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¿Época de generosidad o época de muerte?

Navidad en Afganistán

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Con la Navidad ya a la vuelta de la esquina, los cristianos celebrarán el nacimiento de Jesús (que la Paz sea con Él) como un período propio de regalos y bondad. En efecto, mientras algunos viven esas celebraciones, otros lo convierten en una época para matar. Un período de espanto, muerte y destrucción, engendrado por los bombardeos de EEUU y la OTAN, eso es lo que se avecina para los miles de afganos obligados a abandonar sus casas y sus pueblos y a convertirse en desplazados internos enfrentados a todo tipo de calamidades.

Según el Ministerio afgano de Sanidad, un millón seiscientos mil niños menores de cinco años y seiscientas veinticinco mil mujeres en edad fértil corren un riesgo inminente de muerte por varias causas, entre ellas la carencia de alimento y refugio. Mientras la gente en EEUU celebra el nacimiento de Jesús, el pueblo de Afganistán tiene que presenciar la agonía de sus hermosos niños y mujeres. Así es, mientras el resto del mundo disfruta de la época de la generosidad, para los afganos sólo se abre un período de muerte, obsequio especial de algunos que creen en el nacimiento de Jesús. Mientras los niños estadounidenses reciben todos los regalos que desean, los niños afganos pierden sus miembros y sus vidas y lloran por un pedazo de pan. Mientras muchos niños están esperando que sus padres les lleven de compras, otros sólo ven regresar a sus padres cubiertos de sangre.

La pasada semana, cinco niños afganos esperaban que su padre, Nafay, les llevara a comprarse unos zapatos. Los niños estaban muy excitados porque el próximo lunes [8 de diciembre] es la fiesta del Eid, pero su impaciente espera se convirtió en insoportable dolor cuando vieron cómo las fuerzas estadounidenses disparaban infinidad de veces contra su padre. Esos niños tendrán que vivir sin un padre que pueda cuidarlos y mantenerlos. Ese fue el regalo que recibieron para la próxima época de la Navidad; para ellos sólo será la época de la muerte.

Las buenas gentes del mundo celebran la Navidad, pero los padres de Afganistán tienen que contemplar la agonía de sus hijos a causa del frío extremo, el hambre y la contaminación creada por las armas de uranio que las fuerza de EEUU y la OTAN les lanzan sin pausa, obligándoles a escapar e intentar sobrevivir en campamentos provisionales en los que se carece hasta de las más elementales tiendas de campaña mientras llueve y nieva, con todas los escasos enseres y ropas que han podido cargar completamente empapados. Necesitan una cama donde dormir. Los ancianos y los niños padecen neumonía y otras dolencias graves. El resultado es más que obvio cuando se llega hasta esos campos: la penosa visión de un gran número de tumbas señalando las ausencias de los más jóvenes y los más ancianos.

Espero que la gente de buen corazón de Occidente coopere en la medida que pueda para evitar que los padres afganos tengan frente a sí la agonía de sus hijos. Si desean que esas pobres gentes puedan ver una cara diferente de Estados Unidos y de Europa, por favor, ayúdenles con sus donaciones a:

www.afghanistanafterdemocracy.com,

Pueden contactar conmigo en:

[email protected].

N. de la T.:

Pueden consultarse los escritos del Dr. Daud Miraki recientemente publicados en Rebelión.org:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76632

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76834