Arrancó en las calles capitalinas con una nutrida movilización ciudadana el martes 24 de marzo y concluyó el último sábado con otra manifestación. Esta vez en solidaridad con Palestina, menos concurrida que la del inicio y significativamente menos nutrida que la de clausura del Foro Social Mundial (FSM) 2013. Con ausencia casi total de grandes […]
Arrancó en las calles capitalinas con una nutrida movilización ciudadana el martes 24 de marzo y concluyó el último sábado con otra manifestación. Esta vez en solidaridad con Palestina, menos concurrida que la del inicio y significativamente menos nutrida que la de clausura del Foro Social Mundial (FSM) 2013.
Con ausencia casi total de grandes actores de los dos foros tunecinos: la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), los Diplomados Desempleados e incluso las Mujeres Democráticas. Y con menos presencia de organizaciones internacionales de primer nivel como Vía Campesina. La presencia activa de la Marcha Mundial de Mujeres y de la red del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), junto con algunos militantes de un puñado de sindicatos europeos fue la excepción.
La complejizada coyuntura política desde los hechos del Museo Bardo el 18 de marzo, aportan una clave de explicación. El país no termina de sacudirse del «shock» y las prioridades de movilización miran hacia adentro. Este domingo, miles de ciudadanos -incluida la UGTT- salieron a la calle convocados por del gobierno y por los principales partidos políticos tunecinos junto con varias decenas de invitados internacionales especiales para reforzar la débil unidad nacional bajo las banderas de la lucha condena al terrorismo.
Convergencia en la acción
Hasta un par de horas antes de la manifestación de clausura, el FSM protagonizó en la Universidad El Manar, lo que es su esencia: el debate, el intercambio y el consenso sobre una agenda común para las principales movilizaciones de la sociedad civil internacional.
Desde el jueves a la tarde, una treintena de Asambleas de Convergencia temáticas, buscaron sistematizar conclusiones. La del Clima, de cara a la Cumbre de París de las Naciones Unidas de diciembre próximo, agendó acciones y movilizaciones que se realizarán en los diversos continentes durante todo el año para concluir en la capital francesa en una especie de contra cumbre de los pueblos que incluirá acciones pacíficas de desobediencia ciudadana.
La del Agua y la Tierra, elaboró una Declaración detallada que reitera que «al agua, la tierra y las semillas son bienes públicos y no mercancías», dándole continuidad a un proceso de reflexión que nació en el FSM de Dakar en 2011.
La propuesta de la asamblea de los Medios Libres, insiste en reforzar la información y la comunicación al servicio de los movimientos sociales.
En tanto, el Foro Parlamentario Mundial que se reunió el jueves 26 en la misma universidad y que funcionó como un espacio de convergencia de legisladores progresistas, emitió cinco mociones sobre temas de actualidad: la construcción de la paz; la migración; la deuda injusta; las multinacionales así como el ingreso mínimo ciudadano.
El futuro del FSM
Volvió a aparecer como tema transversal durante todo el FSM. Y centraliza la agenda del Consejo Internacional del foro en su reunión evaluativa de ayer domingo y hoy lunes. El futuro del FSM animó numerosos espacios de reflexión en Túnez y fue el tema central una de las asambleas de síntesis del sábado a la mañana, convocando a una buena centena de participantes.
Lo que está en juego no es solo el lugar de realización del próximo Foro Social Mundial. Sino también el momento de su realización; la metodología de funcionamiento; la presencia y visibilidad del mismo en el plano mediático internacional e incluso, el rol del actual Consejo Internacional que actúa como «instancia facilitadora» . En síntesis, todo el foro se abre al debate.
«El FSM es una nueva invención política. Expresa otra forma de concebir y hacer la política…Tiene apenas 15 años de existencia y los cambios exigen tiempo», sintetizó el dirigente brasileño Chico Whitaker, uno de los co-fundadores y persona de referencia de este espacio altermundialista.
Whitaker no ahorró críticas, que dada su participación en esa instancia tienen el sentido de autocrítica: «el Consejo Internacional está totalmente perdido en cuanto a propuestas. Ya hace algún tiempo propusimos la eutanasia de este elefante blanco y buscar una nueva fórmula. Por ahora no lo logramos. Hubo gente que asumiendo la vieja forma de hacer política se integró a esta instancia creyendo que ahí había una cuota de poder a disputar. Pero no es así. El FSM no tiene una dirección. Debemos recrear métodos innovadores de coordinación y facilitación».
El premio nobel alternativo 2006 reiteró dos propuestas para los próximos meses: volver a realizar el FSM en paralelo al Foro Económico de Davos, «para recuperar la visibilidad perdida. Para volver a existir internacionalmente». Y convocar a un seminario de reflexión en 2016 en Porto Alegre, Brasil, «para conmemorar los 15 años de la existencia del Foro, demostrando que el proceso sigue y para reflexionar a fondo sobre su futuro. Retomando todas las nuevas ideas que circulan».
Propuesta que, en la práctica, contradice la iniciativa impulsada por organizaciones canadienses de realizar la próxima edición a mediados de 2016 en Montreal. «Hoy no existe más un Norte y un Sur. Debemos globalizar las luchas. Canadá y sus movimientos sociales necesitan ser reforzados» subraya Rafael Canet, joven promotor del Colectivo de Comités pro FSM en Montreal en 2016. «Debemos superar el concepto tradicional de Norte-Sur. Hay movilizaciones y resistencias por igual en los dos hemisferios. Necesitamos innovación y energía para dinamizar este proceso. Buscar nuevas formas de relacionar el arte, la creatividad y el compromiso político. Integrando metodologías más abiertas para empujar hacia adelante al FSM», subrayó.
El FSM abre puertas nuevas y cierras viejas ventanas conceptuales. No hay fórmulas ni recetas a la vista. Pero el cuestionamiento interno aparece como sinónimo de vitalidad. Concluyendo esta segunda edición tunecina. La más compleja de los diez foros centralizados realizados hasta ahora en los últimos tres lustros. Por interrogantes internos; por problemas logísticos de los organizadores locales -mayores que dos años atrás- y por la realidad política de Túnez. Nunca antes una edición del FSM estuvo tan amenazada como la actual.
Asamblea de los Movimientos Sociales
La Carta de Porto Alegre desestima que el Foro Social Mundial publique una declaración final aunque no impide que actores importantes divulguen sus propios pronunciamientos. Desde la primera edición, la Asamblea de los Movimientos Sociales ha elaborado su propia declaración. Dinámica repetida una vez más en Túnez 2015. Los puntos centrales expresan la continuidad de la lucha contra las trasnacionales y el sistema financiero, convocando para el próximo 18 de abril a una jornada de acción internacional contra los tratados de libre comercio. El compromiso por la justicia climática y la soberanía alimentaria, estableciendo el 2015 como año de la movilización por la justicia climática culminando con una gran movilización ciudadana en diciembre en París, Francia, al margen de la COP21. Además denuncia la violencia contra las mujeres, llamando a apoyar la 4ta Marcha Mundial de Mujeres que comenzó el 8 de marzo y concluirá en octubre del 2015. La Declaración expresa su compromiso por la paz, contra la guerra, el colonialismo, la ocupación y militarización de los territorios, exigiendo la reparación de los pueblos víctimas del colonialismo. Se pronuncia por la democratización de los medios de comunicación y la construcción de medios alternativos. Así como convoca a multiplicar la resistencia y la solidaridad. Llamando a una semana de acciones mundiales contra el sistema entre el 17 y el 25 de octubre próximos.
Sergio Ferrari, colaboración E-CHANGER/COMUNDO
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