El desarrollo nuclear iraní y la situación en la región fueron centrales en los discursos del Secretario General del organismo y de los presidentes de Estados Unidos e Irán. Cada uno con distintos matices.La primera jornada de la 61 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), estuvo signada principalmente por tres pilares fundamentales. El primer […]
El desarrollo nuclear iraní y la situación en la región fueron centrales en los discursos del Secretario General del organismo y de los presidentes de Estados Unidos e Irán. Cada uno con distintos matices.
La primera jornada de la 61 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), estuvo signada principalmente por tres pilares fundamentales.
El primer pilar fue el último discurso de inauguración del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, quien efectuó palabras que a mas de uno habrá llamado la atención, por la aspereza con las que fueron emitidas.
Después de estar al frente del organismo mundial por nueve años, Annan, fue muy crítico en muchos temas que sacuden al mundo contemporáneo. En primer lugar, destacó la importancia del clima tenso que se vive en Medio Oriente, y subrayó que el conflicto árabe-israelí no es un conflicto más.
«Mientras el Consejo de Seguridad no sea capaz de poner fin a este conflicto, y a los casi 40 años de ocupación (israelí en Palestina), logrando que ambas partes acepten y apliquen sus resoluciones, seguirá perdiéndose el respeto por las Naciones Unidas», manifestó el mandatario ante los 192 representantes de los Estados miembros de la ONU.
A su vez, hizo una autocrítica en torno a los principales focos de conflicto que sacuden a Medio Oriente y el papel que realizó la ONU al respecto. Dijo: «nuestra parcialidad será cuestionada. Y nuestros mejores esfuerzos para resolver otros conflictos serán combatidos, incluidos los de Afganistán e Irak, cuya gente necesita nuestra ayuda tan desesperadamente».
El secretario general de la ONU también se refirió a otra cuestión que hoy en fundamental en el mundo, el terrorismo. Es así que Annan, lanzó una fuerte crítica contra gobiernos que utilizan la llamada «guerra contra el terrorismo» como pretexto para limitar y desconocer derechos humanos fundamentales.
Sin embargo, el Secretario General no se refirió a gobierno alguno al formular esa crítica, pero una simple mirada por los principales focos de tensión y muerte que azotan al mundo, dilucidaran cualquier duda en cuanro quienes son los responsables de esas palabras. Ver Afganistán, Irak, Guantánamo y el Líbano principalmente.
El diplomático ghanés, quien concluirá su mandato el próximo 31 de diciembre, también fustigó la falta de sensibilidad hacia las creencias de otras personas por parte de «algunos interesados en fomentar, intencionalmente o de otra manera, una nueva guerra de religiones, esta vez a escala mundial».
«Este clima de temor y sospecha es constantemente intensificado por la violencia en el Medio Oriente», señaló.
Además destacó que el la llamada «guerra contra el terrorismo» tiene un efecto perjudicial sobre millones de inmigrantes. El terrorismo, explicó, hace que la gente «se junte con aquellos que comparten sus creencias y su modo de vida, rehuyendo a quienes parecen «extraños».
Dentro de otra temática, la máxima autoridad de la ONU presentó un panorama sombrío al afirmar que las discretas metas de desarrollo económico y social para el año 2015, conocidas como Objetivos del Milenio, serán improbables de alcanzar.
Annan también destacó que, especialmente en los países subdesarrollados, las personas están expuestas a conflictos brutales y en todas partes del mundo los pueblos son amenazados por la proliferación de armas de destrucción masiva.
«Resulta penoso que los documentos aprobados en la Cumbre celebrada en esta sede el año pasado no contengan ninguna palabra sobre la no proliferación y desarme», lamentó.
Finalmente, Annan abogó por la construcción de un mundo multipolar mas equitativo y con un papel solidario mas activo de la ONU. «Todos debemos desempeñar nuestro papel en un verdadero orden mundial multilateral, con una renovada y dinámica Naciones Unidas», agregó.
Para esto destacó que lo importante es que los «los fuertes y los débiles acepten ajustarse a las mismas regulaciones y tratarse mutuamente con el mismo respeto, que todos acepten la necesidad de escucharse y tomar en cuenta los puntos de vista de cada uno». A juicio de Annan, «eso solo puede suceder si los pueblos están unidos por algo mas que un mercado global».
El segundo pilar del primer día de la Asamblea General, fue el discurso del presidente Estados Unidos, George W. Bush. De manera previsible, Bush volvió a exigir a Irán a que abandone su programa nuclear. También se dirigió al conjunto de países musulmanes y les aseguró que Estados Unidos no está en guerra con el Islam.
Bajo arrogantes amenazas, el mandatario estadounidense persuadió a Teherán a reanudar inmediatamente las conversaciones internacionales sobre su programa nuclear y amenazó con consecuencias si el país islámico no lo hace.
A su vez, en un intento de manipulación hacia el pueblo iraní, Bush dijo que su futuro se había visto afectado porque «sus gobernantes escogieron privarlos de la libertad y usar los recursos de vuestra nación para financiar el terrorismo e impulsar el extremismo y buscar armas nucleares».
Acusaciones sin pruebas muy similares a las hechas hacia Irak antes de su ilegal invasión militar en 2003.
En cuanto a Medio Oriente, de manera farsante y subestimando a cualquier ser humano pensante dijo: «Mi país desea la paz (…) Los extremistas en vuestro seno difunden propaganda de que occidente libra una guerra contra Islam. Esta propaganda es falsa y su propósito es confundirlos y justificar actos de terrorismo. Nosotros respetamos el Islam«.
Y para agregarle mas hipocresía a sus palabras, se refirió a los iraquíes a quienes les dijo específicamente que «no los abandonaremos en su lucha para construir una nación libre«.
Cabe detenerse a pensar un momento es las palabras del Comandante en Jefe del Ejercito que invadió dos países (Irak y Afganistán), y que más que llevar paz a la región, llevó caos, muerte, dolor, guerra solo para satisfacer necesidades estratégicas como el control del petróleo iraquí, entre otras cosas más.
Finalmente, el tercer pilar de la primera jornada de la Asamblea fue el discurso del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, quien dijo que las actividades nucleares de Irán son «transparentes, pacíficas y están bajo la mirada vigilante» de las Naciones Unidas. Al mismo tiempo reiteró el compromiso de su nación con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TPN).
Además, Ahmadineyad acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de abusar de su posición en el Consejo de Seguridad de la ONU y de adjudicarse ellos mismos «los papeles de fiscal, juez y verdugo». También dirigió duras críticas a Wshington y a los países occidentales, así como a Israel, por permitir situaciones como las crisis de Medio Oriente y del Líbano.
«Los abusos del Consejo de Seguridad, como instrumento de amenaza y coerción, es una fuente de graves preocupaciones», dijo el presidente iraní.
Antes de su discurso en la Asamblea, el mandatario iraní, quien también participó en la reciente cumbre de los países No Alineados (NOAL) realizada en Cuba, se manifestó en un tema que también apuntó Kofi Annan. El nuevo orden mundial.
«La atmósfera actual en el mundo está llena de hostilidades, tensiones, conflictos y arrogancia, y eso no puede conducir al mundo hacia la tranquilidad y la paz estable», dijo el dirigente a la televisión estatal iraní IRIB.
En esas declaraciones, Ahmadineyad remarcó los problemas que existen en Afganistán, Irak y el Líbano y deseó que la asamblea general de la ONU sea una oportunidad para discutir soluciones con otros jefes de Estado.
«La asamblea será también un escenario apropiado para contarle a la opinión pública internacional, especialmente al pueblo estadounidense, la otra cara de la realidad», dijo el presidente iraní, quien días antes retó a Bush a un debate televisivo, propuesta que el mandatario del país norteamericano rechazó.
Sin dejar de lado todas las temáticas importantes que se debatirán en la ONU estos días, como ser: El hambre, los derechos humanos, el subdesarrollo, la ampliación del Consejo de Seguridad, una mejor democracia dentro del organismo, y muchas otras cuestiones más.
Los discursos de los tres mandatarios, de algún modo signaron las primeras horas de esta nueva Asamblea General de la ONU. Sin duda, esta importancia se debe a que el desarrollo nuclear iraní y Medio Oriente, son un foco de tensión en el mundo que en cualquier momento puede estallar con severas consecuencias para el resto del planeta.
Los tres hombres ya emitieron sus palabras y sus posturas en esta cuestión, ahora depende de cada uno de nosotros discernir, ¿quién busca la paz?, ¿quién busca la diplomacia y el diálogo? y ¿quién amenaza y manipula belicosamente?