Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
BEIJING – El libro blanco de defensa nacional de China publicado la semana pasada dejó entrever una creciente confianza de Beijing en la escena mundial mientras muestra un firme compromiso con una mayor modernización militar y con la supresión del «separatismo» en Taiwán, incluso en tiempos de entibiamiento de los vínculos.
El documento, publicado en el día de la toma de posesión del presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó la estrategia de defensa de China de «puramente defensiva,» y ciertamente encontró un tono general cooperativo – pero también subrayó el punto de vista de China de que el mundo se hace «multipolar,» implicando una relativa decadencia del poder estadounidense.
«Un profundo reajuste se desarrolla en el sistema internacional,» dice el documento. [Las principales potencias] siguen compitiendo y manteniéndose unas a otras a raya, y aparecen grupos de nuevos poderes emergentes.»
Los libros blancos de defensa de China han «explicado al mundo la defensa militar y nacional de China y han mostrado la imagen crecientemente abierta y confiada de China,» dijo el portavoz del Ministerio de Defensa Hu Changming en una conferencia de prensa sobre la publicación del libro.
El último libro, como los otros cinco de China desde 1995, emprendió pequeños pasos hacia la mejora de la transparencia militar. El libro describió la organización del ejército, la armada, la fuerza aérea, las tropas paramilitares y la unidad central de misiles nucleares de China.
Pero dejó muchas preguntas sin responder sobre el crecimiento del Ejército Popular de Liberación (EPL) y repitió antiguas cifras para los gastos de defensa que analistas extranjeros han dicho podrían ser subestimadas por un factor de hasta tres. China todavía no ha anunciado un presupuesto defensa para este año, pero en 2008 dijo que los gastos aumentarían en un 17,6% en ese año, a unos 60.000 millones de dólares estadounidenses.
EE.UU. y Japón han presionado a China durante años para que revele más sobre el despliegue de sus capacidades militares, sus ventas de armas al extranjero y los objetivos de su transformación militar. El nuevo libro trató de eludir más presión señalando que los gastos militares de EE.UU. hacen parecer pequeños los de China. EE.UU. sigue siendo de lejos el mayor gastador en defensa del mundo, con un presupuesto de 515.000 millones de dólares para el año fiscal 2009, más decenas de miles de millones de dólares en gastos de emergencia para las guerras en Iraq y Afganistán.
El libro blanco utilizó el lenguaje inquebrantable de libros del pasado para condenar acciones hacia la independencia en la auto-gobernada Taiwán, aunque también dijo que «la situación al otro lado del Estrecho de Taiwán ha tomado un giro significativamente positivo.»
Los vínculos entre China y Taiwán han mejorado drásticamente desde que Ma Ying-jeou del partido Kuomintang, propugnador de lazos económicos con el continente, llegó a ser presidente de la isla en mayo pasado. China y Taiwán han abierto líneas directas por aire y mar y Taiwán obtuvo la semana pasada un vínculo de comunicación con la Organización Mundial de la Salud después de años en los que China bloqueó su ingreso.
Pero el libro siguió calificando los movimientos por la independencia en Taiwán, Tíbet y Xinjiang de amenazas primordiales para la seguridad nacional. «Esos problemas tocan todos los intereses fundamentales de nuestras nacionalidades e intereses nacionales cruciales. En este tema no puede haber ni compromiso ni concesiones,» dijo Hu, el portavoz. Hu evadió la cuestión cuando se le preguntó si China eliminaría parte de sus más de 1.000 misiles apuntados hacia Taiwán.
Beijing ha reivindicado Taiwán como su territorio soberano desde que el Partido Comunista Chino ganó una guerra civil en 1949 y el Kuomintang huyó a la isla. Ha repetido promesas de lograr la reunificación, por la fuerza si fuera necesario.
Por cierto, el libro sugiere que Taiwán sigue siendo el foco central del fortalecimiento militar chino, por lo menos a corto plazo. La «línea directiva militar» de China, dice, «apunta a ganar guerras locales en condiciones de informatización.»
«Las guerras locales,» un término que responsables chinos utilizan frecuentemente, se refiere probablemente a un potencial conflicto por Taiwán, aunque también puede ser aplicado a disputas territoriales con Japón o por las Islas Spratly en el Mar del Sur de China.
«Informatización» es la palabra de moda para la modernización del EPL. Se refiere a temas técnicos como el desarrollo de sistemas de misiles de precisión así como temas logísticos como el entrenamiento de oficiales para que dirijan batallas utilizando nuevos sistemas de comunicación.» Los principales sistemas de armas de batalla están siendo gradualmente informatizados,» dice el libro.
El libro subraya el «desarrollo a saltos progresivos» de la tecnología del EPL, con lo que quiere decir actualizaciones directas de tecnologías obsoletas a avanzadas, sin etapas intermedias.
China ha ciertamente mejorado lo que es conocido como sus capacidades «C4ISR» – comando, control, comunicaciones, ordenadores, inteligencia, vigilancia y reconocimiento – mediante tecnología integradora. El libro dice que una «red integrada de información militar entró en actividad en 2006», y que el EPL está creando «campus digitales» en sus academias militares. Progresos en la industria china de telecomunicaciones también han contribuido a actualizar los sistemas de comunicaciones del EPL.
Las comunicaciones entre unidades y centros de comando también se están beneficiando del sistema satelital global de navegación Beidou de China, el que medios estatales recientemente informaron que, según fuentes de la industria, podría lograr cobertura global total en 2015.
Fan Jianjun del Buró General de Planificación del EPL desechó esa información como rumor durante la reunión informativa sobre el libro blanco, pero si fuera verdad significaría una próxima proyección de fuerza realzada para el EPL. Los satélites Beidou podrían guiar misiles crucero lanzados, por ejemplo, hacia Taiwán desde barcos chinos. Aunque inferior a la bien establecida tecnología del Sistema de Posicionamiento Global de EE.UU., el sistema también aseguraría a China el control sobre su propia red de navegación, crucial en caso de guerra.
China espera «establecer un sólido fundamento» para la informatización de sus fuerzas armadas hasta 2010, para «hacer un importante progreso» hasta 2020, y «alcanzar en general el objetivo» de la informatización a mitad de siglo, dijo el libro.
El libro blanco también informó de una creciente capacidad de proyección de fuerza en el aire. Dice que la Fuerza Aérea del EPL, «tiene ahora capacidades relativamente fuertes de conducir operaciones aéreas defensivas y ofensivas, y ciertas capacidades para ejecutar ataques de precisión de largo alcance y operaciones de proyección estratégica.»
Es un paso adelante desde el libro blanco de defensa de 2006 de China, que sólo dijo que la fuerza aérea «apunta a acelerar su transición» a capacidades ofensivas y a «aumentar sus capacidades» para ataques aéreos y proyección estratégica. Eso, por su parte, fue un paso adelante desde el libro blanco de defensa de 2004 que nunca mencionó la palabra «proyección.»
La implicación final del libro es que el ELP, aunque todavía infradotado y sólo al comienzo de una transformación está cada vez más convencido de su crecimiento y de su capacidad para librar guerras. El libro viene después de insinuaciones del pasado mes por parte del portavoz del Ministerio de Defensa, Huang Xueping, de que China podría planificar la construcción de un portaaviones.
Pero el libro no sugirió grandes cambios en los principales objetivos nacionales de China, incluyendo un énfasis supremo en la protección de su soberanía. Como los libros anteriores, criticó indirectamente el «hegemonismo y la política de poder» de EE.UU. e hizo responsable a Washington por la mejora de las relaciones entre EE.UU. y China.
China suspendió los intercambios militares con EE.UU. en octubre pasado por ventas de armas de EE.UU. a Taiwán por 6.500 millones de dólares.
El portavoz Hu apeló en la reunión informativo a Washington «para que adopte políticas prácticas para terminar los obstáculos al desarrollo de vínculos entre las dos fuerzas armadas [china y estadounidense].»
Bajo Obama, dijo Hu, «Esperamos que China y EE.UU. puedan trabajar juntos para crear condiciones beneficiosas y seguir adelante hacia una mejora a toda prueba y el desarrollo en las relaciones militares.»
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Owen Fletcher es periodista independiente de EE.UU. Para contactos escriba a
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