Decenas de miles de personas se han manifestado en todo el país contra el Gobierno y la elite clerical iraní, lo que ha provocado advertencias por parte de las autoridades de una dura represión
Se han proferido consignas contra el líder supremo de la Revolución, Alí Jamenei: «abajo el dictador» o «Jamenei, avergüénzate, deja al país solo», son algunas de los lemas de las marchas. Al menos veinte personas murieron durante las protestas que se han registrado desde este domingo en distintas ciudades de Irán. La televisión estatal ha informado este martes de la defunción de diecinueve civiles y un agente de Policía, que murió durante la jornada del lunes.
Durante la jornada del lunes murió un policía por disparos durante una manifestación en la localidad de Nayafabad, según ha confirmado un portavoz de la seguridad estatal.
Hasta este martes solo se tenía constancia de diez muertos además del agente: dos el sábado en Dorud, dos el domingo en Izeh y seis asaltantes de una comisaría de la ciudad de Qahderijan, en la provincia de Isfahán, el lunes.
Son consideradas ya las peores protestas en Irán desde las registradas tras las elecciones presidenciales de 2009 que dieron un segundo mandato al entonces presidente Mahmud Ahmadineyad. En cuanto a las dos víctimas del sábado, el Gobierno había acusado a «agentes extranjeros» de estar detrás de ellas, mientras que en lo que se refiere a las otras dos no está claro quien realizó los disparos. «No sé si los disparos de ayer fueron realizados por participantes en la marcha o por la Policía y esta cuestión está siendo investigada», ha indicado a la agencia ILNA el diputado local Hedayatolá Jademi.
Más de 400 detenidos solo en Teherán
La Policía iraní ha detenido a unos 450 manifestantes en Teherán, la capital, desde el sábado, según ha informado este martes su vicegobernador, a medida que la represión policial contra las protestas que arrancaron el jueves pasado contra el Gobierno parece haberse intensificado.
Mensajes publicados en las redes sociales llamaron a los iraníes a marchar este lunes en Teherán y otros 50 núcleos urbanos, muchos de los cuales han venido registrando protestas en los últimos cuatro días, desde que estas comenzaron en Mashhad, la segunda ciudad del país. Inicialmente, los manifestantes se quejaban de la subida de los precios pero las protestas han degenerado en reivindicaciones políticas.
Jamenei atribuye las protestas a los «enemigos de Irán»
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha atribuido a la actuación de los «enemigos de Irán» la ola de protestas antigubernamentales que se han registrado desde el jueves pasado en distintas ciudades del país.
«En los últimos días, los enemigos de Irán se han aliado y usado los varios medios que poseen, incluido dinero, armas, política y servicios de Inteligencia, para generar problemas en la República Islámica», ha denunciado Jamenei en su primera reacción a los últimos acontecimientos en el país.
Mensaje de Rohani
El presidente iraní, Hasan Rohani, hizo un llamamiento este domingo a la calma. Según dijo, los iraníes tienen derecho a criticar a las autoridades pero advirtió de que los disturbios serán reprimidos. «El Gobierno no mostrará tolerancia hacia aquellos que provoquen daños en propiedades públicas, violen el orden público y creen disturbios en la sociedad», advirtió Rohani en un discurso televisado.
Decenas de miles de personas se han manifestado en todo el país contra el Gobierno y la elite clerical iraní, lo que ha provocado advertencias por parte de las autoridades de una dura represión. Hasta ahora, las fuerzas de seguridad han mostrado contención, con la esperanza de evitar una escalada de la crisis provocada inicialmente por la mala situación económica del país y la corrupción. Sin embargo, la ira pronto se volvió contra el clero en el poder desde la Revolución de 1979.
De hecho, se han proferido consignas contra el líder supremo de la Revolución, Alí Jamenei. Así, en algunas de las protestas se ha gritado «abajo el dictador» o «Jamenei, avergüénzate, deja al país solo». Durante la jornada del domingo, hubo protestas en Teherán, donde la Policía empleó cañones de agua para dispersar a los manifestantes en el centro de la capital, así como en Shahib Shahr (centro), donde se produjeron disturbios y los manifestantes prendieron fuego a un vehículo policial. Los iraníes también se manifestaron en Sanandaj y Kermanshá, en el oeste; en Chabahar, en el sureste, y en Ilam e Izeh, en el suroeste.
Para tratar de contener la situación, el Gobierno iraní ha anunciado que se restringirán temporalmente el acceso a Telegram e Instagram, propiedad de Facebook, mientras que hay algunas informaciones que apuntan a que el acceso móvil a Internet está siendo bloqueado en algunas zonas.
Reacción internacional
Precisamente, este bloqueo de las redes sociales ha sido criticado por el presidente estadounidense, Donald Trump, este domingo. «Irán, el Estado número uno en patrocinar el terrorismo donde se producen cada hora numerosas violaciones de los Derechos Humanos, ha cerrado ahora Internet para que los manifestantes pacíficos no puedan comunicarse. ¡Eso no es bueno!», ha defendido Trump en un mensaje en Twitter.
Por su parte, defendió en un comunicado posterior que las «voces (de los iraníes) merecen ser escuchadas». «Animamos a todas las partes a proteger este derecho fundamental a la expresión pacífica y a evitar cualquier acción que contribuya a la censura», sostuvo. El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, también se ha pronunciado vía Twitter, asegurando que «sigue los acontecimientos en Irán con preocupación». «Es vital que los ciudadanos tengan el derecho de manifestarse pacíficamente», defendió este domingo.
Tanto Rohani como los miembros de su Gobierno han respondido a las declaraciones de Trump. El presidente defendió en su mensaje del domingo que «el tipo que está totalmente en contra de Irán no tiene derecho a simpatizar con los iraníes». En este sentido, subrayó que el presidente estadounidense «ha olvidado que llamó terroristas a los iraníes hace unos meses». Por su parte, el ministro de Defensa, general de brigada Amir Hatami, ha denunciado que los «enemigos» de Irán están llevando a cabo un nuevo intento de generar inseguridad en el país provocando disturbios y protestas políticas. «La arrogancia mundial (Estados Unidos) y los enemigos de nuestro país están pensando modos de hacer de Irán un país inseguro e inestable», ha denunciado, según la agencia de noticias Fars.
Por su parte, el número dos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, general de brigada Masud Jazayeri, ha considerado que «el apoyo a los alborotadores en Irán por el oficial de más alto rango de Estados Unidos (Trump) junto con algunos medios imperialistas muestra que hay un nuevo complot para una nueva intriga en Irán». Jazayeri, según la agencia Fars, ha criticado específicamente a la cadena británica BBC.
Según el vicegobernador de Teherán, Alí Asghar Naserbakht, 200 manifestantes fueron detenidos solo el sábado, según la agencia ILNA. El fiscal de la capital, Abbas Jafari Dolatabadi, ha indicado que algunos de ellos han confesado que «se dejaron llevar por las emociones y prendieron fuego a mezquitas y edificios públicos», precisando que se enfrentarán a un duro castigo. La Policía y los Guardianes de la Revolución han aplastado en el pasado con violencia las manifestaciones, si bien en esta ocasión lo que está sucediendo podría provocar mayor preocupación entre las autoridades, puesto que se trata de protestas espontáneas y que carecen de un líder claro.
En una aparente respuesta a las propuestas, el Gobierno ha dado marcha atrás en sus planes de subir los precios de los combustibles, ha prometido incrementar las entregas de dinero a los pobres y crear más empleos en los próximos años. El paro juvenil alcanzó el 28,8 por ciento en 2017.
«Predecimos que se crearán al menos 830.000 empleos en el nuevo año», dijo el sábado el portavoz gubernamental, Mohamad Baqer Nobajt, en la televisión estatal, sin ofrecer más detalles.