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Tras el maremoto, la deuda

Fuentes: IPS

Activistas que pugnan por el desarrollo de los países pobres urgieron a Estados Unidos a respaldar una iniciativa de moratoria de la deuda externa que cargan las naciones afectadas por el maremoto del 26 de diciembre. Estados Unidos, la mayor economía del mundo y un poderoso actor en las instituciones financieras internacionales, debe apoyar «una […]

Activistas que pugnan por el desarrollo de los países pobres urgieron a Estados Unidos a respaldar una iniciativa de moratoria de la deuda externa que cargan las naciones afectadas por el maremoto del 26 de diciembre. Estados Unidos, la mayor economía del mundo y un poderoso actor en las instituciones financieras internacionales, debe apoyar «una medida audaz para solucionar la crisis de la deuda», exhortaron los grupos en una carta al presidente George W. Bush.

La carta fue redactada por el Servicio Mundial Judío Estadounidense y la Red Jubileo/Estados Unidos, y arguye que «simplemente no se puede pedir a los países que paguen su deuda mientras enfrentan un desastre humanitario de tal magnitud».

El sismo de nueve grados Richter con epicentro bajo el extremo norte de la isla de Sumatra, Indonesia, provocó olas gigantescas que arrasaron las costas de varios países asiáticos y algunos africanos. Sólo en Indonesia se registraron cerca de dos tercios de las 150.000 muertes causadas por el desastre.

Bangladesh, Birmania, India, Malasia, Maldivas, Sri Lanka, Singapur, Tailandia y Somalia también resultaron afectados.

Los grupos señalaron que los países pobres invierten más en el reembolso de su deuda externa que en salud y educación, por eso urgieron a Washington a impulsar una moratoria que incluya tanto las deudas bilaterales como las multilaterales con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, a los que los países afectados deben más de 70.000 millones de dólares.

El Tesoro de Estados Unidos no estuvo inmediatamente disponible para responder preguntas.

Indonesia, el país más devastado por el desastre, debe pagar este año casi 7.000 millones de dólares a acreedores multilaterales.

Entre los 40 grupos firmantes de la carta figuran Advocacy Institute, Africa Action, Center of Concern, 50 Años Bastan, Oxfam/Estados Unidos y la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad.

Los firmantes reclamaron también que Estados Unidos y el Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados respalden la cancelación del total de la deuda de Sri Lanka, Maldivas y Somalia, tres de los países más pobres devastados por los tsunamis.

El pedido de los grupos de desarrollo se produce en vísperas de una reunión de los gobiernos acreedores del Club de París, el miércoles, para discutir sobre la deuda de los países afectados por el desastre.

«Creemos que, además de la ayuda de emergencia y para la reconstrucción, es fundamental atender la carga de la deuda externa que enfrentan esos países», dice la carta, dirigida también al secretario del Tesoro estadounidense, John Snow.

Los grupos exhortaron también a que la moratoria no sea condicionada a la aplicación de un programa del FMI que obligue a los países a abrir sus economías a empresas e inversionistas con sede en países occidentales. Las condiciones del Fondo suelen incluir la privatización de activos públicos, el recorte del déficit presupuestal mediante la reducción del gasto social, y el aumento de la recaudación fiscal.

«Exhortamos a que tal cancelación de la deuda se realice sin condiciones económicas perjudiciales», dijeron los grupos en su carta.

La cancelación total de la deuda ha sido una demanda permanente de numerosas organizaciones no gubernamentales que hacen campaña contra las políticas «intrusas» de instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial y el FMI.

El G-7, integrado por Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, tiene en discusión una posible cancelación de 100 por ciento de la deuda para los países más pobres.

Estados Unidos tiene un papel activo en esa iniciativa, aunque el proceso se ha frenado por diferencias entre los acreedores acerca de los mecanismos para financiar la cancelación.

Los ministros del G-7 se reunirán el 4 y 5 de febrero en Londres para estudiar la mejor forma de cancelar por completo la deuda multilateral de los países pobres.