Mediana estatura, complexión atlética, pelo negro corto y hablar pausado caracterizan a este hombre de 44 anos de edad que pasó 23 de ellos en el Ejército Peruano. Al ser licenciado, luego de disputar con sus superiores por denunciar negociados y fraudes en el ámbito castrense, tenía el grado de Comandante y había sido jefe […]
Mediana estatura, complexión atlética, pelo negro corto y hablar pausado caracterizan a este hombre de 44 anos de edad que pasó 23 de ellos en el Ejército Peruano. Al ser licenciado, luego de disputar con sus superiores por denunciar negociados y fraudes en el ámbito castrense, tenía el grado de Comandante y había sido jefe de una unidad militar, en la que se ganó el respeto de oficiales, clases y soldados.
Ahora aspira a la Presidencia del Perú y su programa de gobierno ha despertado el pánico en las filas de los que mandan abierta o tras bambalinas en este país inmensamente rico pero en el cual la mayoría de sus 27 millones de habitantes viven en la pobreza o rozándola.
Ollanta rechaza las etiquetas: «Soy nacionalista porque respaldo a mi nación y a mi pueblo. No soy ni de izquierda ni de derecha: soy de los de abajo y con ellos — y con todos– me propongo gobernar».
Granma INTERNACIONAL aborda a Ollanta en un hotel de Lima donde se ha presentado ante la prensa extranjera, ávida de encontrarse con uno de los hombres más vilipendiados en la historia nacional pero que marcha al frente en las encuestas de opinión publica para las elecciones de este 9 de abril.
«Vengo, afirma, de una familia de agricultores quebrados que tuvo que salir del campo hacia la ciudad en desesperada búsqueda de supervivencia. La agricultura, la principal base económica y social en el Perú, ha sido atacada sin piedad. En muchos casos, los inmensos latifundios concedidos mediante falsas premisas incluyen a aldeas enteras de nativos que han sido esclavizados inhumanamente».
«Un gobierno nacionalista reactivará la agricultura, le dará valor a la tierra, protegerá a los productores, les ofrecerá créditos financieros, promoverá su desarrollo cultural, científico y técnico, creara un seguro agrario, cuidara y desarrollara las fuentes de agua y las condiciones para que los del campo no tengan que emigrar y tugurizar las ciudades o cruzar las fronteras en busca de sustento en otras tierras. La agricultura es, sentencia Ollanta Humala, el pilar para el desarrollo del país», y agrega: «Empezaremos por respetar el derecho de los mas pobres»‘.
El candidato nacionalista pone énfasis en la protección del medio ambiente y agrega: «Apoyamos el Protocolo de Kyoto y daremos especial atención a la precaria situación del Medio Ambiente, a tenor de los acuerdos y esfuerzos de las Naciones Unidas».
La educación es otro renglón que reclamara atención especial de un gobierno nacionalista. Es trágica la situación de 20 mil escuelas en las regiones altoandinas. Haremos un esfuerzo para dar educación a todos, eliminar el analfabetismo y garantizar el presente y el futuro del país.
«Yo voy a construir la dignidad de la gente y su orgullo de ser propietarios de su país. El pueblo peruano es el dueño de su patria: los trabajadores tienen derecho a recibir un sueldo digno que les permita mantener a sus familias y con respeto para la jornada de ocho horas -que ha sido derogada criminalmente», dice.
Ollanta Humala advierte que un gobierno nacionalista revisara cuidadosamente, mediante los mecanismos legales del país, todas las concesiones otorgadas a inversionistas nacionales y extranjeros, actuara contra los prevaricadores y obligara a los que han estado evadiendo el pago de impuestos a abonarlos.
«Respetaremos la inversión extranjera aunque debe cumplir ciertos requisitos: generación de empleos -directos o indirectos-transferencias tecnológicas para el país, respetar sus obligaciones fiscales y proteger el medio ambiente.
«Los que cumplan estos requisitos no van a tener problemas -dijo el candidato nacionalista peruano, y agrego: «Vamos a consolidar la democracia, afirmar las instituciones y reafirmar el concepto de ciudadanía.
«Soy contrario al modelo económico neo-liberal. Queremos una economía al servicio del pueblo y nos sentimos solidarios con otros países latinoamericanos que intentan construir una agenda regional económica, social, energética y de protección al medio ambiente, todo en función del bienestar de nuestros pueblos, sin excepción.
En este sentido, Ollanta Humala precisa: «No voy a aceptar presiones de ningún país para discriminar contra otro país. No somos anti: somos pro, y queremos buenas relaciones con todas las naciones, incluyendo a Chile y Ecuador, nuestros vecinos, basadas en el respeto a nuestros derechos y a los de ellos. Tendremos una política de concertación y de dialogo.
«El pueblo peruano esta harto de la corrupción, de ver como la Ley se aplica selectivamente, a favor de los que ya todo lo tienen. Además, puntualiza el candidato presidencial peruano, existe actualmente una discriminación basada en la lengua. Muchos indígenas no saben español y ven como sus derechos les son conculcados sin que tengan siquiera la posibilidad de defenderse, porque su cultura pertenece a otro de los siete idiomas que se hablan en el país.
Ya para terminar, Ollanta Humala ojea un ejemplar de Granma INTERNACIONAL. «De vez en cuando, confiesa con una sonrisa, me gusta saborear un tabaco habano. A través de esta publicación, quiero -dice finalmente-enviar un muy fraterno saludo al pueblo cubano».