Mucho de lo que se reveló ayer ya se sabía en parte, o por lo menos había mucha evidencia que lo indicaba. La importancia de los 400,000 documentos que se hicieron público por la organización WikiLeaks, que ya lo había hecho anteriormente con Afganistán, fue no sólo la cantidad de evidencia que se presentó, sino […]
Mucho de lo que se reveló ayer ya se sabía en parte, o por lo menos había mucha evidencia que lo indicaba. La importancia de los 400,000 documentos que se hicieron público por la organización WikiLeaks, que ya lo había hecho anteriormente con Afganistán, fue no sólo la cantidad de evidencia que se presentó, sino que la evidencia fue escrita por los soldados del ejército estadounidense que debían reportar sus acciones diarias. Las autoridades militares no denunciaron lo que pasó, y no se ha responsabilizado a nadie, porque estas acciones se esperaban y se requerían de los subordinados que las hicieron. Estos diarios describen crímenes de guerra, según leyes internacionales, pero para el establecimiento militar representaban una indicación de que sus soldados estaban cumpliendo sus deberes. Esa es la verdad, que la tortura, asesinato de inocentes, violencia sistémica, es parte de la guerra moderna, y se deben hacer si se quiere ganar. Y estos documentos muestran, transparentemente, como lo que esta ocurriendo en Irak y Afganistán es parte de un proceso esencial que no se puede castigar porque todos (muchos políticos incluidos) saldrían culpables. La verdad en las palabras de aquellos que quieren ocultarla.
Algunos de los soldados han sido valientes y resistido al sistema militar de violencia e impunidad. El soldado que realizó el proceso para lograr «fugar» los documentos, Bradley Manning, es un ejemplo de que siempre hay gente con coraje moral, aun en instituciones que propagan violencia. Sin embargo, los documentos muestran que estas instituciones pueden someter al espíritu humano, oprimirlo, y volverlo cruel.
Entre la evidencia que WikiLeaks publicó, sobresalió lo siguiente:
Muerte de civiles (asesinato por soldados, insurgentes, accidentes, atrapadas en medio de una guerra en la que no escogieron ser partícipes.) Todas las partes son responsables, pero aquí debemos acordarnos de quién comenzó la guerra, el por qué, y todas las mentiras que se usaron para destruir la vida de millones. Alrededor de 80 por ciento de las víctimas desde que comenzó el conflicto han sido personas inocentes. Muchas de las muertes provienen de explosivos que se colocan en las carreteras por parte de los insurgentes, pero también hay casos en donde soldados estadounidenses han matado a familias enteras en retenes en las vías de transito cuando disparan precipitadamente por miedo a ser atacados ellos mismos. Llegan a ser ataques preventivos que culminan en masacres sin sentido. En una ocasión, el 14 de junio del 2005, mataron a 7 personas en un vehículo. Esto se repitió demasiadas veces durante el transcurso de la guerra: al menos 700 personas muertas por este tipo de ataque.
Pero no sólo los soldados, también los mercenarios, empresas privadas que brindan servicios de seguridad, han participado en crímenes de guerra. Especialmente Blackwater, que ya había sido acusada por la masacre de Nisour Square en Bagdad en 2007, donde dispararon indiscriminadamente y mataron a 17 personas inocentes, incluyendo a un niño de nueve años. Los documentos hacen referencia a catorce casos parecidos en donde empleados de Blackwater atacaron a civiles y mataron a diez de ellos. Aunque Blackwater haya sido responsable por la mayoría de estos incidentes, otras empresas privadas de seguridad también han contribuido a estos ataques. Hoy en día, existen alrededor de 40,000 empresas de seguridad privada en Irak y Afganistán, que la mayoría del tiempo actúan de manera impune, agresiva y temeraria, un peligro para la población civil, jugando a la guerra para aquellos que puedan pagar sus servicios.
Y aunque no hayan sido los que iniciaron el conflicto, los mismos irakíes han matado a gente inocente. Muchos de los insurgentes se podría decir que están intentando de defenderse contra los invasores, pero hay otros que son igual de culpables de propagar la violencia y la crueldad en Irak. Al Qaeda In Irak, por ejemplo, se le acusa de recrutar niños para montar ataques suicidas, además de personas con discapacidad mental como Síndrome de Down.
La tortura no se ha detenido. El ejército y autoridades irakíes han cometido actos de tortura con impunidad, en la cual los militares estadounidenses consideran que «no hay necesidad de mas investigación«. Las autoridades irakíes (militar y policía) también han violado y asesinado al descaro. El ejército de la «coalición» (EEUU, la OTAN y amigos) han cometido al menos 303 actos de tortura contra detenidos (que se hayan reportado), luego del escandalo de Abu Ghraib, que supuestamente fue una excepción, pero ahora parece más como la regla.
Un helicóptero militar estadounidense Apache disparó y mató a dos insurgentes que estaban intentando de rendirse, después de que un abogado en la base aconsejó que «nadie se puede rendir frente a un helicóptero». El helicóptero y la unidad de militares fueron los mismos que mataron a dos periodistas de Reuters y a otros diez civiles, supuestamente por error, además de herir a dos niños. También hubieron por lo menos 14 asesinatos de civiles desarmados a causa de helicópteros Apache sólo cuatro días después de este incidente.
Reportajes militares dentro de los documentos observan que Irán y Siria han estado entrenando elementos insurgentes (es muy interesante que el New York Times le puso énfasis a este punto, por cierto) para combatir contra el ejército de Estados Unidos, aunque en varios de los reportes se admite que las fuentes de esta información son de poca fiabilidad. En el caso de Irán, dicen que agentes entrenaron escuadrones de muerte (paramilitares) con el propósito de matar a políticos en Irak.
Y por supuesto, los documentos fugados por WikiLeaks muestran sólo una parte de la realidad, un vistazo pequeño a algo mucho más trágico, en donde existe un dolor más profundo. En un documental que se mostrará proximamente en el canal británico Channel 4, existe un ejemplo de un evento que se reportó en los documentos parcialmente: en un reten se les disparó a una familia entera, los padres y seis hijos. Se reportó la muerte de los padres y que ninguno de los hijos murió, lo cual fue cierto, pero no daba toda la información. El Channel 4 fue a Irak a entrevistar a la familia y dieron con que a uno de los niños si le dispararon y dejaron parapléjico. ¿Cuánto más no sabemos? Los documentos citan alrededor de 100,000 muertes, pero otros estudios indican muchos más.
La verdad, mencionó Julian Assange, podría librarnos de las guerras. Assange, uno de los fundadores y editores de WikiLeaks, en una conferencia de prensa en Londres a la cual Amauta fue invitada a participar, dijó que aparentemente a través de la historia solamente por medio de las mentiras se han podido iniciar guerras en una democracia. Quizás en una sociedad donde la verdad se conoce antes de que comience un conflicto, las guerras se podrían evitar, dijó Assange.
Estos horrores, sufrimiento y destrucción de cientos de miles de vidas, han podido ocurrir por la indiferencia del publico estadounidense y mundial frente a esta guerra, y muchas otras más. Como mencione anteriormente, no es que sea una sorpresa todo lo que se reveló, sino que ahora hay más evidencia substancial de lo que verdaderamente trata esta guerra sin posibilidad de que una persona razonable lo pueda contradecir. Pero de nada sirve tener todas las verdades frente a nuestros ojos sino tenemos la capacidad de ser solidarios y tener la valentía de hacer algo al respecto, de ver a otros seres humanos y sentir dolor y vergüenza de que esten pasando por tanto sufrimiento sin culpa propia. Nos distraemos con nuestras rutinas, y tal vez sentimos que solo tenemos tiempo de condenar lo que esta pasando, pero sino presionamos a aquellos que han cometido estos crímenes de guerra, seguirán cagándose de risa en su inmunidad.
De nada sirve la verdad sino nos animamos a cambiarla.
Fuente: http://revista-amauta.org/2010/10/%C2%BFpodra-la-verdad-librarnos-de-las-guerras/