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Crece la tensión regional tras atentado a desfile militar

La guerra subterránea entre EEUU-Riad y Rusia-Irán

Fuentes: Agencias

Más allá de las reivindicaciones cruzadas que se produjeron hoy tras el ataque en el desfile militar en el suroeste de Irán, el gobierno de Teherán no duda que detrás de lo sucedido se encuentran los «enemigos» extranjeros, es decir, Estados Unidos y sus aliados regionales. Para Irán, según afirmó hoy el ministro de Relaciones […]

Más allá de las reivindicaciones cruzadas que se produjeron hoy tras el ataque en el desfile militar en el suroeste de Irán, el gobierno de Teherán no duda que detrás de lo sucedido se encuentran los «enemigos» extranjeros, es decir, Estados Unidos y sus aliados regionales. Para Irán, según afirmó hoy el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, los responsables son «los patrocinadores regionales del terror y sus amos estadounidenses».

Además de los norteamericanos, por lo tanto, el tiro por elevación llegó a Arabia Saudita, un gran rival de Irán en diversos escenarios de crisis en Medio Oriente, desde Siria a Irak y Yemen. También las acusaciones se dirigieron a Israel y al Reino Unido. Según los Pasdaran, el grupo separatista al-Ahvaziya, una de las dos organizaciones que reivindicó el ataque, «fue financiado por Londres», además de Riad.

La región de Juzestán, de la cual Ahvaz es capital, está ubicada en la frontera con Irak y poblada por una fuerte minoría árabe. Se trata, además, del corazón de la industria petrolera iraní. Eso, junto con las tensiones étnicas, fue uno de los factores que han contribuido a los levantamientos que sacudieron cíclicamente ese territorio.

Decenas de muertos dejaron una serie de ataques a mediados de la década de 2000, y también entonces Teherán denunció presuntas conspiraciones extranjeras.

Pero el ataque de hoy se produce tras años de crecientes tensiones entre las dos partes enfrentadas en conflictos regionales: por un lado, Irán y Rusia; por otro, Estados Unidos y Arabia Saudita. Con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, Riad vio cómo se reforzaba la tradicional alianza con Washington tras el período de frialdad por el que pasó el vínculo bilateral durante la administración de Barack Obama.

El frente entre Washington y Riad, respaldado por Israel, tiene entre sus objetivos declarados el de obligar a los Pasdaran iraníes a retirarse de Siria e Irak, donde se han arraigado durante los conflictos que han afectado a esos países.

También quieren poner fin al colaboración con los rebeldes Houthi en Yemen y con el movimiento Hezbolá en Líbano.

Cuando Trump anunció, en mayo pasado, el retiro estadounidense del acuerdo nuclear iraní firmado en 2015, citó esa presencia militar como una de las principales razones de su decisión, junto con el programa de misiles de Teherán.

Para Irán, por lo tanto, no hay duda de que detrás del ataque de hoy existe un guerra subterránea.

En ese sentido, Zarif advirtió que su país responderá rápidamente y de modo decidido «en defensa de las vidas iraníes». La masacre de hoy ocurrió en el 38 aniversario del ataque a Irán por la Irak de Saddam Hussein, que en 1980 desencadenó una guerra destinada a durar ocho años durante la cual las tropas de Bagdad tuvieron el apoyo de Estados Unidos, Arabia Saudita y de otros países árabes del Golfo.