Pakistán colaboraba activamente con los talibanes en Afganistán mientras aceptaba la ayuda estadounidense, según informes militares de Estados Unidos filtrados, una revelación que podría aumentar la presión sobre el aliado de Washington. La información divulgada por la organización online WikiLeaks coincidió con la advertencia del almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, de la […]
Pakistán colaboraba activamente con los talibanes en Afganistán mientras aceptaba la ayuda estadounidense, según informes militares de Estados Unidos filtrados, una revelación que podría aumentar la presión sobre el aliado de Washington.
La información divulgada por la organización online WikiLeaks coincidió con la advertencia del almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, de la posibilidad de que se produzcan mayores bajas entre las fuerzas de la OTAN en Afganistán a causa del aumento de la violencia durante el verano.
Los talibanes dijeron tener como rehén a un soldado estadounidense que se extravió en territorio insurgente con otro compañero, que fue asesinado. Esta supuesta captura erosionará aún más el apoyo público en Estados Unidos a la guerra iniciada hace ya nueve años.
Contenidas en más de 90.000 documentos secretos, las revelaciones podrían alimentar las crecientes dudas en el Congreso sobre la estrategia de guerra del presidente Barack Obama a medida que crece la cifra de bajas estadounidenses.
La Casa Blanca condenó la filtración de los documentos y dijo que podría amenazar la seguridad nacional, además de poner en peligro la vida de estadounidenses. Pakistán dijo que la filtración de informes no procesados del campo de batalla era irresponsable.
El Pentágono dijo que su revisión de los documentos militares secretos llevaría «días, sino semanas» y que era muy pronto para evaluar sus efectos.
«Los revisaremos para intentar determinar el daño potencial en las vidas de nuestros miembros en servicio y socios de coalición, si revelan fuentes y métodos y cualquier posible daño a la seguridad nacional», dijo el portavoz del Pentágono, el coronel Dave Lapan.
«Se tardará unos cuantos días, sino semanas, dependiendo de la disponibilidad de esos documentos para que puedan ser revisados», agregó.
REUNIONES SECRETAS
Los documentos señalan que representantes de los servicios de inteligencia paquistaníes (ISI, por sus siglas en inglés) se reunieron directamente con los talibanes en sesiones secretas de estrategia, con el propósito de organizar las redes militantes que combatían a los soldados estadounidenses.
También hablaron sobre las muertes de civiles provocadas por fuerzas extranjeras mientras perseguían a los extremistas y los esfuerzos para encubrirlas en algunas ocasiones.
Al menos 45 civiles, muchos de ellos mujeres y niños, murieron en un ataque con un cohete por la fuerza extranjera liderada por la OTAN durante el enfrentamiento con los insurgentes talibanes en la provincia de Helmand, dijo un portavoz del Gobierno afgano.
El Gobierno afgano se negó a ofrecer reacciones específicas al informe, pero dijo que Kabul ha hablado en reuniones públicas y privadas con sus aliados occidentales sobre las muertes y el papel de ISI en la desestabilización de Afganistán.
«Durante años, hemos planteado el tema de las bajas civiles y lo dañinas (…) (que) podrían ser para lograr nuestro objetivo conjunto de derrotar al terrorismo en Afganistán», dijo el portavoz gubernamental Waheed Omer.
También señaló que en el último año y medio se habían reducido las muertes civiles y que había una idea común sobre el impacto negativo que causaron esos incidentes, además del papel de la ISI en apoyar a los extremistas.
El asesor de seguridad nacional estadounidense Jim Jones dijo que la filtración no afectará «nuestro compromiso actual de profundizar nuestras sociedades con Afganistán y Pakistán».
La violencia en Afganistán está en su máximo nivel desde el inicio de la guerra, mientras miles de tropas estadounidenses adicionales libran una campaña para erradicar a los insurgentes desde su bastión tradicional en el sur.
Estados Unidos ha instado reiteradamente a Pakistán a perseguir a los grupos extremistas, incluyendo a algunos que se cree fueron formados por ISI como activos estratégicos en Afganistán y contra la rival India.
Islamabad dice que hace todo lo que puede por combatir la militancia y se declara víctima del terrorismo.