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Conferencia de prensa de Chávez en el FSM 2005

No podemos seguir solo debatiendo: acción y pensamiento es la dialéctica

Fuentes: Red Eco

El mismo presidente de la República Bolivariana de Venezuela fue quien se encargó de decir que se trataba de un encuentro de prensa atípico. Desde el mediodía, periodistas y militantes participantes del FSM, comenzaron a llenar los pasillos del Hotel Plaza San Rafael al que Hugo Chávez Frías arribaría a las 15.30. A esa hora, […]

El mismo presidente de la República Bolivariana de Venezuela fue quien se encargó de decir que se trataba de un encuentro de prensa atípico. Desde el mediodía, periodistas y militantes participantes del FSM, comenzaron a llenar los pasillos del Hotel Plaza San Rafael al que Hugo Chávez Frías arribaría a las 15.30. A esa hora, cuando aún quedaban decenas detrás del acceso a la sala y el personal de seguridad continuaba con los registros, empujaron una de las puertas al coro «somos periodistas, no terroristas».

Como era de esperar, los más de 150 periodistas se acomodaron en la sala con la esperanza de ser elegidos para hacer una las cinco preguntas establecidas. «Sin duda este es el evento político de mayor importancia que ocurre en el mundo» afirmó Chávez después de estrechar manos e intercambiar saludos, abriendo la ronda de prensa en el ante último día del Foro Social Mundial de Porto Alegre. Le llamó la atención la alegría, el optimismo y la fuerza que vio. También lo decía en referencia al asentamiento campesino de los Sin Tierra que acababa de visitar, «ejemplo de la lucha por la tierra y la soberanía».

La primera pregunta se refirió a la cuestión militar. «Yo soy militar así que me toca en la fibra, en el alma» y enseguida hizo su primer cita a Simón Bolivar «cuando estaba muriendo, en su última proclama dijo: ‘los militares deben empuñar su espada para defender las garantías sociales’.. Lo último que deben hacer es prestarse al juego imperialista, dominante y arremeter contra su pueblo cmo ha sucedido muchas veces. En este momento, cuando las fuerzas imperialistas vuelven a arremeter, los militares deben defender los pueblos, más nunca subordinarse a las oligarquías» sentenció.

Para Chávez ese debe ser el papel de los libertadores, estando subordinados al máximo partido político que no es otro que el pueblo y la voluntad popular. Entonces rememoró el 12 de abril de 2002, cuando fue apresado por la Junta de Gobierno apoyada por los militares «made in USA», «el pueblo salió a la calle, se opuso al Golde de Estado y derrotó la tiranía que duró 47 horas, y aquí estamos tres años después, profundizando la democracia revolucionaria».

Así, entre las líneas de acción, mencionó como fundamental la unión cívico militar, el incremento de la participación popular y el fortalecimiento del aparato militar. «Venezuela no se va a meter con nadie pero que nadie se meta con Venezuela» aclaró, movilizando el ánimo de la sala.

La segunda pregunta tuvo que ver con las carpetas que aguardaban en los asientos de la sala. Eran de Tele Sur «nuestro norte es el sur», el canal independiente que impulsa el gobierno venezolano en articulación con otros medios de América Latina. Antes de responder introdujo al tema, como es costumbre para este hombre de repuestas largas, claras y convincentes.

Llamó a creer en otro mundo mejor, no solo posible sino imprescindible. «Si se continúa avanzando en el planeta con el modelo neoliberal algún día la tierra no va a resistir más. Se está recalentando peligrosamente y las inundaciones serán cien veces peor que la de Asia» dijo mientras contagió a la prensa al llamar Mrs. Condolencia (por Condoleezza Rice flamante sucesora de Colin Powell) criticando los chantajes económicos, las presiones y el ALCA como sello final del colonialismo.

La agenda mundial

En este marco, Chávez lanzó la propuesta de elaboración de una agenda mundial, «no podemos seguir solo debatiendo. Acción y pensamiento es la dialéctica, el mundo no se detiene. Una agenda de ataque y que no se asuste, Mr. Bush, que no vamos a tomar Washington».

Dentro de la agenda una de las propuestas específicas es la Televisora Sur y se refirió al sur más allá de lo geográfico, como solución a un norte donde las personas son víctimas de las campañas mediáticas que no tardan en ponerse de acuerdo a la hora de publicar una foto con Fidel o Husein y anunciar al mundo la invasión del comunismo y las guerrillas; o el día del Golpe, decir que renunciaba cuando estaba preso; o hacer la vista gorda cuando se fotografió con el Papa o habló con Clinton, con quien afirmó se podía conversar, a diferencia del actual que no sabe más que de bombas, ametralladoras y amenazas.

Enfatizó que el tema de la dictadura mediática, en términos de Ignacio Ramonet, es un tema para debatir en el mundo, afirmando que lo ve como un gran tabú; la libertad no puede ser ilimitada. Y entonces proclamó la Ley de Responsabilidad Social de Radio Y TV hablando de una Televisora participativa y en alianza con otras estaciones comunitarias. En Argentina, la propuesta será dirigida a Canal 7 y se debatirá mañana cuando Chávez llegue a Buenos Aires. También adelantó tratativas con la televisión de Paraná y dejó en claro que se trata de una iniciativa que apunta a la integración «para decir la verdad del pueblo, para la cultura, la información veraz». Para el pueblo y no para el gobierno.

Prensa Latina fue otro de los medios privilegiados del acotado sorteo de preguntas, haciendo hincapié en la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) que proponen Venezuela y Cuba.

El último encuentro con Fidel Castro fue el 14 de diciembre pasado, conmemorando el primer encuentro del 1994. Comentó su asombro al ver la rapidez con la que entonces Fidel se repuso de aquel ‘aterrizaje en Santa Clara’, y fue a esperarlo al aeropuerto. «Y como estaba de reposo hablamos nueve horas y media», dijo. «El ALBA es un convenio histórico que firmamos y ya comenzó a ser atacado por los medios privados nacionales e internacionales».

Explicó que el objetivo principal no es el comercio sino que se focaliza en lo social, contra la miseria y la pobreza, con nuevos conceptos económicos como el beneficio a Cuba respecto al suministro de petróleo y el desarrollo de la central azucarera en Venezuela; y que no se podrá aspirar a un crecimiento sostenido siempre que se continúe bajo la tesis neoliberal. Puso como ejemplo de acción los veinte mil médicos cubanos que trabajan en los barrios de Venezuela, dando cuenta que el número de consultas realizadas en el 2004 equivale a todas las hechas en el país a lo largo de cinco años. Remarcó los beneficios como la baja de la mortalidad infantil y el ejercicio de la salud preventiva.

A su vez, respecto al tema educativo habló sobre el plan «Yo si puedo» que lleva un millón trescientos mil alfabetizados.

Consultado sobre el balance internacional no dudo en afirmar que era positivo, explicando que la revolución bolivariana marcha sobre cinco conceptos: el eje político, que es construir una democracia real y participativa; social, conformando una sociedad de iguales; un proceso de desarrollo endógeno y el proyecto bolivariano de una patria grande, hacia un mundo pluripolar.

El balance también lo vinculó al nuevo gobierno de Zapatero en contraposición al que era un gobierno arrodillado frente a Norteamérica, la alianza estratégica con Rusia y la consolidación de China.

Con respecto a Colombia, luego de que Álvaro Uribe difundiera el pasado 28 de enero un comunicado dando por resuelto el impasse con Caracas desatado el 13 de diciembre con la detención de Rodrigo Granda, miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), afirmó que se trató de una provocación de los Estados Unidos en la búsqueda por intervenir en la revolución bolivariana. Al retorno de Buenos Aires el turno le tocará a Uribe, «reunión de la cual dependerá la solución» aclaró.

Uno de los temas finales y esperados era la situación de Haití. La comparó con los días en el que él fue apresado y el pueblo salió a las calles, con la diferencia de que Jean Bertrand Aristide no tenía soldados que lo defendiesen, esa ya era una consigna del imperio. «La solución no puede pasar por las Naciones Unidas o un grupo de presidentes, sino por el pueblo de Haití» dijo y refirió al camino de la consulta popular.

Una hora más tarde, en el Gigantinho más de 15 mil personas aclamaron a Chávez, quien reiteró varios de los puntos mencionados durante la conferencia que allí tachó de estruendosa. Enfatizó las debilidades ideológicas y consecutivas incoherencias de Estados Unidos anunciando su soledad. «Paciencia, constancia y mucho trabajo. Con Tabaré en Uruguay, Kirchner en Argentina haremos posible el sueño de una América unida».