Intervención del autor en la apertura del II Encuentro Europeo de la Economía de los Trabajadores, Tesalónica (Grecia) el 28 de octubre de 2016
El último fin de semana de octubre se realizó en Tesalónica, al norte de Grecia, el Segundo Encuentro Euro-mediterráneo «La economía de los trabajadores y las trabajadoras» en la fábrica recuperada Viome con la presencia de más de 500 participantes de Grecia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Serbia, Turquía, Italia, Francia, España, Reino Unido, Euskadi, Catalunya, Polonia, Rusia y Alemania.
No faltó la presencia latinoamericana con el mencionado Andrés Ruggeri del Programa Facultad Abierta de la Facultad de FF y LL, uno de los organizadores, Hugo Cabrera de la gráfica recuperada «Campichuelo», Juan Melchor Román de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de México, Aaron Tauss (Colombia), Silvia Espósito de Argentina (Escuela de Psicología Social «Enrique Pichon Riviere») y quien esto escribe, Mario Hernandez. Tal vez el punto más alto se presentó en el Panel central del sábado: «El lugar de la autogestión como parte de un proyecto coherente para el cambio social» con la participación por teleconferencia desde Rojava (Kurdistán) de la representante de la Comisión de Economía de Mujeres quien se refirió al papel de las mujeres en autonomía democrática y economía comunitaria.
Con esta primera entrega comenzamos una serie del material recogido en lengua castellana.
«Antes que nada quiero agradecer especialmente a los trabajadores de Viome, a todo el grupo de compañerxs del Comité europeo que se han puesto al hombro la organización de este encuentro. A Theo (Karyotis) que sé que ha trabajado muchísimo, porque este es un encuentro totalmente autogestionado desde su origen, que fue en Argentina hace casi diez años.
A fines de 2006 empezamos con la idea de generar un encuentro como éste y organizamos el Primer Encuentro internacional de economía de los trabajadores en Buenos Aires en 2007, le pusimos 1° por un exceso de optimismo porque no teníamos ninguna seguridad de que fuera a darse un segundo. Ahora estamos en el segundo, pero regional europeo, antes hubo 5 internacionales, 3 primeros regionales en Sudamérica, en América del Norte y Central y ahora vamos por la segunda tanda de encuentros regionales.
Llegué la semana pasada de Uruguay, donde hicimos el Segundo encuentro sudamericano. Hubo una concurrencia similar a ésta, de 400 a 500 trabajadorxs de empresas recuperadas, cooperativas, sindicatos, de distinto tipo de organizaciones políticas, de investigación, académicas, etc. Hubo gente de Argentina, Colombia, Venezuela, Chile, Brasil. Estoy muy contento de estar en esta fábrica, que es emblemática y simbólica para Grecia. Creo que entre Argentina y Grecia, aunque seamos países tan diferentes, tenemos muchas cosas en común, una historia del siglo XXI similar, de mucha lucha, compartimos también la desgracia de tener gobiernos neoliberales, pero también la alegría de recuperar fábricas y empezar este camino tan complejo que es la autogestión.
En cuanto a la historia de estos encuentros, los dos primeros se hicieron en Argentina y empezamos a hacerlos cada 2 años, el 3º fue en México, por primera vez salió de nuestro país, el 4º fue en Brasil y es allí donde se toma la decisión en el plenario final de convocar encuentros regionales, porque la discusión a nivel de varios continentes con países y culturas tan diferentes es muy rica y muy interesante, pero creemos que también hace falta un espacio como éste donde trabajadores y compañerxs de la misma región, que tienen los mismos problemas y circunstancias comunes, necesitan un debate más específico. A partir de ahí comenzaron los encuentros regionales, el primer encuentro europeo fue en Fralib, en Francia, una fábrica cerca de Marsella. Se organizó en muy poco tiempo, la Asociación por la autogestión de Francia tuvo un papel muy importante así como los trabajadores de Fralib. Allí nos conocimos con gran parte de esta red. El 5º Encuentro internacional fue en Venezuela el año pasado, en julio 2015, fue muy difícil su organización por las circunstancias políticas, sociales y económicas que está atravesando Venezuela, pero fue muy rico también. Ahora estamos preparando el 6º Encuentro internacional, que va a ser en Argentina. Sabemos que es difícil llegar por costos y tiempos, pero los esperamos a todos en nuestro país. Porque fue ahí donde surgió este Encuentro, se cumplen 10 años de los Encuentros de economía de los trabajadores y queremos hacerlo nuevamente en Argentina que se encuentra en una situación diferente a cuando hicimos el primero.
Cuando hicimos el primer Encuentro el movimiento de fábricas recuperadas estaba en un período de consolidación, había alrededor de 200 empresas recuperadas en Argentina, hoy tenemos aproximadamente 370 pero bajo ataque. Desde que tenemos el gobierno neoliberal y conservador de Mauricio Macri desde hace unos meses estamos en un contexto no muy diferente al del resto de los países del mundo, donde hay un gobierno agresivo contra el pueblo y especialmente contra la autogestión.
A mi derecha hay un cartel de Viome de solidaridad con el Hotel BAUEN, que es una empresa recuperada de Buenos Aires, un hotel muy grande que se recuperó en el año 2003 y en este momento está nuevamente bajo amenaza de desalojo. Es una posibilidad muy seria y muy cierta porque el gobierno macrista no es complaciente con los trabajadores de la autogestión. Así que una de las cosas que vamos a pedir que se exprese en este II Encuentro euro-mediterráneo es la solidaridad de todos ustedes con la lucha de los trabajadores de las empresas recuperadas de la Argentina y especialmente con el Hotel BAUEN. Ellos lo van a recibir con mucha alegría porque están pasando por un momento en el que lo necesitan.
Acá no hay una división del trabajo entre los que piensan y los que hacen, hay que cerrar esa brecha y eso también es uno de los objetivos en este encuentro.
En cuanto a qué se expresa en este encuentro, creo que es importante puntualizar que si le pusimos de nombre «Economía de lxs trabajadorxs» es porque pensamos que hace falta una unidad de las distintas experiencias de la clase trabajadora a nivel mundial en relación a la economía y a qué proyecto de economía y sociedad es necesario construir. No le pusimos encuentro internacional de la autogestión, o de las empresas recuperadas o de las cooperativas, el eje de la autogestión es el principal de este encuentro porque pensamos la autogestión como una alternativa, una posibilidad de construir una economía de los trabajadores, una economía más justa, que se pueda proponer como alternativa al sistema capitalista.
Al mismo tiempo, sabemos que las experiencias de autogestión, especialmente en América Latina, pero también aquí en el ámbito europeo y en todo el mundo, en este momento no solo es una experiencia de alternativa sino principalmente de resistencia. De resistencia a la precarización, a la informalidad, a la expulsión permanente de los trabajadores del sistema asalariado, de la precarización y la fragmentación permanente de las formas del trabajo que va provocando el capitalismo en su etapa actual, globalizada y neoliberal. Entonces, desde ese punto de vista, y esta es la experiencia particular de Argentina, Uruguay, Brasil, México, Venezuela y también de Grecia y otros países, la autogestión aparece como una forma de resistir a esa exclusión, a esa precarización, a esa tercerización permanente del trabajo, pero al mismo tiempo es una resistencia que no quiere reproducir lo mismo de antes, sino crear algo diferente. En ese punto de tránsito del trabajo formal al informal es donde encontramos esta alternativa.
Entonces, la autogestión no es solamente una alternativa sino que la proliferación de la autogestión fortalece a los trabajadores que siguen bajo relación de dependencia, porque aparece una alternativa al desempleo, algo que se puede hacer si los patrones nos cierran las fábricas y las empresas. Aparece como una alternativa más humana, más solidaria. Y también fortalece a los trabajadores desocupados que pueden ver en experiencias como Viome, como Campichuelo, como el Hotel Bauen, como Fralib, una salida.
Por eso este es el encuentro de los trabajadores, y no solamente de las empresas recuperadas, mucho menos el encuentro de los que investigamos a las empresas recuperadas. Es un espacio de articulación y pensamiento, así queremos que sea, no necesariamente lo es porque es algo que se construye y no es fácil. Un espacio de articulación entre lxs trabajadorxs que protagonizan estas experiencias, quienes investigamos, apoyamos y somos solidarios, donde podamos discutir de igual a igual. Creo que este es otro principio importante. No es un lugar donde los trabajadores le cuentan a los intelectuales lo que hacen, ni un espacio donde los intelectuales teorizan sobre lo que los trabajadores hacen, es un lugar de discusión común, porque los intelectuales también somos trabajadores, aunque muchas veces no nos concebimos como tales, pero hay que tomar esa identidad, la identidad del trabajo tanto intelectual como el militante, somos trabajadores, tenemos que incluirnos dentro de esta clase. Al mismo tiempo, los trabajadores tienen muchos intelectuales, que un trabajador de una fábrica recuperada pueda contar su experiencia, la pueda analizar, muchas veces lo va a hacer mejor que un investigador, y es necesario que tomen ese papel. Acá no hay una división del trabajo entre los que piensan y los que hacen, hay que cerrar esa brecha y eso también es uno de los objetivos en este encuentro.
Es una cuestión fundamental de este encuentro, poder tener una discusión internacional en igualdad de condiciones.
Por último, creo que este también es un espacio donde pensar y debatir la formulación de un nuevo proyecto de sociedad, de un nuevo proyecto de economía, de cultura, que supere al capitalismo pero que nos dé herramientas para combatirlo desde nuestros lugares de trabajo, de pensamiento. Eso es algo que se hace a largo plazo, no es algo que vamos a lograr en estos 3 días y tampoco lo hemos conseguido en los encuentros anteriores, pero es un objetivo a construir, por eso yo entiendo al Encuentro de la economía de los trabajadores como un proceso, como algo que empezamos humildemente desde un pequeño programa de la Universidad de Buenas Aires y algunas fábricas recuperadas hace 10 años en Argentina, pero que tiene que continuar.
Todavía nos falta que haya un encuentro asiático y otro africano. Nos falta que desde Europa se deje de tener una visión colonial de lo que pasa en el resto del mundo. No creo que acá se tenga, porque justamente acá están no solamente el anticapitalismo y los valores de la autogestión, sino también el anticolonialismo. Pero tenemos que ser coherentes con eso, tenemos que poder integrar lo que se discute aquí, el papel importante que tiene para nosotros que en Europa también se genere un foco de resistencia, que se vayan generando experiencias de autogestión que nos fortalezcan a nosotros, así como las nuestras los fortalecen a ustedes.
Creo que esta es una cuestión fundamental de este encuentro, poder tener una discusión internacional en igualdad de condiciones. Donde podamos tener un diálogo directo sobre nuestras experiencias y prácticas.
No tenemos un encuentro africano pero han participado trabajadores de África en los encuentros internacionales, especialmente de Sudáfrica. Nos falta tener un pie más fuerte ahí y Europa es un nudo importante porque la gran mayoría de la migración africana y de Medio Oriente llega aquí y es precarizada y esclavizada en este continente y hay que trabajar mucho sobre esa situación. Por eso es muy importante que este encuentro sea Euro-mediterráneo y no solamente europeo, es estratégico en esta construcción mundial que estamos intentando llevar adelante. Este no es el único espacio donde se discute esto, es uno más de todos los que hay, pero creo que es el único que específicamente debate el tema de la autogestión y donde coexistimos y convivimos los que desarrollamos las experiencias en la práctica, los que las apoyamos, los que las pensamos desde otro campo.
Como cierre de esta presentación, quiero contarles lo que se discutió la semana pasada en Uruguay. Hubo un debate muy interesante porque América Latina está nuevamente bajo una ofensiva neoliberal que dio ya 3 golpes de Estado encubiertos, en Honduras, Paraguay y hace muy poco en Brasil. En Brasil se da una situación muy delicada y peligrosa para los trabajadores, para la izquierda y la autogestión. Hay un régimen que se va volcando muy rápidamente hacia un fascismo de baja intensidad. En Argentina tenemos un gobierno sumamente agresivo que está tratando de revertir las conquistas que empezaron en 2001 con la crisis y nuestra rebelión popular. Esta gente está tratando de revertirlo y tiene la concentración del poder mediático, político, judicial y todos esos cañones están puestos sobre experiencias como el Bauen, la Litoraleña, etc. Tenemos presos políticos como Milagro Sala que es una dirigente mujer, india y pobre de la provincia de Jujuy y está presa bajo acusaciones mentirosas desde el comienzo del gobierno de Macri. Hubo en 9 meses cerca de 300.000 despidos, muchísimas suspensiones, cierres de fábricas, recuperar fábricas nuevas está siendo muy difícil porque hay mucha represión.
Entonces, en este contexto volvimos a discutir muchas cuestiones, la autogestión no es un proceso fácil, recuperar fábricas no es para nada fácil, es muy complicado generar una nueva economía en las condiciones del neoliberalismo y la regresión conservadora, pero son las condiciones que tenemos y en esas condiciones tenemos que seguir trabajando y resistiendo.
Esa fue en muy grandes líneas la discusión que tuvimos en Uruguay. Seguramente va a haber la semana que viene en México una discusión muy interesante. Lo que me interesa es transmitirles que este es un movimiento que llega mucho más allá que lo que se va a discutir aquí, casi simultáneamente tenemos un encuentro en Sudamérica, otro en América del Norte y Central y aquí en Grecia y el año que viene todos estos encuentros tienen que confluir en el 6º Encuentro internacional de la economía de lxs trabajadorxs en Argentina.
Espero que sean 3 días de fructíferos debates y que no solamente nos llevemos a nuestros países y organizaciones el debate y el conocimiento de las experiencias, sino que en lo posible podamos coordinarnos más, que se consolide una red que no solamente genere encuentros anuales, sino que empiece a organizar la transmisión de la información, de las discusiones y la coordinación de la solidaridad, la lucha y una coordinación económica donde se puedan intercambiar productos, donde podamos hacer circular lo que producen nuestras empresas recuperadas y cooperativas. En Europa quizás sea más fácil por la cercanía, es mucho más difícil en América Latina que en Europa u otros continentes, pero también se puede hacer.
El neoliberalismo hace también que la mercadería circule fácilmente y las personas no, a las personas nos cuesta más, sobre todo los que no somos ni europeos ni de los países centrales nos cuesta circular por el mundo, por eso también es importante que los lugares de los encuentros sean pensados desde esa clave, que los trabajadores puedan asistir. Por ejemplo, no puede haber un encuentro en EE. UU. porque ningún trabajador mexicano o centroamericano va a poder asistir.
Pero así como nos cuesta que circulen las personas, podemos hacer que circule nuestra producción y nuestras ideas y creo que eso es algo que tenemos que llevar adelante en este encuentro».
Edición: Mario Hernandez
Desgravación: Ana Laura Xiques
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