Bangladesh es uno de los pocos países que lograrán cumplir el cuarto de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, de reducir la mortalidad infantil en dos tercios entre 1990 y 2015, pese a que la pobreza sigue siendo un problema difícil de superar. Eso se debe a los esfuerzos del […]
Bangladesh es uno de los pocos países que lograrán cumplir el cuarto de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, de reducir la mortalidad infantil en dos tercios entre 1990 y 2015, pese a que la pobreza sigue siendo un problema difícil de superar.
Eso se debe a los esfuerzos del gobierno para llegar a los distritos más alejados, que suelen ser pasados por alto u olvidados cuando se trata de servicios de salud, dicen especialistas.
Las otras metas apuntan a reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad materna en tres cuartos en el mismo plazo.
También luchar contra la expansión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el paludismo y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y generar una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
La mortalidad infantil disminuyó 5,3 por ciento al año entre 1993 y 2007, señala un estudio de la organización internacional Save the Children, divulgado en septiembre de 2010.
Este país creó una estrategia «equitativa» para atender a familias pobres y ricas, que combina planificación familiar, empoderamiento de género, fortalecimiento del sistema de salud y campañas de inmunización. «Hay un fuerte mecanismo de control. Cada niño o niña cuenta y registramos todos los nacimientos de la comunidad para disminuir las posibilidades de que quede algún menor sin vacunar», señaló Mohammad Amjad Ali Fakir, jefe de salud del distrito Mymensingh, 145 kilómetros al norte de Dhaka. «Cuando era joven le huía a la vacuna», observó Havia Jatun, mientras mecía a su nieto. «Pero ahora que comprendemos los beneficios, rara vez faltamos», añadió la señora de 60 años.
Bangladesh obtuvo varios logros gracias a su programa ampliado de vacunación que incluye inmunización contra seis enfermedades infantiles: difteria, tos ferina, tétano, tuberculosis, sarampión y poliomielitis. En la última década, Bangladesh apuntaló su programa de vacunación para cumplir el objetivo anual de inmunizar por lo menos a 90 por ciento de los menores de un año.
En 2008, además, las autoridades lanzaron la campaña «Llegar a todos los distritos» con apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Desde entonces hasta ahora, se evitaron 9,6 millones de muertes de menores de un año.
Se estima que el programa de vacunación evita que mueran unos 3,2 millones de menores de 12 meses, al año. Alrededor de 98 por ciento de la población está vacunada, incluida las personas que viven en zonas montañosas.
Los datos registrados en este país en el ámbito nacional son mejores que los de otros países en desarrollo como sus vecinos Sri Lanka, India y Nepal.
Bangladesh no registra ningún caso de poliomielitis desde noviembre de 2006. En 2010, las autoridades lanzaron una gran campaña de vacunación contra el sarampión y 35 millones de niños y niñas recibieron un refuerzo.
Los asistentes en salud han sido actores clave de la campaña «Llegar a todos los distritos», desplazándose hasta las zonas más complicadas. En Mymensingh hay 440 localidades catalogadas como tal. Hay 26.000 asistentes de la salud y una cantidad similar de otros dedicados, concretamente, al bienestar familiar y que se encargan de actualizar los registros comunitarios. También organizan vacunaciones mensuales en las áreas que les fueron asignadas para que no quede nadie descubierto. «Es difícil llegar a tiempo a todos los hogares porque muchas zonas están alejadas», señaló el asistente en salud Mohammad Harunor Rashid.»Hay lugares a los que no se puede llegar ni en moto, que nos dan para trabajar», apuntó. «Durante años fue difícil llegar a las zonas más alejadas sin asistentes en salud y en bienestar familiar», señaló Jahangir Alam, jefe de vacunación y programas de atención médica primaria de Mymensingh.
Se contrataron 13.000 asistentes en salud y para el bienestar familiar para cubrir cargos vacantes en los distritos más desamparados, indicó.
Nota:
Este artículo forma parte de una serie dedicada al impacto de la crisis económica global en niños, niñas y jóvenes, producida por IPS Asia Pacífico con asistencia de UNICEF.