A principios del mes de marzo, la compañía multinacional John Holland (que maneja varios proyectos de construcción en Oceanía y el Sureste asiático) despidió a 39 trabajadores de la multimillonaria obra de reconstrucción del Puente West Gate en Melbourne. El despido se debió a que una vez comenzada la obra, la empresa decidió cancelar el […]
A principios del mes de marzo, la compañía multinacional John Holland (que maneja varios proyectos de construcción en Oceanía y el Sureste asiático) despidió a 39 trabajadores de la multimillonaria obra de reconstrucción del Puente West Gate en Melbourne. El despido se debió a que una vez comenzada la obra, la empresa decidió cancelar el contrato con los trabajadores y recontratarlos con salarios significativamente menores y con condiciones de seguridad por debajo de los estándares industriales. Desde entonces, los trabajadores del puente están en huelga y miembros de la comunidad han apoyado el piquete.
Los trabajadores demandan que sus empleos les sean devueltos, con los salarios y condiciones laborales adecuadas, lo mismo para sus representantes sindicales.
John Holland está aprovechándose de la crisis económica, el aumento en el desempleo y la inseguridad laboral, que comienzan a sentirse en Australia debido a la crisis internacional del capitalismo para reducir salarios, amenazar el papel de los sindicatos y amedrentar las condiciones laborales que hasta ahora han sido favorables a los trabajadores de este país como resultado de muchas décadas de lucha obrera.
La empresa John Holand ha tratado de sustituir a los trabajadores con esquiroles, pero ha fracasado hasta ahora debido a las protestas de los trabajadores despedidos.
Volviendo en la historia, e l Puente West Gate ha presenciado uno de los peores accidentes de trabajo en Australia, un desastre que costó la vida a 35 trabajadores en 1970. La constructora multinacional John Holland tiene el peor record por muertes y accidentes de trabajadores en sus sitios de trabajo.
Si la empresa logra su objetivo de reducción de sueldos y condiciones, otras industrias verán el camino abierto para seguir despidiendo empleados y reducir salarios. Esta es una pelea simbólica a favor de los derechos laborales, sindicales y para levantar la voz para decir que los trabajadores no pueden ser quienes paguen por los errores de las empresas y el sistema financiero.
Mensajes en apoyo a los trabajadores pueden ser enviados en español o inglés a: [email protected]