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Primera alerta «naranja» por contaminación en Pekín

Fuentes: Agencias

La capital de China, que está bajo presión para tomar medidas efectivas contra la contaminación, elevó el viernes el nivel de alerta a «naranja» por primera vez, ante las previsiones que esperan que una densa nube de contaminación se extienda sobre la ciudad en los próximos tres días. El nivel naranja, el segundo más alto […]

La capital de China, que está bajo presión para tomar medidas efectivas contra la contaminación, elevó el viernes el nivel de alerta a «naranja» por primera vez, ante las previsiones que esperan que una densa nube de contaminación se extienda sobre la ciudad en los próximos tres días.

El nivel naranja, el segundo más alto de cuatro, aconseja a los colegios y las guarderías que cancelen las clases de gimnasia en el exterior, pero no llega a ordenar a los centros el cierre y a sacar los vehículos gubernamentales del tráfico rodado, provisiones que entran en vigor cuando hay nivel «rojo».

La alerta se planteó después de que el Gobierno de Pekín afrontara críticas de los medios estatales y de Internet por no actuar contra la elevada polución detectada el fin de semana pasado.

Las previsiones dicen que la nube persistirá tres días y las autoridades instaron a los ciudadanos a dejar en casa el coche.

Algunos residentes celebraron el anuncio, mientras otros se preguntaron por qué no se hacía más.

El Gobierno obsesionado con la estabilidad quiere aparecer como muy estricto en materias de contaminación a medida que más personas se rinden al modelo económico de crecimiento a cualquier precio que ha contaminado buena parte del aire, el agua y el suelo de China.

Las autoridades han difundido innumerables órdenes y políticas para intentar limpiar el medio ambiente, invirtiendo en proyectos para combatir la contaminación y permitiendo que los tribunales apliquen medidas drásticas, como la pena de muerte en los casos graves.

Pero la aplicación ha sido irregular a nivel local, donde las autoridades dependen de los impuestos abonados por las industrias contaminantes.

El Gobierno de Pekín introdujo el sistema estratificado en octubre pasado, pero pese a los varios periodos de denso humo que se han dado desde entonces, las medidas no se han llegado a introducir.

El descontento de la opinión pública con la contaminación de Pekín quedó de manifiesto el viernes cuando un experto militar chino se convirtió en objeto de escarnio en Internet al sugerir que la nube tóxica de la ciudad podía ser útil como defensa contra un ataque láser estadounidense.