A 12 años de que se venza el plazo para cumplir los compromisos de la Agenda de Educación 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), América latina y el Caribe anotan un nivel «crítico» que demanda «medidas urgentes», advirtió el Fondo de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco). En 2016, dos […]
A 12 años de que se venza el plazo para cumplir los compromisos de la Agenda de Educación 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), América latina y el Caribe anotan un nivel «crítico» que demanda «medidas urgentes», advirtió el Fondo de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco). En 2016, dos de cada 10 jóvenes latinoamericanos estaban aún fuera del sistema educativo en el nivel secundario alto y 4 de cada 10 no había logrado completar este nivel. En algunos países de la región, más del 90 por ciento de los adultos que no están alfabetizados o que no han concluido sus estudios, no tienen acceso a programas de educación no formal.
Solo uno de cada 10 jóvenes tuvo acceso a programas de educación y formación técnica y profesional.
Pese al crecimiento sostenido y positivo desde los años 90 en el acceso a la educación terciaria, para la mitad de los jóvenes y adultos de la región la educación terciaria sigue siendo solo una promesa.
Así lo revela un adelanto del reporte regional de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/Unesco Santiago) titulado «No dejar a nadie fuera, no dejar a nadie atrás».
El informe fue realizado sobre la base de indicadores de monitoreo a las metas del ODS4 (Instituto de Estadística de la UNESCO), y será lanzado próximamente, Hoy, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, el organismo apuntó a que «el proceso de exclusión juvenil de la escuela a nivel de secundaria alta y la desvinculación de las generaciones jóvenes antes de completar su ciclo regular, son un factor cada vez más relevante a considerar en la respuesta de los sistemas educativos para el diseño de las políticas y Programas de Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA)». El informe subrayó la «juvenilización» del EPJA al constatar que en estos programas hay cada vez más jóvenes, «complejizando el funcionamiento completo del sistema y desafiando su organización y formas de acción». Si bien se han logrado tasas de alfabetización plena en jóvenes, aún un 5% de la población adulta no está alfabetizada.
En algunos países de la región 2 de cada 10 jóvenes y adultos no tienen los niveles mínimos de suficiencia en lenguaje; 3 de cada 10 no los alcanza en matemática. Igualmente, 7 de cada 10 jóvenes y adultos de la región se están quedando atrás en habilidades laborales, entre ellas las relativas a la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Otro aspecto importante es que 3 de cada 10 currículos de la región no mencionan los Derechos Humanos. También 5 de cada 10 currículos no tratan el tema de la Paz y la no Violencia y 7 de cada 10 países de América Latina y el Caribe no consideraron la equidad de género o el desarrollo sostenible en sus contenidos curriculares. Para la Unesco, las enormes brechas que persisten en materia de acceso y aprendizaje, es necesario revalorar la educación de las personas jóvenes y adultas como un dinamizador de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y del derecho a la educación.
También, señaló, es preciso resituar la importancia de la alfabetización en el siglo XXI y resignificar su entendimiento dentro de la trama compleja de saberes y capacidades que son necesarias para una vida y un mundo distinto desde una perspectiva de justicia social.