueva Delhi, y qué más tarde murió a causa de las severas heridas propiciadas por este acto. Tras su lanzamiento, el documental fue tajantemente prohibido en toda la India, y El Ministerio de Telecomunicaciones e Información argumentó que el material incitaba a la violencia contra las mujeres y que brindaba a los agresores, los cualés fueron entrevistados como parte del proceso para la realización del docuemntal, un medio para expresarse y justificarse por sus crimenes.

Otro caso similar se presentó en 2021 cuando, según reportó recientemente el Sindicato de Editores de la India, las autoridades allanaron de manera similar las oficinas de los medios NewClick, News-Laundry, Dainik Bhaskar y Bharat Samachar, todos ellos críticos del gobierno de Modi y del BJP. Ese mismo año, el gobierno de India emprendió importantes acciones para censurar las críticas qué se hicieron a través de redes sociales hacía su manejo de la crisis de salud pública propiciada por la pandemia de Covid-19. Medios cómo The Washington Post o la propia BBC señalaron que India pidió a Twitter bloquear los tuits en los cuáles se cuestionaban las acciones ineficientes del gobierno ante la pandemia, en muchos casos emitidos por miembros de la oposición política del BJP. 

En 2022, India ocupó el puesto 150 de un total de 180 países en el índice de libertad de prensa realizado por la organización Reporteros sin fronteras, siendo este el puesto más bajo que ha ocupado en toda su historia. Es claro que el ambiente de censura y represión ha perdurado durante muchos años en el país, y el reciente allanamiento en las oficinas de la BBC a raíz del documental The Modi Question sólo es el caso más reciente de un extenso historial de atentados contra la libertad de expresión por parte del gobierno actual. Ahora, tras el fin de la reunión de cancilleres en vísperas de la cumbre de jefes de estado del G20, Narendra Modi se enfrenta ante una disyuntiva que lo coloca frente a dos opciones poco favorables para su imagen: Permitir que se le señale cómo cómplice de lo que bien pudo haber sido una limpieza étnica, o ser juzgado públicamente cómo un líder represor que atenta contra la voz del pueblo. 

Rubén Tristan Blancas Vázquez. Estudiante de la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Integrante del Observatorio del G20, un proyecto de la misma facultad coordinado por el Doctor Alberto Betancourt Posada.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.