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El sociólogo Alain Touraine califica al subcomandante de «antiguerrillero» que vincula el movimiento comunitario, campesino e indígena con la democratización

Fuentes: La Jornada

Para el sociólogo Alain Touraine, el ex presidente de Chile, Salvador Allende; el subcomandante Marcos, y el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, han sido las tres personas que, en un continente marcado por la violencia, plantearon que, ante las necesidades existentes y para lograr la transformación de la sociedad, «es necesario utilizar […]

Para el sociólogo Alain Touraine, el ex presidente de Chile, Salvador Allende; el subcomandante Marcos, y el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, han sido las tres personas que, en un continente marcado por la violencia, plantearon que, ante las necesidades existentes y para lograr la transformación de la sociedad, «es necesario utilizar métodos democráticos».

Acerca del dirigente zapatista, aseveró que su importancia histórica reside en que se trata de un «antiguerrillero» que logró vincular un movimiento comunitario, campesino e indígena con la democratización de México.

Marcos, afirmó el intelectual francés, cuyo pensamiento influyó de manera determinante en las ciencias sociales de Europa, Estados Unidos y América Latina, es «un demócrata» que estableció el zapatismo como «un movimiento comunitario, de campesinos, y (que dijo:) ‘yo quiero vincular la defensa de las comunidades, no con la revolución mundial o el apoyo a Fidel (Castro), sino con la democratización de México’.

«Ahora que la cosa (con el movimiento zapatista) está en incógnita, mantengo por el momento mi juicio favorable (hacia Marcos y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional).»

Alain Touraine participa en esta ciudad en el foro El debate sobre el sujeto, que forma parte de la cátedra en su honor creada en 2003 en la Universidad Iberoamericana, plantel Golfo-Centro. En conferencia de prensa, sostuvo que globalización no significa internacionalización o mundialización, sino que el mundo económico y financiero está por encima de cualquier tipo de organización social y política. «En términos muy sencillos significa que no hay más vida social u organizada.

«¿Cuáles son las fuerzas que pueden oponerse a este mundo desocializado, impersonal?», preguntó el autor de Actores sociales y sistemas políticos de América Latina. La única respuesta posible «es una preferencia al sujeto». Los altermundistas, dijo, plantean el tema central de defender una forma subjetiva, de cultura, de opinión, de libertad personal contra este tipo de fuerzas incontrolables, como el mercado, la guerra y la violencia.

«Pero este sujeto que está motivado por ser alguien y no sólo parte del sistema o de sus ruinas, tiene que apoyarse en una base social; este movimiento hacia el sujeto estaría vacío si no tuviera la posibilidad de crear nuevas vías institucionales. Tratamos de crear reglas de derecho, un concepto de la escuela y de la familia, no orientada hacia la racionalidad sino hacia la autonomización creciente del sujeto.»

Touraine enfatizó que el tema del altermundismo «es básicamente la defensa de la subjetividad contra un sistema impersonal, la fuerza del mercado». Este movimiento «es, básicamente, experiencias subjetivas, pero principalmente de construcción del sujeto».