Perú: la política de la guerra silenciosa

Dicen algunos que a veces es necesario olvidar algunos errores para poder avanzar y que no es bueno llorar por lo que se perdió en el pasado, pero que sucedería si el mundo olvidara lo que significó el holocausto nazi? Probablemente lo mismo que si Latinoamérica olvida a sus muertos y desaparecidos durante el desarrollo del Plan Cóndor en aras de un sueño que se dice evolución. Será entonces de civilizados sepultar la memoria de quienes fueron tildados de comunistas, maoístas, etc. Y que por no comulgar con el Neoliberalismo hoy vigente (causa de las mayores desigualdades económicas actuales) y acabaron bajo tierra; aceptar que sus asesinos vivan en la más elegante impunidad?

Será entonces que Nagasaki e Hiroshima se deban olvidar para avanzar lo mismo que las masacres del Frontón [1] y Cantogrande [2] , donde cientos de agentes que intervinieron en estos hechos fueron absueltos de cualquier responsabilidad «porque cumplían la ley y se encargaban de mantener el orden»? muchos de los actuales representantes de los diferentes partidos políticos que hoy en día se suman al proyecto de cambio apuestan ahora por un desarrollo del país sin importar una modificación real de lo que sucede, así en el interés de mantener cordiales relaciones con el TLC, ahora resulta que la Ministra de Trabajo Susana Pinilla enfatiza la importancia de darle una solución rápida al problema de la Ley del Trabajo [3] , en tanto el Partido Demócrata, actualmente mayoría en el congreso de EEUU pide revisar el tratado comercial resaltando que en el Perú es muy poca la fuerza de los sindicatos además de la lentitud del poder judicial para resolver los casos laborales entre otras observaciones que se deben solucionar para la aprobación final del TLC.

De más está decir que ésta iniciativa lejos de venir de quienes serían los más perjudicados (peruanos) por no ejercer su derecho al reclamo y a la libre expresión, el reclamo viene desde el Congreso de los EEUU como una señal de rearticular más bien los mecanismos de poder que se van a emplear, para contrarrestar el efecto «Chavista» [4] en Latinoamérica. Según Jhon Lyons [5] los votantes han apostado por estabilidad económica en Latinoamérica en desmedro del fantasma populista, aunque culmina su análisis refiriéndose a que esto no significaría necesariamente un respaldo a los políticos tradicionales.

Sobre este punto es necesario acotar que si bien no hay un desarrollo económico y social de largo aliento que pueda prescindir del sistema político democrático cuya vigencia depende de la representatividad de los partidos políticos las elecciones municipales han puesto en entredicho la tan mentada confianza del pueblo peruano en los cambios que el gobierno aspira a realizar; es decir, a pesar de las «buenas noticias» sobre la reducción en el precio del gas, la estabilización del dólar, el incremento de las inversiones y el apoyo a la pequeña y micro empresa, del otro lado se observa no sólo problemas de corrupción a nivel educativo [6] sino además el problema de la alimentación de miles de criaturas que acceden a un desayuno escolar insuficiente en proteínas y en algunos casos mezclados con pesticidas [7] .

Por otro lado el tema de los Sindicatos, cuyos dirigentes son eliminados por bandas de sicarios contratados por algunas transnacionales y cuya investigación queda en el olvido [8] . Además de dejar sin reparación los daños ocasionados al medio ambiente y a los pobladores de la zona [9] están las irregularidades que se cometen en la Bolsa de valores de Lima, como los S/.20´000.000.00 de los Azucareros Arequipeños accionistas de la Empresa Chucarapi Pampa Blanca [10] .

En un País que se dice va en crecimiento económico podremos creer entonces que el actual gobierno tiene la mejor de las intenciones con el pueblo peruano cuando para la firma del TLC, quienes piden que se fortalezca a los sindicatos son los EEUU y no el mismo Gobierno del Perú?, es necesario olvidar para avanzar aún cuando el fraude en las elecciones municipales se manifiesta en la ira y la protesta de cientos de peruanos «revoltosos» [11] que se sienten excluidos de un sistema pseudorepresentativo y que se dice democrático?

Esto sólo demuestra el descontento de una población cada vez mayor que rechaza la administración de cargos políticos de los representantes del gobierno actual y que tarde o temprano va a retomar el camino de las luchas sociales en la necesidad de reinvindicar la Dignidad y la Soberanía de un país que se recorta a gusto y paciencia de una camarilla enquistada en el poder y que por años se ha amparado en la impunidad con discursos que a la larga sólo han sido eufemismos y retóricas para seguir robando.

Ahora más que nunca urge informarse para no caer en la desinformación masiva que afecta al Perú para no caer en el slogan de que solo olvidando los errores y no llorando sobre la leche derramada se puede avanzar, es preciso reconocer en los errores del pasado las nuevas estrategias de subordinación al poder y hacerles frente a través de organizaciones formales e informales que ejerzan un mayor control social, sobre las entidades gubernamentales teniendo presente que un país sin memoria está condenado a repetir los errores del pasado.