A pesar de su reciente ilegalización en Alemania, la cadena kurda Roj TV emitirá próximamente, y vía satélite, un estremecedor documental sobre el uso de armas químicas contra los kurdos por parte del ejército turco. Su autor, Sores Toprak, habla en exclusiva para GARA de una realidad que Ankara trata de silenciar. Sores, un kurdo […]
A pesar de su reciente ilegalización en Alemania, la cadena kurda Roj TV emitirá próximamente, y vía satélite, un estremecedor documental sobre el uso de armas químicas contra los kurdos por parte del ejército turco. Su autor, Sores Toprak, habla en exclusiva para GARA de una realidad que Ankara trata de silenciar.
Sores, un kurdo nacido en Alemania, nos recibe desde su puesto de trabajo en los estudios que Roj TV tiene en Bruselas. Y es que, a pesar del veto que la cadena ha recibido de Berlín recientemente, ni Bélgica ni Dinamarca parecen detectar nada sospechoso en la labor informativa que tanto Sores como sus compañeros llevan años desempeñando.
Mientras ensambla las pistas de audio y vídeo con gran profesionalidad, el documentalista responde a nuestras preguntas, mostrándonos unas imágenes sobre las que resulta difícil mantener la vista. Aparentemente, a él no parecen afectarle. Probablemente sea porque forman ya parte de su vida diaria, o quizás por la emoción de estar acabando un trabajo que, según dice, siempre quiso hacer: un rompecabezas cuyas piezas no podían ser más espantosas.
Los rumores sobre el uso de armas químicas por parte del ejército turco no son nuevos. ¿Por qué ha tardado tanto en salir a la luz este documento?
Ankara ha utilizado armas químicas sobre Kurdistán norte en multitud de ocasiones, pero no hemos podido probarlo hasta ahora. En 2003, un soldado, suponemos que kurdo, nos hizo llegar las imágenes en las que se ven imágenes del bombardeo desde el aire a una cueva en la que se ocultaban guerrilleros del PKK. La cinta en cuestión llega de Adana (Turquía) y tiene una duración de 90 minutos. Ocurrió en 1999 en Botan (Kurdistán Norte), y en ella se puede ver al Ejército utilizar este tipo de armamento, e incluso escuchar a un oficial ordenar a sus soldados que «no entren en la cueva todavía porque los agentes químicos pueden seguir aún activos». Aquella operación duró tres días, del 12 al 15 de mayo. Los dos primeros días consistieron en un intercambio de disparos y proyectiles entre ambas partes. Tras pedir a la guerrilla que se rindiera, ésta rehusó, y el día 15 se bombardeó la cueva desde dos helicópteros. Botan está en Sirnak, una de las zonas más calientes. La guerra allí es constante y los ataques se suceden a diario.
¿Fue ese el último ataque químico del que se tiene constancia?
En absoluto, y tampoco el primero. Turquía había utilizado antes este tipo de armas muchas veces. En agosto de 2003 las utilizaron en la región de Batman (Kurdistán Norte). Los siguientes ataques se produjeron en marzo de 2006, justo antes del Newroz (el año nuevo kurdo), y en abril del mismo año. Dichos ataques acabaron con la vida de 25 guerrilleros. También las usaron en agosto de 2007 causando 10 muertos, y el 1 de mayo de 2008 en Kurdistán Sur. El objetivo de esta última operación fue la oficina de prensa del PJAK en Qandil. Murieron seis miembros de esta organización. Creemos que esta ha sido la primera vez que se lanzan ataques químicos fuera de Kurdistán Norte. Como en ocasiones anteriores, se llevaron a cabo mediante diferentes cohetes lanzados desde helicópteros. Poco después me mandaron una foto de los proyectiles y pudimos comprobar que se trataba de las mismas armas que los americanos utilizan en Afganistán contra los talibanes.
¿De qué clase de agentes químicos estamos hablando?
Por los testimonios de los supervivientes y el aspecto de los cadáveres, creemos que utilizan diferentes tipos. En las fotos se puede apreciar que la piel de algunos guerrilleros es de un azul grisáceo, mientras que en otras presentan un aspecto amarillento. Por otra parte, algunos de los cadáveres están hinchados. He visto las imágenes de diferentes años y lugares y los cadáveres son distintos. Llevan muchos años bombardeando pero el problema es que no teníamos ni imágenes ni películas. Ahora tenemos las imágenes de 1999 incluso diálogos entre oficiales de alto rango para probarlo.
¿No hace nada el ejército turco por eliminar las pruebas?
Los ataques se suelen producir generalmente en cuevas situadas en lugares escarpados y de difícil acceso. Tras acabar con la operación, suelen derribar la cueva sobre sí misma para evitar el acceso. La mayor parte de las fotos de los cadáveres que nos han filtrado están sacadas por los propios soldados, justo antes de que derrumbaran el monte sobre la gruta.
¿Ha reconocido Turquía en alguna ocasión el uso de este tipo de armamento?
En 1999 se celebró una conferencia de prensa tras concluir la operación de Botán. El Gobierno turco negó categóricamente el uso de armas químicas durante dicha operación. Pero una semana más tarde dijeron utilizar «todo tipo de armas para acabar con el terrorismo».
¿Qué consiguen las armas químicas que no pueden con las convencionales?
Las armas tradicionales se han probado inútiles para acabar con la guerrilla, que conoce el terreno a la perfección. Pero las armas químicas te permiten llegar donde las anteriores no pueden. Si dispones de la información exacta sobre la localización de la guerrilla, las armas químicas pueden acabar con la vida de muchos de guerrilleros en cuestión de horas. Hemos comprobado que muchas veces la información sobre la situación de los guerrilleros es ofrecida por los «guardianes de los pueblos» (kurdos pagados por Ankara). Esto en Kurdistán Norte, por supuesto.
¿Y en Kurdistán Sur?
En Kurdistán Sur son los aviones americanos Predator los que consiguen las imágenes que luego proporcionan al ejército turco. Este extremo ha sido reconocido por Ankara en más de una ocasión.
Estos bombardeos tienen apoyo logístico de EEUU y de Irán. EEUU no quiere tratar directamente con los iraníes por lo que ofrecen la información a Turquía para que éstos la filtren a Teherán y actúe contra el PJAK.
¿Como puede ser que una realidad tan dura como ésta que ustedes acreditan en su documental apenas haya trascendido a la opinión pública?
Que yo recuerde, los ataques químicos han sido denunciados públicamente en 12 ocasiones, quizá más. Y todas recogidas de manera oficial por diferentes medios de prensa. Los ataques han sido denunciados desde el mismísimo Parlamento alemán por Ulla Jelpke (parlamentaria del PDS) así como por otros miembros del Partido Verde. Además, tanto el Parlamento de Hewler (Kurdistán Sur) como el de Bagdad han denunciado los ataques aéreos con armas químicas sobre la población del Qandil, militar y civil, en más de una ocasión. Tras los bombardeos de 1999, guerrilleros del PKK hicieron llegar a un grupo de periodistas los restos de los cohetes. Estos fueron enviados enviados a Berlín y se inició entonces un proceso judicial contra Turquía que ha permanecido en punto muerto hasta hoy por la falta de otras pruebas. Ahora vamos a añadir las fotos, las cintas y los diálogos.
¿Cuál cree que será la reacción de Ankara cuando se emita este documental?
Seguirán intentando silenciarnos en Bélgica y Dinamarca, como lo acaban de hacer en Alemania. Berlín y Roma se han disputado recientemente una de las mayores ventas de armas a Turquía de los últimos años. Al final, Turquía ha confirmado la compra de seis submarinos alemanes por un valor de cuatro billones de euros. Creo sinceramente que el cierre de ROJ TV en Alemania era el guiño que esperaba Ankara para decantarse finalmente por el armamento alemán.
El canal de televisión ROJ TV transmite su señal vía satélite desde Dinamarca, pero la mayor parte de su producción audiovisual se realiza en las instalaciones que tiene en Bruselas. Su programación consiste principalmente en informativos y debates a la vez que en un amplio elenco de programas sobre la cultura kurda. ROJ TV dice ser «la voz de los pueblos de Mesopotamia», por lo que su programación se desarrolla en diversas variantes de kurdo, así como en turco, árabe y farsi, con la intención de llegar también a los kurdos «asimilados».
La cadena comenzó su singladura desde Londres en 1999 bajo el nombre de MED TV. Tras considerar los reguladores del Gobierno británico que «incitaba al crimen y al desorden», su licencia de emisión desde suelo británico fue revocada.
Tras la suspensión de las actividades de MED TV se creó MEDYA TV en Bélgica. Cinco años más tarde, el Gobierno ordenó su cierre en 2004 alegando que la cadena «estaba vinculada al PKK.
ROJ TV comenzó su emisión el 1 de marzo de ese mismo año pero el pasado junio el Ministerio de Interior Alemán decidió suspender sus actividades por sus presuntos «lazos con el PKK», clausurando las oficinas que la cadena tenía en la localidad de Wuppertal. Dicha actuación provocó el enfado del más de medio millón de kurdos que residen en Alemania, así como el secuestro de tres montañeros alemanes en el monte Ararat por parte del PKK. Los cautivos fueron liberados en perfecto estado de salud.
Las mismas acusaciones han sido vertidas contra la cadena en las vecinas Bélgica y Dinamarca, pero ninguno de los dos países ha fallado en su contra.