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Presente y futuro de la revolución integral

Fuentes: Rebelión

Hoy hace justamente cinco años que el activista y organizador Enric Duran hizo pública su primera acción de desobediencia a través de la publicación «Crisis» con esta declaración: «He «robado» 492.000 euros a quienes más nos roban para denunciarlos y construir alternativas de sociedad». El pasado 8 de febrero, salió de donde se encontraba habitualmente […]

Hoy hace justamente cinco años que el activista y organizador Enric Duran hizo pública su primera acción de desobediencia a través de la publicación «Crisis» con esta declaración: «He «robado» 492.000 euros a quienes más nos roban para denunciarlos y construir alternativas de sociedad».

El pasado 8 de febrero, salió de donde se encontraba habitualmente en Barcelona -Catalunya- y se preparó paradesobedecer el sistema judicial no presentándose a su juicio. Tiene una orden de búsqueda y captura -dese el pasado 23 de marzo de 2013- por parte de la justicia española por dos motivos: por ser desobediente y por no creer en el sistema que pretende juzgarle.

«No acepto formar parte de un sistema de derechos y deberes en el que una autoridad externa me pueda juzgar y condenar a prisión, sin ni siquiera escuchar mis argumentos.»

Enric se declara insumiso al sistema judicial y apela al derecho a rebelión. Ahora se encuentra en la clandestinidad. Según él, es más útil escondido «en algún lugar del mundo» que en la cárcel, y justamente hoy, hizo público un comunicado (traducido al castellano, inglés, francés y escrito originalmente en catalán) en el que actualiza sus reflexiones y estrategias para caminar hacia la revolución integral como un proceso de transformación radical de la sociedad.

Hoy hace cinco años que salió a la luz la publicación «Crisis», la cual, además de la declaración de expropiación a los bancos incorporaba una serie de críticas al sistema bancario bien contundentes, pero que, como comenta Duran en el comunicado, «se han quedado muy cortas, en relación con los hechos ocurridos en la crisis permanente que vivimos desde entonces.»

El 17 de septiembre de 2008 se presentó la acción de expropiación bancaria como una acción individual, en el marco de un movimiento social mucho más amplio pero, según Duran, «varios medios de comunicación y el sistema judicial se encargaron de despolitizarla para presentarla como un hecho puntual, alejada de su significado político tanto de denuncia como, sobre todo, de impulso y construcción de un proceso colectivo».

«Pero los motivos que justificaron esa acción no han prescrito», comenta, por eso, hoy en día continúa apoyando otras iniciativas, que pretenden realizar acciones similares y al mismo tiempo aprovechar «nuevos agujeros que deja el sistema bancario en su desmedida voluntad de lucrarse a través de los ahorros de la gente». En este sentido, Duran reflexiona sobre la legitimidad de recuperar, desde la audacia colaborativa, la parte que se pueda del dinero que estafan los bancos:

«Mientras los bancos sigan manteniendo el monopolio de la emisión del dinero legal, mientras sigan prestando con intereses el dinero que los acuerdos de los estados les han permitido crear sin costo y que deberían formar parte del común, mientras continúen resultando impunes en su deriva especulativa, generando agujeros de miles de millones de euros que provocan recortes sociales por todas partes, mientras se convierten en responsables de dramas personales expulsando gente de su casa…, mientras todo esto siga ocurriendo, será igualmente legítimo recuperar desde la audacia colaborativa la parte que se pueda de ese dinero que nos estafan para dedicarlo realmente a proyectos relacionados con el bien común».

Según Duran, «la coerción y el monopolio de la violencia tienen los días contados». En el comunicado de hoy aprovecha también para explicar algunos de los avances en contra de dichos monopolios por parte de los bancos y los estados:

«Este año ha sido el de la explosión de las monedas digitales descentralizadas, las cuales, con tecnología p2p y criptografía, se están usando ya actualmente para mantener el anonimato y la privacidad en un terreno, el de los intercambios económicos, cuyo control está en la base de la economía de los estados. Después de muchos siglos de monopolio de la emisión de moneda por parte de los bancos centrales y los bancos privados, después de que los estados hayan destinado ingentes recursos a controlar y fiscalizar la economía de los de abajo…, ahora, con software libre se ha diseñado y compartido una tecnología que no sólo facilita realizar movimientos de valor entre cualquier lugar del mundo sin comisiones, sino que impide al poder fiscalizar estas acciones de compra-venta.»

Además, Duran, con esta voluntad de análisis y reflexión estratégica elogia a los «informadores valientes de Wikileaks y comenta que uno de los temas que le ha llamado la atención en los últimos meses es cómo todos los esfuerzos, durante años, del gobierno de EE.UU. y de otros países del mundo para mantener en secreto el desarrollo de tecnologías y la realización de contratos con los gigantes de Internet -con el objetivo de controlar a los seres humanos- ha quedado desmenuzado porque una sola persona se ha atrevido a arriesgarse a hacerlo público y su testimonio ha dado la vuelta al mundo.

Al final de este comunicado, Duran vuelve a nombrar al colectivo RADI (Revolució Acció Desobediència Integral) que, según dice, ha estado pasando por una fase de replanteamiento estratégico y anuncia que próximamente «vamos a oír hablar de él».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.