Tras un mes detenidos de forma injusta, finalmente los 14 trabajadores guatemaltecos han sido liberados del Centro de Detención de Laval donde estuvieron recluidos. Los trabajadores, considerados erróneamente culpables, fueron víctimas del fraude cometido por una agencia de empleos en Victoriaville que les impuso terribles condiciones laborales, lamentablemente características en las granjas de Quebec. La […]
Tras un mes detenidos de forma injusta, finalmente los 14 trabajadores guatemaltecos han sido liberados del Centro de Detención de Laval donde estuvieron recluidos. Los trabajadores, considerados erróneamente culpables, fueron víctimas del fraude cometido por una agencia de empleos en Victoriaville que les impuso terribles condiciones laborales, lamentablemente características en las granjas de Quebec.
La falta de protección que proporciona el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales de Canadá también se refleja en que no asumen las consecuencias de lo ocurrido a los trabajadores. Pese a que su liberación ha sido posible gracias a un intensivo trabajo por parte de su Abogada Susan Ramírez y de los defensores de los derechos de migrantes del Centro de Trabajadores Inmigrantes, hasta la fecha los trabajadores se encuentran desprotegidos ya que cuentan con muy pocos recursos económicos y legales para quedarse en Canadá hasta que finalice el proceso de demanda que pretenden iniciar hacia sus empleadores. Para recuperar el dinero perdido, que estaba destinado a la manutención de sus familias en Guatemala, la demanda a sus empleadores será por estafa.
Según declaró Viviana Medina, activista y defensora de los derechos de los trabajadores, «nos encontramos ante un sistema que está a favor de las empresas y empleadores quebequenses y de los intermediarios de agencia de empleo como ‘Les Progres Inc.‘, cuya propiedad es de Esvin Cordon, quienes se benefician de la explotación y vulnerabilidad de los trabajadores, pero que al final castigan y criminalizan a las víctimas, que son los propios trabajadores».
De su lado, el consulado de Guatemala no ha participó activamente para proteger y defender a los trabajadores de su país, asistiendo únicamente a la audiencia de su liberación. A pesar de la gravedad de la situación y la publicaci ó n en los medios de comunicación, la intervención del consulado ha sido prácticamente nula, mostrando una completa despreocupación por el destino de este grupo de ciudadanos hacia los cuales su obligación es ofrecer protección, ayuda y colaboración.
Se esperaba que el consulado alertara oficialmente de la situación para que otros guatemaltecos no sean víctimas de empleadores inescrupulosos como Esvin Cordon. Sin embargo, el consulado ni siquiera ha hecho el esfuerzo de investigar cuál ha sido la situación que los trabajadores han atravesado a nivel legal, migratorio, económico y humano. La comunicación debía tener como objetivo prevenir estos abusos en el futuro o denunciar al gobierno canadiense las violaciones de derechos, o al menos expresar una señal de desacuerdo con este tipo de hechos que vienen sucediendo en el programa de trabajadores extranjeros temporales que emplea ciudadanos guatemaltecos. Esto no ocurrió, lo que deja entrever que el único rol del consulado es el de asegurar que la mano de obra barata sea reclutada y llegue a las granjas de Canadá.
Por otro lado, el Gobierno Canadiense debe tomar acciones concretas para asegurar el control y castigar a consultores inmigratorios que contribuyen al tráfico humano y estafa, como es el caso de Emmanuel Guillaume, quien manipula a los trabajadores con mentiras apoyándose en legislaciones que son falsas (como la negativa de hablarles en español porque supuestamente la ley se lo prohibía). Asimismo, el gobierno canadiense debería prestar atención a las condiciones en las cuales estos trabajadores están siendo empleados, con deficientes condiciones de vivienda, alimentación, salud, expuestos a los accidentes de trabajo, y sin posibilidad de reclamo pues esto provocaría su despido al tener un permiso de trabajo cerrado.
Noé Arteaga indica a este respecto que «seguimos observando lo mismo de antes, las condiciones son iguales o peores que en el gobierno anterior» y se pregunta qué espera el primer ministro Justin Trudeau para hacer los cambios prometidos, y cuáles son sus verdaderos intereses.
Esperamos que este caso resuelva, dado que las posibilidades legales y económicas para ayudar a hacer justicia son escasas debido en gran parte a la desatención del consulado para proteger a sus propios ciudadanos.