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Escalada de la resistencia en Afganistán e Iraq

Un helicóptero estadounidense se estrella en Irak

Fuentes: Gara

Un helicóptero ocupante se estrelló anteayer en Irak, aunque el mando militar no aclaró ningún detalle del suceso. Por otra parte, una docena de personas murió en distintos ataques, mientras que aumentaban las demandas hacia el primer ministro Ibrahim Al Jaafari para que abandone su cargo. Un helicóptero del Ejército estadounidense se estrelló ayer al […]

Un helicóptero ocupante se estrelló anteayer en Irak, aunque el mando militar no aclaró ningún detalle del suceso. Por otra parte, una docena de personas murió en distintos ataques, mientras que aumentaban las demandas hacia el primer ministro Ibrahim Al Jaafari para que abandone su cargo.

Un helicóptero del Ejército estadounidense se estrelló ayer al sudoeste de Bagdad y el mando militar señaló que se desconocía lo ocurrido a su tripulación. La breve nota no precisaba que tipo de aparato era, pero sí informaba de que se estrelló al filo de las 17.30 hora local en una zona no identificada al sudoeste de la capital iraquí cuando realizaba una «patrulla de combate aéreo». La nota no daba detalles sobre lo sucedido, no sobre el lugar exacto del accidente ni del número de tripulantes, y se limitaba a asegurar que se investiga lo sucedido.

El Ejército estadounidense dio cuenta ayer de la muerte de un marine, el viernes, en una operación de combate en la conflictiva región de Al Anbar.

Entretanto, las calles del país volvían a ser el escenario de una cruenta guerra. Al menos tres presuntos rebeldes murieron en un enfrentamiento con soldados iraquíes en la localidad de Al Doluiya, a unos 90 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes de seguridad. El combate se inició cuando las presuntos insurgentes no detuvieron el coche en el que viajaban ante un puesto de control del Ejercito iraquí, precisaron las fuentes.

Versiones contradictorias

En Al Ameriya, a unos 60 kilómetros al oeste de la capital, murieron cuatro personas. Según fuentes militares, eran rebeldes, extremo que desmintió el Comité de Ulemas de Irak (OUI), la más prestigiosa institución religiosa suní del país, que aseguró que eran miembros de una familia que no tenía relación con la insurgencia.

El mando estadounidense afirmó que tres supuestos insurgentes, uno de ellos una mujer, fallecieron durante un ataque de sus tropas. La vivienda donde estaban los ahora fallecidos fue bombardeada desde un helicóptero, después de que los ocupantes de la casa abrieran fuego contra los cuerpos de seguridad y se negaran a entregarse, explicaron.

La Organización de Ulemas dio una versión totalmente distinta. En un comunicado señalan que el ataque aéreo acabó con cuatro civiles. «Las fuerzas estadounidenses mataron a Yusuf Ali, a su hijo, a la esposa del segundo y a un hermano de ella, que fueron asesinados de forma brutal con una bomba que mutiló sus cuerpos».

En Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad, soldados iraquíes mataron a un hombre sospechoso de pertenecer a la resistencia y detuvieron a otros cinco. En esa misma ciudad, dos mujeres murieron al hacer explosión una bomba cerca del barrio de Al Yarmuk. Por su parte, el Ministerio de Defensa anunció que un responsable de la resistencia iraquí y dos de sus lugartenientes fallecieron en un enfrentamiento en Al Tayi, a 30 kilómetros de Bagdad.

En las instancias del poder, el ambiente también es conflictivo. Poco después de que George W. Bush expresara que no quería a Al Jaafari como primer ministro, uno de los principales líderes chiíes, el antiguo Ministro de Estado para Seguridad Nacional, Qassim Dawud, pidió abiertamente a Al Jaafari que retire su candidatura.

Responsables chiíes indicaron desde el anonimato que otros miembros dentro de la alianza chií estarían dispuestos a suceder al actual primer ministro. No obstante, negaron los informes que aseguran que la alianza chií ha pedido a Al Jaafari su renuncia.

Mientras, en Afganistán una misión de reconocimiento del Ejército estadounidense en el distrito oriental de Pech cayó en una emboscada talibán. Tras la explosión de una bomba al paso del convoy, los soldados fueron atacados por un comando talibán.

El Pentágono ofreció un balance de cinco soldados heridos y anunció la detención de un atacante.

Al sur del país, la provincia de Kandahar registró el tercer atentado-suicida en tres días. Un kamikaze hizo explotar su carga al paso de un convoy estadounidense. El mando militar ocupante anunció que no sufrió bajas y reivindicó la muerte de un «sospechoso que huía en una motocicleta».

Un portavoz talibán negó que el hombre abatido fuera un guerrillero. «Podría tratarse de un civil».

Por otro lado, un diputado afgano murió a tiros en la provincia norteña de Takhar. Sayed Sadeq era presidente del Consejo provincial de Takhar, zona relativamente tranquila situada cerca de la frontera con Tayikistán.

Es el primer parlamentario muerto desde las elecciones de octubre.