Hermanos y hermanas. Buenas noches, compañeros y compañeras bases de apoyo que nos encontramos aquí frente a esta Catedral. Con el permiso de los compañeros miembros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General y del compañero Subcomandante Insurgente Marcos, me permito a dirigir unas palabras. 1 de enero del 2006. Hermanos y hermanas obreros y […]
Hermanos y hermanas.
Buenas noches, compañeros y compañeras bases de apoyo que nos encontramos aquí frente a esta Catedral. Con el permiso de los compañeros miembros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General y del compañero Subcomandante Insurgente Marcos, me permito a dirigir unas palabras.
1 de enero del 2006.
Hermanos y hermanas obreros y obreras.
A nuestros hermanos campesinos y campesinas de todo México.
Hermanos:
El día de hoy queremos decirles que la situación de los trabajadores del campo y de la ciudad son cada día más graves y más difíciles, pero aún los campesinos y los obreros somos la parte más importante del pueblo mexicano en cuanto a la producción y la mano de obra barata.
Somos indispensables para nuestro país y sin embargo somos los más desposeídos en cuanto a nuestros derechos, que a cada uno le corresponde como campesinos mexicanos. A pesar de que nuestra producción ha sido mal pagado en este país, los campesinos tenemos tierras de mala calidad, no contamos con recursos para trabajar, mejorar. A pesar de las malas tierras con que contamos, les hacemos producir, pero nada y nadie nos garantiza nuestro trabajo. Lluvias, sequías, tormentas, etcétera, puede destruir nuestro trabajo, y nadie voltea a vernos.
Todos los campesinos que hacemos producir la madre tierra somos los que sufrimos a costa de todo. Por todo esto el trabajo del campo para los campesinos mexicanos están siendo cada día más crítico, y nos obliga a muchos compañeros campesinos mexicanos a emigrar en busca del sustento de su familia. Más ahora con la gran competencia que el Tratado de Libre Comercio está llevando a cabo en el campo mexicano. Los campesinos estamos siendo cada día más incompetentes, porque no podemos, con nuestros recursos que siguen siendo los de hace 500 años atrás, porque el plan del Tratado de Libre Comercio no es para el bien del pueblo.
El Tratado de Libre Comercio es el plan de destrucción del campo mexicano y la entrada de productos y semillas transgénicas a nuestros suelos. Y para que esto sea legal modifican el artículo 27 constitucional, y para que nuestras tierras sean acaparadas legalmente y convertirnos nuevamente en sus sirvientes de grandes terratenientes, impulsan el programa de privatización de las tierras a través del Programa Procede. Todo esto es el plan neoliberal en contra del campo y campesinos mexicanos. Pero a pesar de todo esto muchos campesinos resistimos y trabajamos el campo, para que sobrevivamos, para sobrevivir cultivando lo que la madre tierra nos da por naturaleza. Porque lo que podemos vender a un precio miserable es para el consumo de los grandes ricos, mientras los que hacemos producir la tierra y producir lo natural nos engañan y obligan a consumir lo que ellos producen.
Por todo esto, ¿cómo podemos hablar de buena salud, de buena educación, de buena
alimentación y una vivienda digna si todos nos están imponiendo? En el actual sistema de partido de Estado tienen complicidad de nuevos patrones extranjeros, nos orillaron con sus estrategias y planes de famosos proyectos de desarrollo al campo. Esos planes y objetivos lo llevaron adelante para el exterminio de nuestras semillas naturales que desde hace siglos hemos venido cultivando en nuestras tierras. Estos proyectos y programas sólo es parte de su estrategia orillándonos a tener nuevas semillas y fertilizantes para que cuando ya no produzcamos sin fertilizantes y sin nuevas semillas nos sintamos obligados a depender de la alimentación básica a nuevos patrones, y esto lo llevan adelante como parte de una estrategia. O sea que los campesinos nos están llevando en la total dependencia alimentaria. Esto es sólo parte del plan, pero en realidad lo que desean los burgueses es de despojarnos indiscriminadamente de nuestras tierras.
Es así como quisieran que después de un siglo los campesinos lleguen de nuevo de rodillas a nuevos amos, por eso nosotros los zapatistas hoy queremos decirles a nuestros hermanos campesinos y campesinas que nos unamos para luchar juntos contra un enemigo común que nos ha hecho la guerra en silencio por todos los medios, además de las enfermedades curables, diarrea, vómitos y calentura.
Nosotros los campesinos debemos exigirnos y organizarnos para no seguir muriendo de enfermedades curables conocidas como Guerra de Baja Intensidad. Este plan está en contra de los obreros y campesinos, es decir, de lo que antes se conocía como bienes nacionales, hoy lo están vendiendo y está quedando en manos de extranjeros. Por eso hermanos obreros y campesinos, sabemos la difícil situación que ustedes viven en las fábricas. Enfrentan cada día, cada hora, al patrón, y a los capataces. Sabemos que la situación y las condiciones de vida son parecida a las de nosotros los campesinos.
Como obreros no tienen un empleo seguro, son amenazados con despidos por defender sus derechos, no están protegidos por las leyes de los gobiernos, mucho menos por parte de los patrones, porque si reclaman injusticias, aumento salarial, seguro de vida o un emplo seguro son despedidos injustificadamente aunque las leyes digan que cuentan con todos estos derechos, y en realidad estas leyes no se cumplen porque están hechos para beneficiar y enriquecer a los patrones a espaldas del pueblo trabajador. Como ejemplo puede ser el mal llamado difunto Fidel Velásquez y Rodríguez Alcaine, que sin ser obreros hicieron leyes supuestamente para el beneficio de los trabajadores, juntamente con los patrones de este modo demuestran que no les interesa a los trabajadores y sus derechos, y no luchan por el pueblo, sino por sus propios intereses personales.
Por tanto, los llamamos a unirnos, a luchar juntos, campesinos y campesinas, trabajadores de la educación, de la salud y todos los demás sectores de trabajadores y trabajadoras.
Hermanos y hermanas, todos y todas debemos decir no chinguen, que eso hace falta que nos organicemos, que nos unamos a la lucha juntos y juntas. Ya llegó la hora, ya llegó el tiempo de decir juntos ¡Ya basta! Porque los explotadores nadie los detendrá sino nosotros mismos. Por eso el día de hoy compañeros y compañeras trabajadores y trabajadoras del campo y de la ciudad, hoy inicia nuestra otra campaña para escuchar sus palabras, sus pensamientos, si están de acuerdo que nos chinguen los privatizadores en todos los sentidos de cómo tienen nuestras vidas.
Nosotros los zapatistas no estamos de acuerdo que nos chinguen. No estamos de acuerdo que nos sigan explotando. Ustedes dirán hermanos y hermanas trabajadores si estamos equivocados. Por eso hoy empezamos a escuchar su palabra.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional en nombre de nuestros compañeros y compañeras jóvenes, niños y ancianos bases de apoyo, les hacemos un llamado a nuestros compañeros obreros, campesinos a organizarse y a participar directamente el La Otra Campaña, para que juntos luchemos por nuestros derechos que nos corresponde como trabajadores que somos del campo y de la ciudad. Para hacer juntos un Programa Nacional de Lucha y otra forma de hacer política, de acuerdo a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Estamos seguros que sólo juntos y organizados haremos florecer la justicia cuando tengamos garantizado el derecho de los obreros y de los campesinos. ¡Vivir por la patria o morir por la libertad!
Desde el valle de Jovel,
Muchas gracias.