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No se permitirá la construcción en zonas afectadas por el tsunami en Sri Lanka

Pánico en Sumatra por dos sismos de más de 5 grados Richter; no hay víctimas

Fuentes: La Jornada

Dos fuertes réplicas sacudieron la noche del miércoles y la mañana del jueves la devastada provincia indonesia de Aceh, en la isla de Sumatra, causando pánico aunque no víctimas, a 11 días del maremoto que asoló el sur de Asia. La Oficina de Meteorología y Geofísica de Yakarta reportó que un sismo de 5.7 grados […]

Dos fuertes réplicas sacudieron la noche del miércoles y la mañana del jueves la devastada provincia indonesia de Aceh, en la isla de Sumatra, causando pánico aunque no víctimas, a 11 días del maremoto que asoló el sur de Asia.

La Oficina de Meteorología y Geofísica de Yakarta reportó que un sismo de 5.7 grados en la escala Richter se sintió esta mañana a las 8 horas local, cuyo epicentro se detectó 144 kilómetros al oeste de Aceh, la capital provincial.

El miércoles por la noche tuvo lugar la primera réplica de 5.6 grados Richter, cuyo epicentro se ubicó 110 kilómetros al oeste de Aceh. Las autoridades ya habían advertido que seguirían los temblores en la región durante las dos semanas posteriores al terremoto del 26 de diciembre.

Ante los dos nuevos fenómenos hubo pánico entre los residentes, muchos de los cuales huyeron de sus casas y retornaron a los campamentos de refugiados. Sin embargo, por el momento no hay reportes sobre víctimas.

Pero informes provenientes de Berlín señalan que en el sureste asiático continúa la actividad sísmica en forma constante, pues tan sólo en la región frente a Sumatra se registraron esta mañana seis sismos por arriba de los 5.5 grados de magnitud, acorde con el Centro de Investigación Geológica de Potsdam.

El geólogo Winfried Hanka, de la institución citada, explicó que esos temblores suelen ocurrir después de uno mayor. No obstante, dijo que la sismología no puede pronosticar si se volverá a presentar un terremoto que pudiera causar de nuevo un tsunami o maremoto.

De hecho, más de 2 mil 500 réplicas se han registrado después del fenómeno de finales de diciembre, de los cuales mil 500 se detectaron en las 48 horas siguientes al sismo, indicó en Viena la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares.

Las cifras oficiales del maremoto principal se siguen contabilizando en alrededor de 146 mil, de acuerdo con datos de funcionarios de gobierno y de salud de los países afectados. Sólo en Indonesia suman unos 94 mil muertos y unos 6 mil desaparecidos, así como cerca de 500 mil damnificados.

En Colombo el gobierno de Sri Lanka determinó que en adelante no se podrán construir edificios en un radio inferior a 300 metros de la playa. Más de dos tercios de las regiones costeras de Sri Lanka se vieron afectadas por la catástrofe natural.

La policía recibió la orden de impedir la construcción en las zonas afectadas por el tsunami. Las casas destruidas durante el maremoto serán reconstruidas en otras áreas, mientras que el resto de los edificios en las costas serán trasladados gradualmente.

Informes de Nueva Delhi señalan que en zonas de India afectadas por el maremoto se ha observado que perros se han alimentado de los cadáveres que todavía no han sido retirados o que están enterrados a escasa profundidad.

El diario Hindustan Times indicó que decenas de perros han atacado ya a varios habitantes de las regiones de damnificados, pues después de probar la carne humana los animales han perdido el respeto y la obediencia hacia los hombres, para convertirse en una amenaza.

Mientras autoridades holandesas señalaban que la identificación de cuerpos de las víctimas en Tailandia tomará «varios meses», Gran Bretaña pidió a las autoridades de los países afectados que eviten enterrar a los británicos en fosas comunes.

Sólo en Tailandia se contabilizan unos 2 mil 510 extranjeros muertos de un total de más de 5 mil. En ese contexto, hay unos 2 mil 600 estadunidenses que todavía no aparecen, aunque la cifra de muertos reconocidos es de 17, dijo el Departamento de Estado.


 

Llamado a proteger a niños huérfanos

Francia llamó a la Unión Europea (UE) a redoblar los controles fronterizos del bloque para evitar el posible tráfico de huérfanos procedentes de los países afectados por el reciente maremoto, y el Ministerio de Salud lanzó una iniciativa para crear centros de protección a menores en las zonas de Asia afectadas por los tsunamis.

La Comisión Europea dijo que ya estudia medidas de protección temporal de los niños afectados de aquella región, y que buscaba mecanismos jurídicos y económicos para un sistema de emergencia. El comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, abogó también por «apadrinar» la acogida de niños huérfanos en familias europeas a causa de la catástrofe natural en Asia.

La organización humanitaria alemana Tierra de Hombres alertó acerca de los rumores de que bandas se aprovechan del caos reinante en el sur asiático para robar niños, y dijo que antes de la adopción por extranjeros se debe considerar si los menores tienen parientes.

La organización alemana Kindernothilfe expresó temor de que los rebeldes tamiles de Sri Lanka puedan reclutar por la fuerza a huérfanos del maremoto, luego de conocerse denuncias en Colombo sobre la desaparición de niños en los centros de damnificados.

A su vez, el papa Juan Pablo II condenó el tráfico de niños y rezó por las víctimas más jóvenes del desastre. «No olvido a aquellos niños víctimas del hambre y las enfermedades, la guerra y el terrorismo, o aquellos secuestrados, perdidos o explotados por el tráfico vil», dijo ante miles de peregrinos en Roma.

AFP, DPA y REUTERS


 

Se disuelve grupo para que el organismo mundial coordine la solidaridad

Pide la ONU cumplir esta vez promesas de asistencia a países devastados por tsunamis

Lo sucedido el 26 de diciembre no tiene precedente; es una catástrofe planetaria: Kofi Annan

DPA, AFP, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Yakarta, 6 de enero. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, advirtió este jueves aquí que la destrucción causada por los tsunamis en el sureste de Asia podría ser seguida por una segunda catástrofe, esta vez por causas evitables, y llamó a que las promesas de asistencia se cumplan.

«Lo que pasó el 26 de diciembre no tiene precedente, es una catástrofe mundial. Re-quiere una respuesta mundial sin precedente. Es una carrera contra el tiempo», dijo.

Los gobiernos han prometido un promedio de 4 mil millones de dólares, y hay casi 700 millones de ayuda privada, mientras la Unión Europea anunció que aumenta hasta casi 600 millones de dólares su ayuda, que se suma a la que cada país del bloque otorga.

Los delegados de 26 naciones e instituciones que asistieron a la conferencia internacional en Yakarta respaldaron la instalación de un sistema de alerta temprana de tsunamis en el océano Indico, y apoyaron la propuesta de una moratoria de la deuda de los países afectados.

Sin embargo, hubo divisiones en cuanto a la moratoria de la deuda externa, apoyada por Gran Bretaña, entre otras naciones ricas, porque algunos delegados consideraron que la ayuda directa sería más efectiva, o que también deberían ser beneficiados con la medida países aún más pobres que los de Asia, como los de Africa.

De su lado, Estados Unidos manifestó, por medio del Departamento de Estado, su satisfacción por el trabajo de los países agrupados en su «coalición» luego de la catástrofe en Asia el 26 de diciembre, iniciativa polémica a la que calificó de «nueva forma de diplomacia».

El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, anunció la disolución del grupo de ayuda (Japón, Australia, Canadá, Holanda e India), este jueves durante la conferencia en Yakarta, para que sea la ONU la que coordine la asistencia mundial.

Durante la conferencia, Annan dijo que «tenemos una obligación hacia los sobrevivientes para impedir que al tsunami le siga una segunda ola de muerte».

Además de los muertos, que seguramente sobrepasarán la cifra de 150 mil, «al me-nos medio millón resultaron heridos, cerca de 2 millones necesitan alimentos y muchos más requieren agua potable y atención médica», precisó ante los jefes de Estado y de gobierno de Asia, y representantes de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Sudáfrica, Luxemburgo y organismos internacionales como el Banco Mundial.

Annan pidió que los países cumplan sus promesas de ayuda tan pronto sea posible, y destacó que se necesitan con urgencia unos mil millones de dólares para los próximos seis meses, a fin de cubrir la emergencia sanitaria y la fase inicial de recuperación para unos 5 millones de personas.

La ONU presiona para que todos los países donantes den a la organización detalles de las donaciones prometidas, ya que nadie sabe si son en efectivo o en materiales, ni cuáles están destinadas a tareas de rescate inmediatas o para la reconstrucción a largo plazo, dijo hoy en Nueva York Jan Egeland, coordinador de ayuda humanitaria.

Tampoco se sabe qué fondos son don aciones reales, créditos o parte de ayuda al desarrollo ya prometida, explicó el funcionario, quien admitió que en catástrofes naturales pasadas, fondos que se habían prometido no fueron entregados en su totalidad.

Además, Egeland solicitó a la comunidad internacional que no se olviden de otras tragedias: «existen tantas víctimas sin identificación en un año en el este del Congo y en Darfur, el oeste de Sudán, como no habrá en los países atacados por el maremoto».

El llamado se da cuando la prensa se ocupa de destacar los montos de ayuda, que no sólo salva gente sino que también puede buscar efectos políticos y de propaganda, destacan analistas internacionales.

Así, recuerdan que India es el segundo mercado más importante en Asia para Alemania, a la cabeza de los donantes, mientras que para Estados Unidos es fundamental mostrar su ayuda a Indonesia, el país mu-sulmán más poblado del mundo.


 

Los ricos, buenos para ofrecer y malos para cumplir

Aún esperan naciones sacudidas por tragedias la ayuda prometida

THE INDEPENDENT

Londres, 6 de enero. Países azotados en años re-cientes por desastres naturales continúan esperando la asistencia que las naciones ricas ofrecieron en un primer momento, cuando el mundo estaba todavía sobrecogido por la tragedia.

Ejemplo de esto son Nicaragua y Honduras, donde en 1998 el huracán Mitch causó 10 mil muertos y dejó sin hogar a 3 millones de personas.

El huracán también provocó enormes pérdidas económicas en ambos países, estimadas en 10 mil millones de dólares. En Nicaragua, poco antes de Mitch, el volcán Casitas, en la localidad de Postelga, había matado a 2 mil personas.

La ayuda prometida nunca se materializó. Diversos gobiernos prometieron más de 3 mil millones de dólares, y el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea dijeron también que darían 5 mil 200 millones adicionales, pero menos de un tercio de este dinero logró recaudarse.

La mayor parte de la asistencia «solidaria» consistía en préstamos muy reducidos, que no servían a países que de por sí estaban seriamente endeudados.

Asimismo, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja admitieron más tarde que no pudieron coordinar las contribuciones y que su personal técnico y de socorro llegó demasiado tarde a las zonas devastadas.

En 2000, donantes y países pobres se apresuraron a prometer a Mozambique un total de 450 millones de dólares para ayudar a reconstruir el sur empobrecido del país, arrasado por inundaciones.

Según autoridades de esta nación africana, mucho menos de la mitad de la cantidad prometida llegó y los damnificados por las inundaciones, causadas por un ciclón, aún se encuentran en situación crítica y muchos siguen sin tener acceso a agua potable.

Las inundaciones mataron a cientos de personas y causaron cientos de miles de millones de dólares en daños.

Desastres similares ocurrieron posteriormente en Madagascar y Zimbabwe, lo que hizo que en su momento el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, dijera que los países ricos deberían preguntarse si hicieron lo suficiente por ayudar a esas naciones africanas.

Finalmente, a un año del terremoto en la localidad iraní de Bam, donde murieron más de 100 mil personas, sólo se habían recibido 17 millones de dólares de los mil millones que habían sido prometidos por la comunidad internacional.

El coordinador de ayuda humanitaria, Jan Egeland, recordó el pasado 3 de enero que cientos de personas en Bam, Irán, todavía viven en tiendas de campaña, por lo que advirtió a los países que ofrecieron ayuda para las víctimas de los tsunamis, que afectaron 10 países, que debían cumplir sus promesas de asistencia.

El terremoto en Irán ocurrió el 26 de diciembre de 2003, exactamente un año antes de los maremotos que devastaron el sureste de Asia.