Con un imponente marco de medio millar de delegados y delegadas de la mayoría de los países del mundo que enarbolaban sus banderas y elevaban sus cantos de lucha y de esperanza; y teniendo de fondo una emotiva ceremonia mística, representada por jóvenes, varones y mujeres de todos los continentes, se inuauguró este lunes 14 […]
Con un imponente marco de medio millar de delegados y delegadas de la mayoría de los países del mundo que enarbolaban sus banderas y elevaban sus cantos de lucha y de esperanza; y teniendo de fondo una emotiva ceremonia mística, representada por jóvenes, varones y mujeres de todos los continentes, se inuauguró este lunes 14 la IV Conferencia Internacional de Vía Campesina, en la localidad de Itaicí, en el Estado de Sao Paulo, Brasil y que culmina el sábado 19 del presente mes.
Este cónclave de las más importantes organizaciones campesinas e indígenas del mundo, se reúne nuevamente con el propósito de debatir y definir sus estrategias frente a los nuevos desafíos que el modelo neoliberal impone a la pequeña agricultura campesina y familiar. Por ello, serán tres los ejes centrales de la agenda de la IV Conferencia: la soberanía alimentaria, la defensa de la semilla y la lucha por la reforma agraria.
Justamente, estos temas fueron resaltados en el acto inaugural del evento, en el que hablaron Egidio Brunetto, del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST) y Francisca Rodríguez, dirigente de la Asociación de Mujeres Indígenas y Rurales de Chile (Anamuri).
Luego de dar la bienvenida a todas las delegaciones, el dirigente del MST, reflexionó sobre la importancia de los campesinos para el futuro de la humanidad. «Los seres humanos dependen de los alimentos que son fruto de la tierra, el agua y el oxígeno; y la producción de estos alimentos depende principalmente de los campesinos y campesinas; por ello, si desaparecen los campesinos, también desaparece la humanidad», remarcó Brunetto, al tiempo que destacó la importancia histórica de las mujeres en el descubrimiento de las semillas y del rol que juegan ahora en Vía Campesina.
Asumir la defensa de la soberanía aliementaria, de la semillas y de la reforma agraria constituye un nuevo compromiso histórico y para alcanzarlos hay que estar «altamente unidos, altamente organizados y altamente democráticos; de allí la importancia de esta conferencia, en la que también seguimos defendiendo nuestra identidad cultural, nuestras banderas y nuestros símbolos. Después de tantas señales, en la Vía Campesina entendemos que los campesinos de todo el mundo tenemos los mismos problemas y tenemos que afrontarlos unidos», concluyó Egidio Brunetto.
Francisca Rodríguez, de ANAMURI fue la encargada de inaugurar el evento y en su intervención hizo una reseña de los 12 años de lucha de Vía Campesina por globalizar los valores que defiende: tierra, alimento, dignidad y vida; justamente, los principios que sirven como lema a esta IV Conferencia.
«La tierra ha unificado la lucha de los campesinos y campesinas, de los indígenas; nos ha hecho caminar juntos, reconocernos, revalorarnos y avanzar por una senda de organización y lucha», dijo Francisca Rodríguez; mientras cientos de voces lanzaban a la noche su lema de combate: globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!!!
La dirigenta chilena remarcó luego que si los anteriores eventos habían determinado los ejes de lucha y la necesaria igualdad de derechos de varones y mujeres del campo, esta IV Conferencia tiene como finalidad lanzar al mundo el reto de lograr la soberanía alimentaria; «reto que se sustenta en el espíritu de los campesinos que dispersan por los campos del mundo la semilla para producir los alimentos».
Francisca Rodríguez, destacó también los aportes de las asambleas de las mujeres y jóvenes campesinos que se realizaron en Sao Paulo, los días 12 y 13 de junio, en las que reafirmaron su compromiso de fortalecer sus organizaciones para bregar por la igualdad en el campo, luchar por la soberanía alimentaria y por hacer realidad la reforma agraria.
LA MISTICA QUE MUEVE LOS MOVIMIENTOS DEL MUNDO
La IV Conferencia Internacional de Vía Campesina tuvo en su noche de apertura un momento emotivo y místico. Con un carácter universal, los campesinos y campesinas mostraron en coros, música y gestos la riqueza de la cultura campesina de casi un centenar de países que están participando en esta Conferencia.
La mística en las actividades de movilización de Vía Campesina es una presencia constante y quiere alimentar la utopía de que un mundo distinto es posible para la organización popular. Retrata las situaciones de opresión vividas por los campesinos y campesinas y los levantamientos que los mismos hacen como resistencia frente a este sistema. Lo interesante es que las místicas hacen una mezcla perfecta entre los centros de las discusiones políticas que acontecen en las organizaciones y el ambiente místico y festivo que se crea en estos momentos, donde la emoción se torna más importante que la racionalidad y enciende la esperanza y la posibilidad del cambio en el mundo.
La noche de apertura de la Conferencia, la mística de la tierra, característica propia de los campesinos y campesinas, envolvió a los participantes que aguardaban con ansiedad el momento. Para empezar, la mística retrató las situaciones de guerra, de violencia y de poca importancia que el ser humano recibe en este mundo, donde la lógica de mercado se impone. En seguida hubo una demostración que la unión entre los pobres del campo abre la posibilidad de reconstruir este mundo en una perspectiva de justicia social.
Un momento de mucha emoción fue cuando las niños y niñas que representan la esperanza de cambio, entraron en el escenario portando panes, y de ellos sacaron dos banderas de la Vía Campesina; y luego compartieron los panes con todos los participantes, simbolizando la solidaridad. En el acto también se exhibió un video que retrataba la expresión sufrido por los campesinos, las movilizaciones y las alternativas que proponen los movimientos sociales del mundo.
La mística de apertura de la actividad más importante de la Vía Campesina, la Conferencia Internacional, demostró que estos espacios son fundamentales para el fortalecimiento de la esperanza, pues mueven y sensibilizan el espíritu de cambio y la utopía de las personas que dirigen e integran las organizaciones sociales del campo y de la lucha social campesina.
Y en medio de los acordes mágicos de «Imagine» y de un sentido homenaje al nacimiento de Ernesto Che Guevara, de cantos y combativos lemas por la vida, se puso en marcha esta IV Conferencia en momentos de grandes desafíos históricos no sólo para el futuro de los campesinos sino también de la humanidad.
Itaici, SP, 15 de junio del 2004