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Entrevista con Fadi K. Agha, consejero de política exterior del presidente Emil Lahud

¿Qué ocurre en Líbano?

Fuentes: CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Fadi K. Agha es consejero de política exterior del presidente libanés Emile Lahud. Realicé la siguiente entrevista por correo electrónico después del asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri y la renuncia de su sucesor, Omar Karamé. Los énfasis y el uso de mayúsculas son suyos, y no ha sido redactada posteriormente en ninguna parte de su contenido.

P: Líbano es una sociedad compleja, cerca de un 40% de cristianos, un 40% de musulmanes chiíes, el resto musulmanes suníes, drusos, etc. Para los que no están familiarizados con el país, ¿podría decir algo sobre las relaciones históricas entre esas comunidades y sus vínculos con la antigua potencia colonial, Francia, y con Israel, los palestinos, Siria, etc.?

R: Permítame decir que, sin tener en cuenta lo que los libaneses puedan pensar de Líbano como nación, de si fue «extraído», «amañado» bajo el mandato del poder francés, o «correctamente» legado a los meritorios maronitas, llegaron a ponerse de acuerdo sobre un «estado final» como un país árabe dentro de sus actuales fronteras. Costó dos grandes conflagraciones civiles (1958 y 1975) y muchos enfrentamientos civiles para que los libaneses se pusieran de acuerdo en Taef en 1989. La relación entre las sectas de Líbano sigue siendo entre los «dominantes», los «recientemente imperiosos» y los «intolerablemente imperiosos». Esta relación seguirá siendo precaria mientras Líbano siga siendo un dominio puramente sectario. La cohesión en Líbano seguirá siendo tan elusiva, mientras dirigentes comunitarios oportunistas, altamente corruptos e interesados, perpetúen ese sistema de despojos sectarios. Agregaría que muchos de los dirigentes de la así llamada «Revolución del Cedro» (un término acuñado en Washington) son los que llevaron a Líbano a 17 años de lucha sectaria.

P: El punto en el que insiste incansablemente la administración Bush, repetido en la prensa de EE.UU., es que Siria debe irse de Líbano. ¿Por qué hay 14.000 o 15.000 soldados sirios en Líbano, y qué piensan los libaneses de las diversas comunidades sobre su presencia?

R: Los soldados sirios que siguen en Líbano (restos de un contingente original de 45.000) formaron parte de una fuerza de mantenimiento de la paz que entró en Líbano a PEDIDO DEL GOBIERNO LIBANÉS, y que terminó la guerra civil en Líbano. Desde 1990 han sido gradualmente reducidos por una serie de repliegues. Esas retiradas fueron determinadas y realizadas por autoridades conjuntas libanesa y siria, y corresponden a las necesidades de ambos países. Una minoría vociferante siempre se ha opuesto a la presencia de fuerzas sirias (e hizo mucho menos ruido cuando ISRAEL OCUPÓ partes de Líbano). Actualmente, las filas de esa minoría han crecido porque se han sumado unos pocos oportunistas que hasta AYER se beneficiaban de la «generosidad» siria. Han visto que las carretas están formando círculos y esperan vivir un día más. Son los mismos señores de la guerra, barones sectarios y oportunistas que ya nos llevaron una vez a la ruina. Se han alineado con los «boy scouts» sinceros», explotando sus pesares y preocupaciones. Desde el comienzo de su presidencia, el presidente Asad se comprometió a retirar a los soldados de Líbano, y desde entonces hemos visto una serie de repliegues. El retiro del resto del contingente estaba en discusión, pero su oportunidad es determinada por los dirigentes en Beirut y Damasco.

P: ¿Por qué supone que Francia, que confrontó a EE.UU. por la invasión de Irak, co-patrocinó la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, exigiendo implícitamente el retiro de las tropas sirias de Líbano?

R. Para Francia, fue obviamente una oportunidad para «arreglar» la crisis con Estados Unidos, recapturando al mismo tiempo parte del lustre perdido por su presencia en Medio Oriente. Esto ocurre ante el telón de fondo de dominios perdidos en África, y en medio de un creciente unilateralismo estadounidense. EE.UU., por otra parte, obtuvo un apoyo muy necesario, una especie de mejora de relaciones, cuando sólo ayer la ONU declaró «ilegal» la guerra en Irak y Francia encabezó una oposición mundial a la aventura de EE.UU. en Irak. Sin embargo, si se quiere hacer de abogado del diablo, hay que recordar que la «lista» francesa incluye sólo un ítem: Líbano, mientras que la de EE.UU. es amplia, compleja y sujeta a «variación».

P: Para algunos de nosotros, parece como si EE.UU. estuviera buscando excusas para producir un «cambio de régimen» en Damasco, y la presencia de tropas sirias en Líbano es sólo una tal excusa. ¿Qué piensa usted?

R: No es un placer estar de acuerdo en este punto, pero la inexplicable y creciente animosidad hacia Siria, lleva a muchos a creer que la administración de EE.UU. tomó la decisión de «hacer daño». EE.UU. es el que ha suspendido TODA LA COOPERACIÓN EN LA SEGURIDAD en lo que se refiere al teatro iraquí, incluso contra el consejo de los máximos militares estadounidenses, prefiriendo acelerar contra Hezbolá (también) para cumplir con los deseos de Israel. Recuerdo que SÓLO HACE DOS AÑOS, el presidente Chirac de Francia (desde el púlpito del parlamento libanés) elogió la presencia siria como un elemento muy positivo, y dijo que las tropas sirias deberían retirarse sólo si se llega a un arreglo de paz exhaustivo en el área. Básicamente, usted tiene razón, las tropas sirias en Líbano son una excusa con muchas facetas.

P: Ha habido algunas grandes manifestaciones en Líbano, muy difundidas por la prensa de EE.UU., exigiendo una retirada siria y un nuevo gobierno. Sabemos que ONGs y organismos oficiales de EE.UU. han estado profundamente involucrados en lo que es presentado como agitaciones «democráticas» en Georgia, Ucrania, y otros sitios. ¿Ve una mano extranjera en esas manifestaciones?

R: Las imágenes de los presidentes de EE.UU. y Francia, de embajadores y enviados que dirigen toda la gama de los dirigentes opositores en Beirut y otros sitios, recuerdan en mucho los días de los «privilegios y concesiones» de China. Escuche. Hasta hoy, Líbano sigue siendo un país en el que la suerte de las libertades y de los derechos (tan apreciados por EE.UU.) está en MUCHO MEJOR ESTADO que en ningún otro país en Medio Oriente, incluyendo a Israel. «Aspectos» como la economía abierta, los derechos de las mujeres, la libertad de prensa… están muy por delante de otros países árabes donde algunas reformas cosméticas bastan para provocar elogios en Washington. Esto nos lleva a una conclusión: El acoso diario va más allá de la presencia de tropas sirias, más allá de las libertades civiles… Lo que nos preocupa son los motivos ulteriores.

P: Creo que el despliegue inicial sirio fue solicitado y saludado por la comunidad cristiana. ¿Es así?

R: Definitivamente. Los cristianos estaban a punto de ser derrotados. Guiados por la realpolitik y por la creencia en que toda alteración del frágil tejido libanés, tendría dramáticas consecuencias para Líbano, Siria y la REGIÓN EN SU CONJUNTO, las tropas sirias entraron en Siria para corregir una aberración. Lo que unos pocos en Líbano parecen ignorar actualmente es que, Siria no es un servicio de «recolección de desperdicios» y que Siria y sus aliados libaneses están viendo y oyendo sonidos e imágenes que recuerdan a 1975.

P: ¿Por qué fueron bienvenidos los sirios?

R: La intervención inicial siria en 1976 fue un esfuerzo bienvenido por todas las potencias internacionales y regionales. Fue un reconocimiento árabe y estadounidense de los intereses estratégicos sirios tal como SIRIA LOS PERCIBE, y más adelante, una aceptación de un papel exclusivo sirio cuando se trata de la salvaguardia de un Líbano coherente y pacífico. Los sirios se esforzaron mucho (y hasta cierto punto tuvieron éxito) por estabilizar el país desgarrado por la guerra, impidiendo la (inminente) derrota militar de las fuerzas así llamadas cristianas. La preservación de un equilibrio sigue siendo una prioridad máxima para Siria en Líbano. Sin embargo, existen los pocos «oportunistas» que creen que un tsunami estadounidense está barriendo la región con un acento fuertemente «neoconservador anti-sirio», y que ven en esto una ocasión para retornar al pasado.

P: ¿Puede decirnos algo más sobre la participación israelí en Líbano, y el actual estado de las relaciones con su vecino del sur?

R: Israel, por otra parte, siempre ha montado campañas asesinas, no-provocadas, contra Líbano, que culminaron en una invasión propiamente tal en 1982. Tiene que recordar que Líbano sigue «albergando» a más de 350.000 refugiados palestinos, lo que suma más tensión al tejido social libanés. Nuestras actuales relaciones con Israel, es la de un agredido con un agresor. Israel SIGUE ocupando territorios libaneses en las Granjas Shebaa, sigue realizando todo tipo de incursiones en territorio libanés, mientras sus servicios secretos siguen trabajando duro en sus intentos de socavar nuestra estabilidad.

R: ¿Cuál es el sentimiento general en Líbano hacia EE.UU. en este momento?

R: Para citar a un brillante periodista libanés, Joseph Samaha, que escribe para el periódico libanés As Safir, él comparó el intento de transferir a Líbano de su Campo A (que rechaza la hegemonía estadounidense) al Campo B (afiliación con la Pax Americana, con TODOS SUS MOTIVOS ULTERIORES) con un «río torrentoso». Sería bastante fácil imaginar lo que la gente en el Campo A siente hacia EE.UU., su desastrosa actuación en Irak y su predisposición endémica a favor de Israel en su permanente ocupación de tierras árabes. Sin embargo, el Campo B incluye una gran mayoría de «boy scouts» sinceros (y explotados), que por desgracia son explotados por una horda de atracadores. Por desgracia, EE.UU. encuentra sobre todo en estos señores de la guerra sectarios y oportunistas el trampolín hacia un «nuevo Medio Oriente». Los libaneses en general nunca han sentido enemistad hacia Estados Unidos. Sin embargo, «hartos y desconfiados» no llega ni de cerca a describir sus sentimientos hacia la política extranjera de EE.UU. Si EE.UU. piensa que con métodos semejantes va a conquistar «corazones y mentes» en nuestra región, más vale que embote esas mentes porque no encontrará muchos que le crean. Sin embargo, todavía esperamos (no hace daño) que cabezas más sanas en la administración de EE.UU. (que EXISTEN) lleguen a imponerse. Algún día.

P: El presidente Lahud debe estar bajo una presión considerable, representado en la prensa occidental como un títere sirio en circunstancias que Siria es mostrada como un «puesto avanzado de la tiranía». ¿Podría explicar, por favor, cómo ve él mismo su posición?

R: El presidente Lahud ha sido el objetivo de los francotiradores políticos desde su elección en 1998, y por numerosas razones. Primero, el presidente es un hombre incondicionalmente laico en un país dirigido por señores de la guerra sectarios. Segundo, los numerosos intentos de «cooptar» al presidente (cuando fue Comandante de las Fuerzas Armadas) han fracasado miserablemente. En tercer lugar, el presidente sigue siendo un nacionalista árabe extremadamente sincero en una época en la que esta especie es perseguida. En cuarto lugar, el presidente ha equilibrado los riesgos y se ha esforzado por proteger la «resistencia nacional» contra la ocupación israelí. Esto culminó en una retirada israelí en 2000.Hay que señalar que fue la primera vez en la historia, en la que Israel se retiró de territorios árabes «BAJO PRESIÓN». Actualmente, cuando los «derviches giradores» de la hegemonía han alcanzado un ritmo sin precedentes, el presidente Lahud se ha convertido en el enemigo número uno. Sigue siendo un obstáculo importante para los designios del avasallador, todo lo contrario de un títere. Sin embargo, puedo decir que los títeres de sombra del avasallador son precisamente esos personajes que piden su renuncia.

P: La organización chií libanesa Hezbolá es presentada por el gobierno de EE.UU. y la prensa corporativa como «terrorista», que es una manera de asociarla con al-Qaeda. ¿Cómo describiría usted a esa organización, a estadounidenses que no saben gran cosa de Medio Oriente?

R: Las aprensiones de EE.UU. con Hezbolá no son más que el resultado de sus propios prejuicios. Se trata de un partido político, con el mayor electorado, parte integral de la política libanesa. Caracterizarlo como «terrorista» es caracterizar a más de 1,8 millones de ciudadanos libaneses como «partidarios del terrorismo». Hezbolá logró algo que TODOS LOS DEMÁS partidos libaneses jamás intentaron. Se abstuvo de entrar en la refriega de la estampida política de Líbano, y SOBRE TODO, condujo a la retirada israelí BAJO PRESIÓN de las tierras árabes ocupadas. Esto, y el que Hezbolá haya sido emblemática como «cultura de la resistencia» en Medio Oriente, no ha sido jamás perdonado.

P: Algunos de nosotros, los que observamos a los neoconservadores (el principal de ellos, sobre todo Paul Wolfowitz) piensan que tienen un plan para derrocar, uno tras otro, a los gobiernos de Afganistán, Irak, Siria, Irán, Líbano, Arabia Saudí – no necesariamente en ese orden. ¿Comparte usted, y / o el presidente Lahud, esa opinión?

R: Por cierto, uno de los líderes de la supuesta «oposición», el señor Walid Jumlat, solía recurrir a expresiones muy vitriólicas para referirse a Wolfowitz. No obstante, como por arte de magia, el señor Jumblat (aún persona non grata en EEUU) se ha convertido en candidato de Washington y, pese a que las apuestas no lo favorecen, bien pudiera dar la sorpresa. Los dioses del neoconservadurismo son caprichosos en sus designios. Pero, hablando en serio, no hay que ir muy lejos en el tiempo para obtener una idea del modo de pensar belicista de Washington. «Cortar por lo sano: una nueva estrategia para salvaguardar la patria» disipa toda noción de que la actual Política Exterior de EE.UU. NO esté guiada por los que tratan de «solucionar» los «problemas» de Israel. Básicamente, esto se lograría «haciendo retroceder… desestabilizando»a los amenazantes vecinos de Israel. Más cerca de nosotros, y después de «dejar hecho polvo a Irak», anuncia los pasos de Israel frente a Siria y Líbano cuando llama a Israel a tomar la «iniciativa estratégica a lo largo de sus fronteras entablando combate con Siria, Hezbolá e Irán». Con la presencia estadounidense en las fronteras de Siria en Irak, Israel espera que la sangre y el dinero de EE.UU. logren que la cosa resulte. Recuerdo que un gran periodista y patriota estadounidense me dijo que cuando las botas de EE.UU. entraron a Bagdad, el ministro de exteriores de Israel Silvan Shalom lo llamó para decirle que era «por cierto un día glorioso en Israel, porque EE.UU. estaba TAMBIÉN al este de Israel».

P: La mayoría de los estadounidenses no recuerda de manera muy clara la intervención de la era Reagan de tropas de EE.UU. en Líbano, que condujo al desastre. ¿Sus pensamientos sobre ese episodio?

R: Nos costó decenios resucitar, reunificar y solidificar nuestras Fuerzas Armadas en Líbano. Pero hay que recordar que en 1984, un núcleo de ejército libanés se tragó el cebo de una aventura muy impopular (bendecida por EE.UU.), y que para someter a las fuerzas «chiíes» en el sur de Beirut, el ejército bombardeó los suburbios, convirtiéndose en la ÚNICA víctima de esa desventura estadounidense, ya que se dividió según líneas sectarias. En pocas palabras, tenemos que recordar que la última vez que «alguien» trató de imponer una solución a los libaneses, sin obtener un consenso nacional, condujo a un desastre. Hoy presenciamos semejantes intentos con la adopción de la Resolución del Consejo de Seguridad 1559 y su más PELIGROSA estipulación, es decir el desarme de nuestra Resistencia Nacional. Sobra decir, que los libaneses TAMPOCO están enteramente unidos respecto a los mecanismos y plazos de una retirada militar siria, ya que MUCHOS en la así llamada «oposición» han leído selectivamente los Acuerdos de Taef, en circunstancias de que en realidad prevé que los repliegues coincidan con reformas y con LA ABOLICIÓN del sectarismo político.

P: ¿Podría caracterizar la actual relación entre Líbano, Siria e Irán? Líbano y Siria son sociedades laicas, mientras que Irán es una república islámica. ¿Qué intereses tienen en común?

R: Con Siria, Líbano tiene muchos lazos históricos, sociales, culturales, familiares y geográficos comunes. Es ciertamente una relación única. La mayoría de los libaneses, algunos incluso en la oposición, comprende bien estos hechos. Sin embargo, también existen unos pocos envalentonados que encuentran algo común en el cerco estadounidense contra Siria para implementar agendas miopes. Creen que una vez que las olas del tsunami (estadounidense) haya recedido, volverán a repartirse los despojos sectarios, concluyendo (tal vez demasiado bien) que los problemas de EE.UU. con Siria no tienen nada que ver con la democracia y la libertad.

P: ¿Por qué renunció el primer ministro Karamé? Al parecer incluso llegó a sorprender a algunos miembros de su propio partido.

R: La renuncia del primer ministro Karamé ocurrió bastante rápido, cuando iba a prevalecer en el voto de confianza. El primer ministro actuó siguiendo un impulso, después de haber sufrido una implacable campaña de vilipendio desde el primer día. En pocas palabras, el primer ministro Karamé se «sensibilizó» ante el hecho de que el asesinato del primer ministro Hariri haya ocurrido durante su período. Fue su manera de tratar de desactivar la volátil situación que fue creada después del asesinato. Lo que llama la atención es la rapidez de la reacción de EE.UU. ante la renuncia del primer ministro. Creo que al calificar la renuncia (dentro de menos de una hora) de evento «positivo», ya no cabe la menor duda de que EE.UU. está «de nuevo» tomando partido por uno de los lados en Líbano.

P: Israel atribuye el reciente ataque suicida en Tel Aviv al Yihád Islámico y afirmando (con razón o sin ella) que ya que Damasco apoya al Yihád Islámico, Siria es responsable. Si Israel ataca de nuevo a Siria, como lo hizo en octubre de 2003, ¿cómo reaccionaría el gobierno y el pueblo de Líbano?

R: Tel Aviv, no pierde una oportunidad, para culpar a Siria y a Hezbolá por cualquiera calamidad que le ocurre. Lo triste es que Israel presenta «evidencias» que siempre son «tragadas» por Washington. Escuche, Israel sigue siendo la única fuerza de ocupación del mundo que hace lo que quiere. Cuando culpa a Siria y a Hezbolá… Tel Aviv realiza un lamentable intento de pasar la culpa por su política fracasada de «seguridad primero». Básicamente, no hay que ser un mago para determinar que un pueblo desesperado, humillado, en LUTO CONSTANTE, hará cualquier cosa para vengarse de los que dislocan, humillan y asesinan a sus prójimos.

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Gary Leupp es profesor de historia en Tufts University, y profesor adjunto de religión comparativa. Es autor de «Servants, Shophands and Laborers in in the Cities of Tokugawa Japan; Male Colors: The Construction of Homosexuality in Tokugawa Japan»; y de «Interracial Intimacy in Japan: Western Men and Japanese Women, 1543-1900». Colabora con la despiadada crónica de CounterPunch de las guerras contra Irak, Afganistán y Yugoslavia: «Imperial Crusades».

Su correo es: [email protected]

http://www.counterpunch.org/leupp03052005.html