La gente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) «nos despreció y va a pagar; los vamos a hacer pedacitos, aunque nos quedemos solos, porque alguien tiene que cobrar esa cuenta», advirtió el subcomandante Marcos en su reaparición pública después de cuatro años y cuatro meses. Ante delegados de 32 oganizaciones políticas de izquierda, además […]
La gente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) «nos despreció y va a pagar; los vamos a hacer pedacitos, aunque nos quedemos solos, porque alguien tiene que cobrar esa cuenta», advirtió el subcomandante Marcos en su reaparición pública después de cuatro años y cuatro meses.
Ante delegados de 32 oganizaciones políticas de izquierda, además de observadores, que asistieron a la primera de seis reuniones programadas con distintos sectores de la población, Marcos descartó cualquier posibilidad de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador -a quien se refirió como el «innombrable»-, porque en el partido del sol azteca «han construido una relación de desprecio en contra de nosotros y van a pagarlo; se los prometemos y lo vamos a cumplir… vamos con todo, y no es cierto que nada más estamos» en contra del PRD; «vamos contra toda la clase política»: el PRI, el PAN y el PRD.
«No estamos dispuestos a reunirnos con gente de ese partido; sí podemos debatir, pero no abrir la supuesta interpretación de que tal vez estamos llegando a algún acuerdo, porque no vamos a llegar a ningún acuerdo con ellos», abundó. «Nos traicionaron dede el mismo momento en que confiamos en un movimiento cardenista»,enfatizó.
Marcos aclaró que están dispuestos a discutir si la candidatura del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal «abrirá una gran coyuntura» en el futuro. Precisó que «no es una condición para estar aquí, estar en contra de él ni de nadie». Lo que sí está claro, enfatizó, es que «no podemos enganchar la otra campaña a una campaña electoral».
Indicó que López Obrador «no quiere regresar al pasado socialista; nos va a partir la madre a todos. Cualquier argumento en torno a apoyar la candidatura de López Obrador o del PRD está condenado a fracasar con nosotros», añadió, según un cable de la agencia Reuters.
Agregó que la actitud del EZLN respecto a López Obrador no es algo nuevo en el proceder zapatista: «Lo hemos hecho siempre: cuando (Carlos) Salinas estaba en su punto más alto le pasó lo que le pasó; cuando (Vicente) Fox estaba en su punto más alto le pasó lo que le pasó; cuando el ‘inombrable’ estaba en su punto más alto le pasó lo que le pasó».
El subcomandante hizo esta noche una valoración de los planteamientos que durante el día expusieron los asistentes -más de 200- al encuentro que inició antes de las nueve de la mañana y concluyó 12 horas después, aunque las reuniones «bilaterales» con cada organización se extendieron hasta después de la medianoche. Casi en todas las participaciones apareció el tema López Obrador, unas en su contra, otras en su favor, sin dejar de lado las propuestas para construir la nueva fuerza política.
Con su uniforme militar, su pistola al cinto, escoltado por siete guerrilleros armados y colocado detrás de la dirigencia política -siete hombres y nueve mujeres encapuchados que junto con él participan en la organización de los trabajos de la Comisión Sexta que se encargará de la parte política nacional para impulsar la creación de una fuerza política de izquierda y la otra campaña-, Marcos escuchó con respeto y tolerancia todas las opiniones. Incluso, cuando algunos asistentes pedían que finalizaran las exposiones prolijas, él intervino para pedir que los dejaran concluir. «A todo el que quiera hablar lo vamos a escuchar».
Como una de las principales preocupaciones de muchos de los asistentes al encuentro era la definición acerca de López Obrador y el PRD, el subcomandante -a quien se le notan algunos kilos de peso más respecto a hace cuatro años- dedicó una buena parte de su mensaje a este tema. «Lo que queremos es ser sinceros: hace 12 años les dijimos que creíamos en el PRD, pero nos equivocamos al pensar que esa gente iba a ser consecuente con lo que decía; no es consecuente y no vamos a repetir el mismo error, porque allá se equivocan y pierden una elección, pero acá si nos equivocamos perdemos todo», afirmó.
Fue más allá: «No es justo que un partido haya construido una imagen de izquierda que no es verdad, y no tiene que ver con el poder, sino con los principios del convencimiento. Doble contra sencillo que no tarda en que el ex procurador (Rafael) Macedo de la Concha sea candidato a gobernador (por el PRD) y el ex subprocurador Vega Memije esté en el CEN, porque el que ya no respeta a sus muertos no respeta nada».
Bajo la carpa colocada en esta comunidad zapatista que hasta 1994 fue la finca El Zapote, Marcos sostuvo que están dispuestos a asumir la responsabilidad del momento histórico: «Cuando nos dicen que va a ser nuestra responsabilidad de que un gobierno de izquierda no llegue al poder, no nos importa, queremos voltear a ver a nuestros muertos y no sentir vergüenza», aseveró. «Nos podemos equivocar, pero nunca traicionarlos: no podemos apoyar al que nos engañó, aunque nos quedemos solos y pasemos a la historia por ser torpes y por haber puesto encima cuestiones éticas y no prácticas».
Subrayó: «Sabemos que vamos a perder a mucha gente, que nos va a dejar más débiles en la legitimidad que tenemos afuera también y que va a ser más factible que recibamos un ataque militar, pero si no se los decíamos íbamos a ser deshonestos con ustedes». Precisó que «el problema del poder no es nuesto problema: el EZLN no lucha por el poder, pero no dice que no hay que luchar por el poder».
Reiteró: «Vamos a hacer la otra campaña y reuniones bilaterales (con las organizaciones interesadas en participar en esta iniciativa) para construir un programa nacional de lucha, pero sin meter lo electoral». En todo caso señaló que al final de las reuniones programadas «decidiremos si vamos a un tercer diálogo nacional, a una promotora, a un frente o si vamos a debatir con (Santiago) Creel, con Marta Sahagún o con el que sea, pero todos juntos, eso ofrecemos y lo vamos a cumplir».
Con esta exposición se cerró la reunión, en la que muchas de las agrupaciones manifestaron su adhesión a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Antes de concluir, Marcos dijo que no daría entrevistas a la prensa hasta la última reunión, programada para el 16 de septiembre.
Pide el EZLN a las organizaciones de izquierda ser puente con la sociedad
ELIO HENRIQUEZ Y HERMANN BELLINGHAUSEN/I CORRESPONSAL Y ENVIADO
San Rafael, Chis., 6 de agosto. Al reiterar la bienvenida del Comité Clandestino Revolucionario Indígena a los asistentes a la reunión preparatoria de la otra campaña, el subcomandante Marcos explicó esta mañana: «Los compañeros y compañeras que están aquí, comandantes y comandantas, son parte de la Comisión Sexta, en este caso de la zona selva tzeltal. Hay compañeros y compañeras que fueron voluntarios para el trabajo de la Sexta en la zona fronteriza que es la zona tojolabal, la zona de los altos que es la zona tzotzil, la zona norte que es la zona chol, y la zona tzotz choj. En algunas reuniones verán a unos, en otras verán a otros. El trabajo principal de ellos es presentar a todos ustedes, informar a las bases de apoyo de lo que se esta planteando. Mi trabajo es funcionar como puente entre la comandancia y el comité o las organizaciones, personas, grupos, que vayan a trabajar con nosotros en la Sexta Declaración».
También aclaró que una organización política es la que se reivindique como tal, «así como en los Acuerdos de San Andrés dice: indígena es aquel que se reivindique como indígena».
Agregó: «Queremos agradecer que hayan venido. En primer lugar porque la relación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y las organizaciones políticas de izquierda ha sido mala, fundamentalmente por nuestra torpeza y nuestra novatez a partir de enero de 1994 para ir calando lo que era el ambiente nacional y el trabajo que esas organizaciones estaban realizando. Sin embargo, en ningún momento hemos cuestionado la legitimidad que ustedes se han ganado», y mencionó el «reconocimiento y admiración que nos provoca a estas alturas del partido, con toda la ofensiva neoliberal y capitalista, la gente que se define de izquierda, sobre todo cuando la moda es ser de centro o de derecha moderada.
«La mayoría de las organizaciones de izquierda aquí presentes tiene trabajo importante, tienen trabajo de base. Tienen nuestra garantía de que reconocemos ese trabajo, no sólo no lo vamos a cuestionar, sino que lo vamos a reconocer públicamente.»
El jefe rebelde añadió: «Sabemos que corrieron riesgos para venir, porque por mucho que se diga, el EZLN sigue siendo una organización político-militar y pesan sobre él diferentes tipos de amenazas. ¿Cómo le llaman, ‘estado de derecho’? Sabemos que venir acá o establecer una relación con nosotros implica un riesgo; creo que todas las organizaciones aquí presentes están conscientes de que vamos a enfrentar una campaña de desprestigio muy intensa, más que la que recibió en contra el movimiento de la huelga de la UNAM en 1999, y estoy seguro de que hay muchas apuestas de que esto va a fracasar, que ‘cualquier intento de hacer acuerdos con la izquierda está destinado al fracaso, por definición’. Estamos dispuestos a fracasar, como ya fracasamos antes en nuestras relaciones con el Partido de la Revolución Democrática, con lo que fue el cardenismo y con ciertos sectores digamos progresistas».
La Sexta Declaración, dijo, «plantea su participación directa y en igualdad de circunstancias con nosotros en la planeación y realización de la otra campaña. No estamos pensando en una acción como la de la marcha de los mil 111 o la consulta de 1999, ni la Marcha de la Dignidad Indígena. Estamos pensando en un trabajo político para contradecir el plan de una década -si sale menos, a todo dar-. En ese sentido, aunque se presenta frente a la coyuntura electoral de 2006, lo que plantea el EZLN en la otra campaña va más allá, no sólo en sus planteamientos políticos sino también en su calendario. A pesar de que el EZLN sale y regresa cuando son las elecciones, podrá hacer un intermedio en lo que son los sufragios, y seguirá el trabajo independientemente de lo que registre el proceso electoral».
Y advirtió: «Los vamos a escuchar con respeto, pero cualquier argumento en torno de apoyar la candidatura de López Obrador o del PRD está condenado al fracaso por nosotros, si alguien tiene la paciencia y el hígado para oír argumentos en favor de eso, no nos oponemos.
«Son 12 años de estar viendo lo que ese partido ha hecho. Si alguien tiene duda sobre lo que López Obrador plantea, ahí tengo las entrevistas que dio al New York Times y al Finacial Times, junto con los 50 compromisos, su historia como jefe de Gobierno del DF y la historia del PRD. Y si alguien dice que dentro del PRD hay bases a las que hay que rescatar, rescátenlas, nosotros no».
Marcos abundó: «Si quieren debatir sobre la posibilidad del PRD y la izquierda, podemos traer a los compañeros balaceados por los paramilitares en Zinacantán, a todos los comités que se les dio la espalda cuando se votó la ley indígena, a los compañeros de estos pueblos que han sido agredidos por la ORCAO perredista, al compañero que fue secuestrado y torturado por la CIOAC perredista, y a todos los que de una u otra forma ese partido que dice ser de izquierda ha agredido con sistematización.
«No nos vamos a espantar de nada, deveras, pero eso sí, lo que no vamos a permitir es que sean deshonestos con nosotros, porque nosotros sí estamos siendo honestos con ustedes; a partir de ahora todo lo vamos a compartir: si llega una propuesta de Fox que quiere hablar con nosotros, la van a conocer ustedes, si Marta Sahagún quiere que la otra campaña la apoye, lo van a saber ustedes; en ese sentido cualquier cosa que se pueda mantener a nivel secreto lo vamos a compartir con ustedes y vamos a decir cuál es nuestra posición, a lo mejor no están acostumbrados, pero lo que dice la Sexta es lo que dice, no hay otra cosa escondida.»
Ante los asistentes a esta primera reunión, Marcos señaló: «Nos pueden creer o no, pero hemos sido honestos cuando decimos desde que nacimos como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, nuestra convicción no sólo era no ser la vanguardia de un movimiento de transformación en México, sino que además pensamos que ese movimiento es producto de la acción de muchas fuerzas políticas de izquierda, entre las que somos una parte. Esta acción necesita forzosamente la participación de obreros, campesinos, estudiantes, trabajadores de la ciudad y del campo».
El EZLN, aclaró, «no tiene trabajo obrero ni estudiantil, sino fundamentalmente indígena. No vamos a disputar a ustedes la legitimidad que se han ganado en el movimiento obrero, campesino o popular. La Sexta es muy clara, queremos unir nuestras luchas con las de obreros y campesinos, no queremos dirigir la lucha de obreros y campesinos. Ustedes tienen el trabajo que tienen, no lo voy a detallar aquí, saben que se han ganado el reconocimiento de esa gente, no importa si no aparecen en los medios. La lógica mediática y la lógica cuantitativa de que una organización es importante por el número de gente que tiene no pega con nosotros. Nosotros empezamos seis, así que cuando dicen ‘no hables con esa organización porque es muy pequeña’, pensamos que si son más de seis ya vale la pena, puede crecer.
«Y si vamos al espacio cuantitativo aquí estaría sentado el PRI -en todo caso es el que tiene más gente-. Eso es lo que les pedimos, que nos ayuden, no les estamos pidiendo que nos sigan ni que hagan lo que les vamos a decir que hagan. Ustedes tienen trabajo obrero, trabajo con los estudiantes, con colonos, con campesinos, con grupos populares y no gubernamentales. Les pedimos que sean el puente para que el EZLN pueda escuchar lo que los compañeros tienen que decir sobre esos puntos.»
Si los obreros, campesinos o estudiantes «son de tendencia anarquista, no importa, queremos hablar con ellos», agregó el subcomandante en su reaparición pública. Lo mismo si son trotskistas, maoístas, lo que sea, «mientras que en esa gran franja anticapitalista y tengan un proyecto y una propuesta, queremos escucharla. Y queremos ver si es posible unir nuestra lucha con la de ustedes».
La propuesta de la otra campaña «no es ir a tirar línea, ni promover la lucha armada. Es preguntar a la gente qué piensa. No nos guiamos por las encuestas. Si una dice que hay un gran movimiento apoyando a López Obrador es el problema de López Obrador y de la gente que está pagada por él».
Marcos «avisó» a las organizaciones presentes que «la Sexta Declaración la vamos a cumplir aunque sea solos, y si nadie quiere trabajar con nosotros, vamos a poner un letrero que diga: ‘se cortan cordones de hamaca, se despluman gallos'».
«En esto estamos poniendo nuestra vida», asegura el subcomandante
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Rafael, Chis., 6 de agosto. Por extravagante que suene, el pingüino zapatista estuvo aquí, rondando una reunión no menos extraña: la de una treintena de organizaciones de izquierda que vinieron hasta acá, a sostener un improbable encuentro de generaciones distantes y distintas. Veteranos comunistas, trotskistas, maoístas (con o si el prefijo ex, pero todos al margen de la institucionalización de la «izquierda» mexicana), así como sindicalistas y luchadores agrarios, compartieron un toldo en esta comunidad tzeltal con jóvenes de grupos diversos de Ciudad Juárez, Puebla, Oaxaca, San Cristóbal de las Casas, Guadalajara y el Distrito Federal. Se manifestaron en torno a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en tonos variados.
«En esto estamos poniendo, además del pingüino, nuestra vida», había advertido el subcomandante Marcos esta mañana al abrir los trabajos de la primera reunión preparatoria de la otra campaña convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Presidió la reunión la Comisión Sexta en esta región, compuesta por 16 miembros del CCRI-CG del EZLN, donde nueve son mujeres.
De manera negativa, u ocasionalmente positiva, un fantasma recorría las intervenciones de los grupos derivados de la vieja izquierda: el electoral, y más precisamente, la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador por parte del PRD (organización política ausente aquí, por cierto). En cambio, los jóvenes desecharon sistemáticamente al «fantasma» (denominado así por los veteranos). Los chavos sencillamente «pasaron» de la cuestión. No fue para eso que se internaron en la selva Lacandona.
El verdadero tema fueron «esas diferencias que nos hacen iguales», como dijo una muchacha en nombre del comité Todos Somos Presos, de la ciudad de Oaxaca. Digamos que parte del ala más contestataria (y hasta respondona) del acto. Con un espíritu peleador y anarquista, la joven manifestó su coincidencia con la propuesta zapatista de una «nueva política».
Replicando a un veterano comunista que había hablado antes en favor de «un mundo donde quepan todos los mundos», ella se refirió a los poderosos y a los que «nunca nos han respetado». A esos «no los queremos en nuestro mundo. No queremos el mundo de los que pretenden acabar con los demás», agregó.
En cuanto a la idea de una nueva Constitución dijo: «Hemos aprendido a desconfiar de los que deciden por los demás. Esos son los que han hecho las constituciones de los países». Ante la inquietud que le despierta el asunto, sugirió que en vez de constitución, «ponerle igual y otro nombre».
Al concluir el largo día de trabajos, el subcomandante Marcos acusó registro ante la concurrencia de los extremos que se encontraron aquí. Se trata de jóvenes impacientes y desencantados, y también sindicalistas del IMSS, Pujiltic, la Intersindical Primero de Mayo o Uníos. Los variopintos colectivos Socialista, revista Rebeldía, Reflexiones en Acción, y los frentes Zapatista, Socialista, del Pueblo en Defensa de la Tierra de Chalco. Los partidos sin registro PRT, POS, de los Comunistas, PPS (ajá) y Fuerza de Izquierda Revolucionaria del Pueblo, y los movimientos de San Salvador Atenco, la Casa de Cultura para Todos de Ciudad Juárez y la Red Toma las Calles.
Un rompecabezas de grupos teóricos de viejos luchadores continuamente reprimidos y traicionados por la historia, y grupos prácticos que siguen dando guerra. Unos ya peinan canas, pero no han dejado de luchar ni se han corrompido. Otros no han terminado la escuela pero ya empezaron a romper los esquemas establecidos de práctica política.
Este es un «proceso», como expresó el colectivo Rebeldía. «No se trata de armar consignas bien hiladas, sino de asumir que los pueblos de los Altos, la selva y la zona norte tomaron una serie de demandas que permitieron su levantamiento». Un camino en construcción, una discusión no de pequeños grupos (aunque muchos sean pequeños) sino de las demandas de grandes sectores, llamados peyorativamente «minorías».
La comunidad donde se efectuó esta reunión es una buena muestra de lo que ha sido la lucha zapatista. Hasta 1994 era la finca El Zapote, y la casa del patrón estaba cercada con alambre para establecer un claro «apartheid» entre él y los peones. Hoy estos «peones» y muchas otras familias conforman San Rafael en estas tierras recuperadas, y si bien se conserva el alambrado en torno a la casa, hoy sólo rodea la casa comunal en la que devino el casco hacendario, en el actual municipio autónomo Francisco Gómez.
¿Y el pingüino? Bueno, es sólo una gallina negra, pero «muy otra», pues camina erguida. Lleva una pechera de algodón blanco con una estrella roja bordada al centro. Es el pingüino real, extraño pero posible, de la selva. Más que un símbolo, o una broma de la naturaleza, es una señal de lo imposible posible.